El PP se frota las manos al quedarse el PSOE sin ministros gallegos antes de los comicios
Alfonso Rueda utilizará en campaña el «poco peso» del PSdeG en el nuevo Gobierno de Sánchez
La salida de José Manuel Miñones del Ministerio de Sanidad ha dejado al Partido Socialista de Galicia (PSdeG) sin representantes dentro del Gobierno de Pedro Sánchez. Una situación con la que el PP gallego de Alfonso Rueda se frota las manos a escasos meses de la celebración de los comicios autonómicos y que utilizará durante la campaña electoral.
Precisamente, la entrada de Miñones en el Consejo de Ministros hace menos de ocho meses se vendió desde el PSOE como un gesto de Sánchez con Galicia tras años sin cuota gallega específica, pues Nadia Calviño proviene de dicha región pero no tiene carné del PSdeG. La otra vicepresidenta gallega, Yolanda Díaz, es la líder de Sumar.
«Resulta curioso que a las puertas de unas elecciones, el PSdeG pese tan poco en Madrid que no consiga mantener a su único ministro», señalan fuentes populares a THE OBJECTIVE. El propio Rueda calificó este lunes de sorprendente que «tras los anuncios hechos» por los socialistas gallegos en los últimos días, el PSdeG tenga «poco peso» en la conformación del nuevo Gobierno de Sánchez.
El presidente de la Xunta se refería a las palabras del candidato del PSdeG a las gallegas, José Ramón Gómez Besteiro, la pasada semana cuando subrayó que Sánchez se disponía a poner en marcha «un Ejecutivo 100% gallego». No indicó nombres en concreto, sino que se refirió a medidas e inversiones para los próximos años, pero entre los socialistas gallegos se generaron expectativas que luego no se han cumplido.
«Nuestra tierra va a ser protagonista desde el primer día con este gobierno. Querido Pedro Sánchez, llegan buenos tiempos para Galicia», hizo hincapié el también diputado por Lugo tras felicitar al jefe del Ejecutivo por sacar adelante su investidura, si bien el candidato del PSdeG parece ahora cuestionado por su fallido vaticinio.
Rueda constató que los anuncios de Gómez Besteiro suponen «más bien un paso atrás» y pidió «un poco más de prudencia» a los socialistas gallegos a la hora de adelantar posibles acciones desde Madrid. «Espero que el peso de Galicia sea diferente. Me voy a encargar de que el peso de Galicia sea más ante el Gobierno central que el que ha demostrado tener el PSdeG a la hora de influir en la composición de este Gobierno», añadió.
El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo estudia seriamente adelantar los comicios autonómicos de Galicia al mes de febrero ante los buenos sondeos que le dan a mencionado Rueda y el desgaste político que está sufriendo el PSOE con el apoyo de Sánchez a la amnistía y la quita de los 16.300 millones para Cataluña, según publicó el viernes este diario.
Las citadas fuentes apuntan al 11 de febrero como fecha más probable si hay un adelanto de las elecciones gallegas en casi medio año, pues los últimos datan del 12 de julio de 2020, cuando Feijóo logró su cuarta victoria consecutiva tras la primera ola de la pandemia de coronavirus. Para ello, Rueda debería anunciar el final de la legislatura justo dentro de un mes, el próximo 18 de diciembre, y que la disolución del Parlamento apareciese al día siguiente en el BOE gallego.
En ese momento se habrán producido, con toda seguridad, dos hitos políticos que el presidente de la Xunta quiere utilizar en su provecho. Por un lado, la aprobación de los presupuestos gallegos de 2024, que el PP planea sacar adelante a mediados de diciembre en el Parlamento, donde tiene mayoría absoluta. El Ejecutivo gallego dio luz verde el pasado 18 de octubre a las cuentas con el presupuesto más alto de la historia de Galicia, cifrado en 13.257 millones de euros, lo que supone un 5% más que en este 2023.
Primera votación de la amnistía en el Congreso
El segundo hito es que a mediados de diciembre está previsto también que el Congreso de los Diputados apruebe la toma en consideración de la ley amnistía para los implicados en el procés. El Gobierno de coalición prevé superar esa delicada votación con el apoyo de la misma mayoría que ha investido a Sánchez este jueves.
Si se cumple esa ecuación, Rueda apretaría el botón del adelanto electoral en Galicia con el PSOE en horas bajas y las principales instituciones y asociaciones judiciales, así como la calle, de nuevo en contra. Además, la presentación de enmiendas podría caer en el mes de febrero, si el Congreso mantiene inhábil el de enero, por lo que podría coincidir con la campaña electoral de las gallegas.
Asimismo, tanto Feijóo como el presidente de la Xunta tienen decidido ir en solitario a las elecciones gallegas. El País Vasco y Galicia han hecho coincidir sus respectivos comicios autonómicos desde 2009, pero ahora esta tradición cultivada por el primero con el lehendakari Íñigo Urkullu en los últimos quince años está próxima a su fin.
Los populares creen que es el momento de llamar a los gallegos a las urnas porque, a diferencia de Urkullu, las encuestas son favorables para Rueda, quien podría revalidar la mayoría absoluta que le dejó Feijóo. Este último se impuso en el año 2020 con 42 diputados, cuatro por encima del listón para gobernar en solitario. Las últimas encuestas colocan al PP en 40 representantes y en Génova confían en que Yolanda Díaz fracture el voto de izquierdas con una candidatura de Sumar que rivalice con las de BNG y PSOE. La lista podría estar encabezada por su mano derecha en el Congreso, Marta Lois, o el exalcalde de Santiago con En Marea, Martiño Noriega.