Andalucía acoge a los inmigrantes trasladados desde Canarias en Málaga y Almería
Cruz Roja planea abrir otro centro de acogida en Granada para poder recibir a más personas
Un total de 196 inmigrantes varones, en su mayoría subsaharianos senegaleses, están ya acogidos en un hotel de Torrox (Málaga) al trasladarlos el Gobierno desde Canarias, a los que se sumarán otros 24 este viernes en un dispositivo atendido por Cruz Roja, que tiene otro centro de acogida en Almería y abrirá uno en Granada.
El coordinador provincial de Cruz Roja en Málaga, Samuel Linares, lo ha explicado así a EFE y ha añadido que este establecimiento hotelero, ubicado en el núcleo de población costero de El Morche, tiene capacidad para 230 personas, y se prevé que se complete en los próximos días.
Aunque algunos inmigrantes son marroquíes, la mayoría se trata de senegaleses, todos llegados en los últimos días a Canarias, estarán en el hotel como máximo un mes dentro de este dispositivo de urgencia, que sirve para una primera acogida, y gozan de libertad aunque llegaran de forma irregular a España.
Podrían ser deportados individualmente a su país de origen dependiendo de qué nación se trate y si hay acuerdo internacional, ser derivados a otros centros porque entren en otro proceso más integral e inclusivo o irse con sus redes familiares o de apoyo y no agotar el tiempo máximo de estancia. Cruz Roja dispone en Andalucía actualmente de dos centros para recibir a los inmigrantes llegados a Canarias, el de Torrox y otro en Almería, mientras que próximamente tiene previsto abrir otro en Granada.
Hasta Torrox, situado en la Costa del Sol Oriental, llegaron los 196 inmigrantes de forma escalonada a bordo de cuatro autobuses procedentes de Madrid entre las 22:30 horas del martes y la 1:30 horas de este miércoles y al llegar asistieron a una charla explicativa sobre las normas de funcionamiento del centro.
Según ha comprobado EFE, a partir de las 9:45 horas han empezado a bajar a la entrada del hotel y algunos han salido en pequeños grupos a la calle, unos han permanecido en la puerta -en muchos casos comunicándose a través del teléfono móvil o conversando entre ellos-, otros se han sentado en bancos de la zona y un grupo grande se ha acercado a la playa, que está a pocos metros.
El hotel, que cerraba en temporada baja, ha instalado más camas en las habitaciones y retirado las de matrimonio y la dirección ha pedido asesoramiento para que el menú cumpla los preceptos religiosos dado que muchos no comen cerdo.
Les ofrecerán nociones básicas de español, dado que la mayoría son francófonos y hablan francés. Algunos también aprovechan para acudir a los servicios de psicólogo o el jurídico, ya que disponen de un equipo multidisciplinar que incluye médico, enfermero, integradores sociales y mediadores.
«Se trata de que, después de todo su periplo migratorio, estas personas tengan espacios de reposo y les ayudemos a repensar el futuro de su proceso migratorio», ha señalado Linares, que pide no perder la «mirada humanitaria» al margen del color de las personas.
El alcalde de Torrox, Óscar Medina (PP), que criticó que el Gobierno no le informara con antelación de la llegada de los inmigrantes al municipio, ha insistido este miércoles en que hasta el 31 de diciembre conforme se vayan yendo algunos, llegarán otros.
Ha explicado que Torrox «es un pueblo abierto, acogedor, con más de 100 nacionalidades, un municipio turístico» que recibió ciudadanos africanos que llegaron a trabajar a sus invernaderos, aunque ha precisado que hay cierta «preocupación» ante esta situación, sobre todo entre quienes viven cerca del hotel.