Dos de los cinco diputados de Podemos entran en la diana de Sumar por ser «dubitativos»
Díaz descarta que Podemos rompa antes de las europeas pero analiza cada escenario y busca sus puntos débiles
«Ahora se van a dar cuenta que era mejor tenernos dentro del Gobierno». Quien habla es Ione Belarra, secretaria general de Podemos y todavía diputada en el Congreso, una de los cinco resistentes de un grupo parlamentario que hace tan solo seis años superaba los 70 miembros. Podemos forma parte de Sumar, la coalición instrumental creada por Yolanda Díaz para las últimas elecciones generales, pero es palpable la sensación de que la convivencia podría estallar pronto. Pablo Iglesias ya ha deseado irónicamente «buena suerte» a Pedro Sánchez. La formación morada ahora señala directamente al presidente socialista por la exclusión de sus ministros. La pregunta atañe, por lo tanto, a cuál será el plan del partido morado para la legislatura y, por ende, si los cinco diputados de la formación serán siempre fieles a los dictámenes de Galapagar.
Los cinco diputados de Podemos son Belarra, Lilith Verstrynge (secretaria de Organización del partido, elegida por Barcelona), Noemí Santana (Canarias), Martina Velarde (Granada) y Javier Sánchez Serna (Murcia). Verstrynge, Belarra y Sánchez Serna son sin duda los rostros más conocidos. E Iglesias, que suele analizar los equilibrios parlamentarios sin perder de vista la relevancia numérica, incluso más allá de la ideología, advirtió desde su canal de televisión que «es obvio que Yolanda Díaz no quería a Irene Montero en el Gobierno, pero fue Pedro Sánchez quien decidió y ejecutó el veto. Ahora no solo necesita a Junqueras, Puigdemont y Otegi para dar cualquier paso en el Congreso». «Ahora necesita también a Belarra (…) a partir de ahora, buena suerte», sentenció.
Es difícil saber si la amenaza de Podemos preocupa de verdad a Sánchez y su núcleo duro. Según fuentes consultadas en el partido socialista, el acuerdo con los nacionalistas catalanes y vascos va más allá de la amnistía, es un verdadero «pacto de legislatura». Un pacto, sostienen, que perdurará unos años, tal vez no los cuatro de la legislatura, pero sí dos o tres ejercicios. Sánchez pretende aprobar los presupuestos de aquí a marzo, antes de las elecciones europeas de junio. Y contar en esa votación con los nacionalistas, Sumar y los cinco de Podemos.
El efecto de la «alerta antifascista»
Los socialistas creen que la cuestión para Podemos no es tanto que quiera desmarcarse de la mayoría parlamentaria, sino si puede hacerlo. Los márgenes, por resumirlo, son estrechos. Podemos, después de haber acuñado la célebre fórmula de la «alerta antifascista», ya no puede desmarcarse de una lógica excluyente por la que un voto en contra de Sánchez o una abstención se leería como una traición a la izquierda y una ayuda a la «ultraderecha».
Podemos tendría las manos atadas, por mucho que busque visibilidad y genere «ruido». Aun así, los socialistas saben que los equilibrios son frágiles. Y observa de cerca a sus aliados morados. Aunque para eso el PSOE confía y escucha la opinión de los miembros y dirigentes de Sumar, quienes fueron hasta hace poco compañeros de partido de Iglesias.
Desde el sector que lidera Yolanda Díaz, según ha podido saber este periódico, la alerta de un golpe de timón por parte de Podemos cotiza a la baja. Miembros del grupo parlamentario de Sumar no niegan que tanto Podemos como el círculo de Díaz desearían, en realidad, romper su convivencia. El problema es que ninguno de los dos quiere resultar el culpable del divorcio ante la opinión pública. Para que se ejecute una «expulsión» del grupo parlamentario de Sumar, los morados deberían desmarcarse en cuestiones troncales de la legislatura. De no ser así, todo quedaría en una multa o sanción para los diputados morados díscolos.
Podemos y el «autonomismo»
En Podemos insisten, por otro lado, en defender la tesis «autonomista» pero siempre dentro del grupo parlamentario de Sumar. Belarra lo manifestó recientemente: «No descarte que nos acaben echando del grupo parlamentario, pero nosotras tenemos derecho a estar en este grupo porque, aunque algunas personas no les gusta, somos parte de esta coalición».
La desconfianza mutua entre Sumar y Podemos obliga de todas formas a los de Díaz a contemplar cualquier escenario. Incluso el de la ruptura parlamentaria, que desembocaría en un sustancial bloqueo de la legislatura. Sin los cinco de Podemos, Sánchez no superaría ninguna votación parlamentaria, al igual que ocurriría sin los apoyos de Bildu, ERC o Junts. Pero, ¿los cinco diputados de Podemos serán todos fieles a las directrices de Belarra, Montero e Iglesias?
Dos diputados «dubitativos»
En Sumar diferentes fuentes creen que no es así. Señalan directamente dos nombres: el de Sánchez Serna y uno entre Martina Velarde y Noemí Santana (nombre que, por otro lado, también circulan entre sectores de Podemos). Según las fuentes consultadas en el sector de Díaz, dos de estos tres diputados estarían «dubitativos» sobre el futuro de Podemos y, por ende, su carrera política. Y esto podría facilitar una maniobra de convencimiento para que, llegado el caso, pudieses desatender las órdenes de la dirección de Podemos e incorporarse a todos los efectos en el círculo de afines a Díaz.
Esas dudas internas, que según las fuentes consultadas estarían trascendiendo también fuera de la formación, tienen mucho que ver con las expectativas de futuro: «Hay una tensión muy elevada en Podemos aunque dan por seguro su candidatura a las europeas, en solitario o con ERC y Bildu», sostienen desde el sector de la vicepresidenta segunda.