Sánchez cree que el adelanto en Galicia impedirá un acuerdo con el PP en el CGPJ
En Moncloa califican de «vergüenza» que Feijóo no haya querido ir a Moncloa
Ya había pocos visos de acuerdo, pero el adelanto electoral en Galicia confirmó las sospechas de Moncloa. La reunión que se celebra este viernes en el Congreso entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, parte con nulas expectativas de pacto, y más después del anuncio hecho este jueves por el presidente gallego, Alfonso Rueda, para celebrar las elecciones a la Xunta de Galicia el próximo 17 de febrero. Los tiempos, que no la fecha, son importantes, porque, según las fuentes de Moncloa consultadas por THE OBJECTIVE, es evidente que «Feijóo lo sabía», que conocía el anuncio de la convocatoria electoral cuando este miércoles apremió al presidente Sánchez a celebrar su reunión este mismo viernes en el Congreso.
Una evidencia notable, a juicio de Moncloa, de que hay pocas posibilidades de que el PP se avenga a renovar al Consejo General del Poder Judicial tras cinco años de bloqueo. En el Gobierno son muy pesimistas de que Feijóo se preste a iniciar una negociación sincera en el marco de la comisión de trabajo ofrecida por Pedro Sánchez. El entorno del presidente cree que Feijóo «sí quiere buscar una solución, pero no le dejan» porque el desgaste de encamarse con Sánchez, tras la ley de amnistía, la concesión de un mediador a Carles Puigdemont y la entrega del Ayuntamiento de Pamplona es letal para sus intereses estratégicos. A sumar ahora, también, los electorales.
La presión mediática contra Feijóo
Hay una reflexión que dejó entrever el presidente Sánchez desde Barcelona, en la comparecencia posterior a la reunión con Pere Aragonés. «Hay un antes y un después. La relación que yo tenía con Feijóo cuando era presidente de la Xunta no es la misma que ahora como jefe de la oposición. No sé si será porque las presiones tanto internas como externas de Madrid le han hecho cambiar». La referencia velada no sólo señala a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sino también a la presión de la llamada derecha político-mediática que, a juicio del Ejecutivo, no permite a Feijóo tener autonomía para actuar con libertad. «Está metido en un lío, pero esto le quita legitimidad para otras cosas, por ejemplo, para decir que otros no cumplimos la Constitución».
Es precisamente esta presión y el miedo del PP al desgaste el que ha motivado que el encuentro de este jueves se celebre en la zona de gobierno del Congreso de los Diputados, en el número 36 de la Carrera de San Jerónimo. Sánchez denunció este jueves que se trata de «una foto inédita. El jefe de la oposición se niega a ir al Palacio de la Moncloa para tener una reunión con la presidencia del Gobierno. Pero, en fin, estas son las cosas que tenemos que ver cuando el PP está en la oposición. Tienen un problema serio de asumir los resultados electorales».
«Es una vergüenza que no venga a Moncloa»
En privado, fuentes gubernamentales elevan aún más el tono al denunciar que es «una vergüenza que no venga a Moncloa», que lo que evidencia es que los populares consideran que el Ejecutivo «carece de la legitimidad» necesaria. Horas antes de que se celebre el encuentro, el Gobierno entiende que las costuras están «muy rotas» y que este asunto le pasará factura al PP tarde o temprano porque «el actual sistema lo aprobó el PP y es el PP el que se niega a cumplir la Ley. El bloqueo va a tener un coste alto para el PP», sostienen.
Otras fuentes socialistas atribuyen la negativa del PP a renovar el Consejo por la presión judicial: «El PP no se puede descolgar de la ofensiva judicial contra el Gobierno. Les va la vida en ello», señalan en referencia a los múltiples casos de corrupción que afectan al PP y que ya están siendo juzgados. El juicio contra el ex vicepresidente del Gobierno de José María Aznar, Rodrigo Rato, comenzó el pasado vienes; y en la operación Kitchen, el pasado mes de noviembre el exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, solicitó a la audiencia incluir al PP como «beneficiario a título lucrativo» de la trama parapolicial desde la cúpula de Interior.
Por ello, desde el PSOE ven al PP como ‘rehén’ de una operación «del poder judicial bloqueado que ataca al poder legislativo recientemente renovado en tiempo y forma». Se refieren a los múltiples comunicados del CGPJ contra «leyes que aún no ha aprobado el Parlamento». El temor, que siempre ha advertido el ministro de Justicia, Félix Bolaños, es el «riesgo de colapso», derivado de la ley aprobada por el Ejecutivo que paralizó los nombramientos en las vacantes de la administración de justicia hasta que no se renueve al órgano de gobierno de los jueces. El temor a que la Justicia «reviente» es un temor creciente en el Ejecutivo del que culpan en exclusiva al principal partido de la oposición.