Sánchez teme críticas a su pacto con Junts en la cumbre de socialistas europeos en Málaga
La expulsión de dos partidos eslovacos por pactar con una formación nacionalista de derecha pone en guardia al PSOE
Pedro Sánchez y el canciller alemán, Olaf Scholz, en una reunión del PSE. | Foto: EP
La cumbre del Partido Socialista Europeo (PES) este viernes y sábado en Málaga estaba pensada para que Pedro Sánchez pisase una alfombra roja tras su investidura, rodeado de dirigentes progresistas de la UE como el canciller alemán, Olaf Scholz, pero en el PSOE temen ahora que algunas delegaciones planteen críticas al pacto con Junts, la formación de Carles Puigdemont, según fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE.
La marejada de fondo que se atisba en Ferraz se debe a la expulsión a mediados de octubre de los partidos eslovacos SMER y HLAS de la familia socialista europea. Fue la respuesta del PES a la formación de un gobierno de coalición encabezado por Robert Fico con el Partido Nacional de Eslovaquia (SNS) «de extrema derecha», según argumentó el PES en un comunicado.
«El acuerdo de gobierno firmado por los tres partidos es incompatible con los valores y principios progresistas de la familia europea de socialistas y socialdemócratas. Los recientes comentarios públicos y posturas de los líderes de los partidos SMER y HLAS sobre la guerra rusa contra Ucrania, la migración, el Estado de derecho y la comunidad LGBTIQ han suscitado serias preocupaciones y no tienen cabida en la familia progresista», argumentaron los socialistas europeos antes de suspender de militancia a los tres eurodiputados eslovacos afines a Fico.
Junts se asemeja al SNS eslovaco
El problema para el PSOE es que Junts se acerca en muchos postulados al SNS de Andrej Dando y coincidirían en más de una votación en Estrasburgo, aunque la formación conservadora eslovaca no consiguió representación en las últimas elecciones de 2019. Puigdemont sí que lo logró y prefirió quedarse con Toni Comín y Clara Ponsatí en el grupo mixto o de los No Inscritos (NI).
Esta aparente contradicción de los socialistas europeos, vetando a Fico por su alianza con un partido derechista mientras Sánchez ultima un pacto con la antigua CiU catalana, llevó al líder de Ciudadanos, Adrián Vázquez, a afear recientemente al PES que no tratase con el mismo rasero al PSOE en plenas negociaciones con el ala conservadora del independentismo catalán. «También podrías consultar a tu español PSOE, que está dispuesto a formar gobierno con políticos que escaparon de la justicia democrática en el maletero de un coche y coquetearon con Rusia o un partido que no condena el terrorismo en la UE. ¿Lo suficientemente ultra? De nada», indicó en sus redes sociales a mediados de octubre.
En el PSOE temen que alguna delegación socialista, sobre todo del Este europeo, exprese su «incomodidad» en el congreso de Málaga con el pacto en ciernes que Sánchez negocia con Junts para sacar adelante la investidura, aunque el hecho de que Ferraz organice el cónclave podría disuadir o mitigar finalmente las críticas, subrayan las citadas fuentes.
La cumbre de Málaga reunirá a primeros ministros, jefes de estado, líderes, activistas y militantes de la familia socialista procedentes de toda Europa. Adoptarán también una resolución sobre los aspectos claves para esta familia política y elegirán a su nueva cúpula directiva de cara a los comicios europeos de junio de 2024.
En la actualidad, los partidos miembros del PES encabezan seis gobiernos de la UE -España, Alemania, Portugal, Dinamarca, Rumanía y Malta- y forman parte de la coalición de gobierno en otros cuatro Estados miembros -Bélgica, Eslovenia, Estonia y Luxemburgo-. Además, ocho comisarios europeos forman parte de esta familia política, entre ellos el español Josep Borrell.
Sánchez advirtió en septiembre, cuando se anunció la celebración de la cita en la ciudad andaluza, que en las próximas elecciones se elegirá si la Unión Europea sigue avanzando «por el camino que trazó desde sus orígenes» o, por el contrario, vuelve a «tiempos oscuros ya olvidados«. También recordó que en los comicios generales del 23-J, la ciudadanía española dejó claro que «no quiere retroceder».
«Como secretario general del PSOE, estoy encantado de ser anfitrión de este congreso en España, donde demostraremos que somos mucho más fuertes que el populismo de derecha que está creciendo entre nosotros», añadió el presidente del Gobierno en funciones. Por parte, el presidente del PES, el exprimer ministro sueco Stefan Löfven, señaló que Europa ha encontrado en España «un modelo de sociedad progresista, una democracia fuerte que respeta a las mujeres y a las minorías y una economía que aprovecha las oportunidades de una transición verde justa». También un actor internacional «seguro y conectado».
Löfven hizo hincapié en que, con el PSOE, «España tiene un defensor contra una derecha populista que aviva la intolerancia e ignora la crisis climática. Como Partido de los Socialistas Europeos estamos con el PSOE, en defensa de los valores progresistas en toda Europa».
