El presidente CGPJ llama «a rebelarse todos» si citan a declarar a un juez en el Congreso
Vicente Guilarte dice que cuando se habla de «lawfare» lo que se está imputando es prevaricación judicial
El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, ha advertido de que, cuando se habla de «lawfare» lo que se está «imputando» es «prevaricación judicial» y ha llamado a «rebelarse todos» si en algún momento, se cita a declarar a algún juez en una comisión parlamentaria porque es una «línea absolutamente roja».
Guilarte ha realizado estas manifestaciones en el acto de clausura del XXVI Congreso Nacional de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que se ha celebrado en Bilbao. En su intervención, tras felicitar a la APM por su Congreso, el presidente en funciones del CGJP ha afirmado que su actividad al frente del CGPJ se mueve «por tres hilos conductores», uno de ellos es la defensa «a ultranza de la carrera judicial».
«Hay un panorama que se susurra en algunos lugares, va, viene, no se sabe muy bien lo que es pero yo creo que es una línea, no roja sino encarnada, rojísima», ha advertido. En concreto, se ha referido al hecho de que en una comisión parlamentaria se cite a un juez a declarar y ha indicado que, cuando se refieren a «lawfare», se está hablando de «prevaricación«. «Eso que dicen de ‘lawfare‘ no se atreven a decir pero eso lo que están imputando es prevaricación judicial sin duda», ha asegurado.
En su opinión, esa es una línea «absolutamente roja» contra la que hay que rebelarse todos «si en algún momento se pretende llegar a ese punto». «Yo creo que ahí la defensa de la carrera judicial tiene que ser rotunda y las asociaciones tienen ahí un papel importante para, si se llega a producir, -confiemos que no-, motivar a asociados y no asociados para que ese choque se produzca si es que llega a acaecer», ha manifestado.
Renovación del CGPJ
Otro de los vectores de su actividad al frente del CGPJ es la renovación del Consejo General del Poder Judicial y se ha referido a los emplazamientos que reciben para que lo renueven, cuando, según ha afirmado, «no son los causantes» ni «los agentes de la renovación».
«El que incumple no puede exigir al que padece el incumplimiento ningún comportamiento, pregúnteles a los que están incumpliendo, bastante tenemos con estar aquí intentando soportar esto, intentando seguir defendiendo la carrera judicial frente a estas situaciones que se intuyen, estos ataques evidentes que parece que se susurran, que van, vienen y no se acaban de concretar», ha afirmado.
Por ello, ha indicado que no se les puede pedir a los miembros del CGPJ una «actividad mayor» en esa renovación que la que pueden efectuar, y, sobre todo, ha pedido que no les «riñan» porque, según ha insistido, «no son los causantes». No obstante, ha afirmado que una cosa es renovar, que «es importante», pero cree que, tan importante como renovar es que «no se perpetúe la situación que actualmente se vive desde hace tantos años».
Vicente Guilarte ha manifestado que renovar el Consejo en los actuales términos «parece que exigiría una militancia por parte de los 20 vocales en que se materializara esa renovación». «Y eso perpetuaría el problema que en tiempos no se daba, esa bipolarización política que se ha ido produciendo ahora», ha afirmado.
El presidente en funciones del CGPJ ha afirmado que incidir en nombrar 20 personas en los términos que se plantea de «10 tú y 10 yo militantes, porque van a exigir una cierta militancia», cree que es «pan para hoy y hambre para mañana». Vicente Guilarte ha asegurado que él ha planteado una fórmula para evitarlo que viene desde hace tiempo «ofertando», aunque no le «hace caso nadie».
Según ha manifestado, «si el interés que hay hoy es un interés político en tener controlado el Consejo», entiende que nadie le «haga caso» con esta propuesta, que, a su juicio, «es la manera de defender la independencia judicial absoluta«. «En cierta medida nos hemos visto obligados también a ayudar a esa bipolarización, que aquí se produce en gran medida por razones mediáticas eso del bloque conservador, el bloque progresista (…) yo intenté ser el grupo mixto y te dan por los dos lados, es peor. Es mejor alinearse en un bloque u otro, según vengan», ha afirmado.
Según ha indicado, su fórmula consiste básicamente en que «el órgano de gobierno de los jueces, el gobierno de los jueces debe otorgarse directamente a los jueces», pero en aquello en que parece «razonable que se otorgue, en los cargos gubernativos». A su juicio, todos los cargos gubernativos debieran elegirse directamente por los jueces y los Tribunales Superiores de Justicia por los «jueces de la comunidad autónoma, y las audiencias provinciales por los jueces de la provincia y las salas, en la designación de presidencias, por los miembros de cada sala».
«Yo creo que con eso, de alguna manera también, se aplacaría el deseo, el legítimo deseo de los jueces de intervenir en su gobierno, pero creo que debiera ser solo en su gobierno y esta es la manera más directa de hacerlo», ha apuntado Guilarte que ha reconocido que le sorprendió mucho cuando empezaron a designar a los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia porque «no sabía bien el criterio y cuál es el mérito y capacidad que hace falta para elegirlos».
En este sentido, cree que nadie mejor que los propios jueces del territorio para designar al presidente de un Tribunal Superior de Justicia y «sin intermediación del Consejo que desvirtúa, sin duda, el legítimo deseo de los jueces del territorio de designar a quienes ellos creen que es el mejor para ejercer». «Es evidente que haciéndolo así, Celso sería presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y Juanma lo habría sido del suyo», ha añadido.
Guilarte ha indicado que quedaría «el gran problema, la golosina política» que sería el Tribunal Supremo y cree que la manera de designar sus miembros por el Consejo «no resiste una valoración objetiva al día de hoy». Según ha manifestado, la fórmula no es difícil y cree que todo magistrado, desde que empieza, «sepa cuáles son los criterios para ser magistrado del Tribunal Supremo y «cómo se van a valorar los méritos que vaya teniendo».
«Eso es imprescindible. Primero, designar las pautas para valorar el mérito y capacidades. Y, a continuación, que quien valore eso sea un tribunal especializado, evidentemente dependiente del Consejo, presidido por alguien del Consejo, con magistrado del Supremo, con abogado del Estado, con un turno rotatorio para evitar cualquier contaminación. Objetivamente, así se elegirían, sin duda, a los mejores en mérito y capacidad contrastados«, ha añadido.
A su juicio, es una fórmula que puede utilizarse y supondría «rebajar el problema de si elección parlamentaria o elección corporativa, porque ya no sería tan importante captar vocales». El tercer «hilo conductor» de su actividad es el de «mantener una cierta neutralidad política». A su juicio, la independencia judicial es «bidireccional. «Yo no quiero que se metan en nuestro negocio, por decirlo con simplicidad, pero tampoco quiero meterme en el suyo», ha añadido.
En este sentido, ha indicado que, cuando le preguntan por lo que va a hacer el Gobierno con el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, tras el informe contrario del CGPJ a su renovación en el cargo, responde que es algo que se debe preguntar al Ejecutivo y no «opinar sobre lo que va a hacer o lo que debe hacer el Gobierno». Guilarte ha reconocido que no es fácil mantener esa neutralidad, en un momento «en el que la política está tan dentro de nuestro oficio». Según ha señalado, es algo que intenta, porque pretende que «pase lo mismo en sentido contrario«.