El Gobierno sospecha que Israel no deja salir a los españoles de Gaza por culpa de Podemos
Fuentes diplomáticas creen que las continuas críticas de las ministras ‘moradas’ no ayudan a la evacuación
Pasan los días y los entre 170 y 190 españoles que se encuentran atrapados en la Franja de Gaza, entre los que hay 80 menores, aún no han conseguido abandonar el enclave palestino tras la reapertura del paso fronterizo de Rafá con Egipto. El Gobierno de Pedro Sánchez empieza a sospechar que Israel no autoriza su salida como represalia a su posición en el conflicto, en especial por las continuas críticas de las ministras de Podemos, según fuentes diplomáticas consultadas por THE OBJECTIVE.
La titular de Defensa, Margarita Robles, indicó el 2 de noviembre que las autoridades israelíes y egipcias estaban coordinando la salida de extranjeros «por orden alfabético» en función del país al que pertenecían. A España le iba a corresponder de los últimos, ya que se utiliza ‘Spain’ para ello, pero la ministra dio por hecho aquel día que los españoles podrían salir de Gaza «hoy o mañana». Es decir, en 48 horas. Pero no ha sido así.
Robles ya expresó el miércoles su «preocupación» por este retraso, aunque no quiso señalar a ninguna parte implicada en el conflicto. «No es un problema de Israel o de Egipto», subrayó tras desvelar que Hamás también ha puesto «inconvenientes a determinadas evacuaciones».
Sin embargo, el hecho de que este jueves Ucrania lograse sacar de Gaza a 160 nacionales y nueve moldavos en un segundo convoy -el primero fue el miércoles con 43 ucranianos- ha preocupado a las autoridades españolas, al ver que no se está aplicando el citado orden alfabético para las evacuaciones de extranjeros de la Franja, fruto de un acuerdo entre Israel y Egipto gracias a la mediación de Catar y Estados Unidos tras el estallido de la guerra.
El paso fronterizo de Rafá lo gestiona Egipto, pero la salida de un extranjero de Gaza a territorio egipcio depende del visto bueno israelí. Una vez que se ha abandonado la Franja, los extranjeros tienen un plazo de 72 horas para abandonar el país, de ahí que la embajada española en El Cairo tenga listo el operativo para sacarles en aviones comerciales desde la capital. En última instancia, Defensa enviaría un Airbus militar a un punto de la península del Sinaí en caso de necesidad.
España es uno de los países europeos que más énfasis ha puesto en solicitar un alto el fuego de carácter humanitario, una opción que Israel y Estados Unidos rechazan de plano en estos momentos. La división europea quedó plasmada en la resolución de la Asamblea General de la ONU del pasado 27 de octubre, en la que se apoyó «una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida que conduzca al cese de las hostilidades» con 120 votos a favor, 45 abstenciones y 14 en contra.
España, Francia, Portugal e Irlanda estuvieron entre los países que apoyaron esta resolución presentada por Jordania, pero la mayoría de los Veintisiete se abstuvieron, empezando por Alemania e Italia. Incluso, hubo cuatro países centroeuropeos –Austria, Croacia, Hungría y Chequia– que se alinearon con Estados Unidos e Israel en su voto en contra.
París solo pudo sacar a cinco franceses el 1 de noviembre, mientras que en Irlanda están alzándose voces en contra de Israel al constatarse que Dublín no logra evacuar a sus cerca de 40 nacionales. La misma situación que tiene el Gobierno de Sánchez con los mencionados 190 españoles retenidos en la Franja, quienes están geolocalizados cerca del puesto fronterizo de Rafá a la espera de recibir un aviso de Exteriores para poder cruzarlo con el visto bueno de los militares egipcios e israelíes.
Las fuentes diplomáticas consultadas por este diario creen que las continuas críticas de las ministras de Podemos no ayudan al desenlace de esta evacuación. En los últimos días, la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, ha cargado con dureza contra Israel por los ataques militares en Gaza y se ha sumado a la iniciativa de Argelia y Colombia para que el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, comparezca ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya por crímenes de guerra.
Belarra habló el miércoles desde su despacho oficial con Al Jazeera para denunciar el «genocidio planificado» que, en su opinión, Tel Aviv está llevando a cabo en la Franja, pese a que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, la desautorizó a mediados de octubre al advertir de que cada ministro tiene su «perímetro» y gestiona unas «políticas determinadas».
«En lo que toca a la política exterior es muy evidente que solamente hay dos voces autorizadas: la del presidente del Gobierno, por supuesto, y la del ministro de Asuntos Exteriores», precisó entonces el jefe de la diplomacia desde la Moncloa tras la polémica queja de la Embajada israelí la víspera en forma de comunicado. Una advertencia que no ha hecho mella en la titular de Políticas Sociales a tenor de sus declaraciones.