Aragonès lamenta que el discurso del Rey sea una continuidad del que hizo tras el 1-O
Considera que fue «un discurso con el cual la ciudadanía de Cataluña no se siente representada»
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha definido el discurso de Navidad del rey Felipe VI como una continuidad del que hizo tres días después del 1-O, según las declaraciones que recoge este lunes Europa Press. «La mejor muestra es que la derecha y la extrema derecha lo aplauden», afirma el presidente catalán.
Aragonès ha encabezado este lunes la ofrenda floral del Govern ante la tumba del expresidente de la Generalitat Francesc Macià en el cementerio de Montjuïc de Barcelona por el 90 aniversario de su muerte. En el acto, ha asegurado que los miembros de su Govern quieren ser «dignos continuadores» de la Cataluña por la que trabajó Macià, al que ha elogiado como independentista, republicano y de izquierdas.
Pere Aragonès ha criticado que el discurso del monarca de este domingo tiene el aplauso «de la derecha y la extrema derecha, porque se sienten muy cómodos». Para él, fue un discurso «nacionalista español, un discurso con el cual la ciudadanía de Cataluña no se siente representada. De hecho, no se siente representada tampoco por la Monarquía».
«Resonaban aquellas palabras del 3 de octubre del 2017, aquella fecha en que los pocos lazos que tenía la Monarquía aún con algunos catalanes y catalanas se rompieron», ha añadido.
Junts tilda de «irrelevante» el discurso del Rey
Por otra parte, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha tildado este lunes de «irrelevante» y «contradictorio» el mensaje de Navidad del rey, a quien ha acusado de fomentar la discordia con su discurso del 3 de octubre de 2017, tras el referendo unilateral de independencia, según informa la agencia Efe. Así lo ha dicho tras encabezar junto con la presidenta del partido, Laura Borràs, la tradicional ofrenda floral a la tumba de Francesc Macià.
En su discurso de Nochebuena, Felipe VI apeló al cumplimiento de la Constitución como garantía de unión y de progreso y advirtió de que si no se respeta la norma fundamental, «no hay democracia ni convivencia posibles», tampoco ley, ni paz, ni libertad, sino «imposición y arbitrariedad». También instó a «evitar que nunca el germen de la discordia se instale entre nosotros», lo que tildó de «deber moral».
A esa parte en concreto ha hecho alusión velada Turull, que además de «irrelevante» ha catalogado como «contradictorio» el discurso del monarca. «Si alguien ha fomentado el germen de la discordia fue él con el discurso del 3 de octubre (…) Él habla de unidad, pero a golpe de toga y bastones», ha censurado en su comparecencia.
El dirigente independentista ha afirmado también que Felipe VI «hace mucho tiempo que ha renunciado a ejercer de árbitro», ya que prefiere «actuar de parte» cuando considera que «está en riesgo lo de atado y bien atado». «A efectos del conjunto de Cataluña es absolutamente irrelevante. Se lo podría haber ahorrado», ha resuelto finalmente con relación al discurso.