Defensa retira a Franco del tapiz de la Academia Militar en la que estudia la princesa Leonor
El Ejército de Tierra tapa su referencia tras una denuncia de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica
El Ministerio de Defensa ha retirado la referencia a Francisco Franco que había en el tapiz de la Academia General Militar de Zaragoza en la que se está formando la princesa Leonor, después de que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) denunciase este hecho en la jura de bandera de la heredera en octubre.
El acto, en el que Leonor estuvo arropada por los Reyes, estuvo presidido por un tapiz que mencionaba al dictador. La insignia alude a la etapa en la que Franco dirigió el centro, una década antes de la sublevación militar, por lo que en principio quedaba fuera del periodo comprendido por la Ley de Memoria Democrática, en vigor desde hace un año y medio. Sin embargo, la ARMH pidió sancionar a los responsables de la Academia Militar de Zaragoza y al entonces jefe de protocolo de la Casa Real, Jaime Alfonsín, quien este lunes dio el relevo al diplomático Camilo Villarino.
Defensa ha venido a dar la razón a la ARMH ya que ha procedido a tapar la referencia a Franco, así como la de los otros dos generales inscritos en dos tapices aledaños. El pasado 20 de febrero, el Ejército de Tierra publicó unas fotos del interior de la Academia, con motivo del acto conmemorativo de la fundación del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC) en 1882, en el que el polémico tapiz aparece sin la mención al «general Franco».
La ARMH registró en octubre, tras el acto de la princesa Leonor, una petición ante la Administración General del Estado en la que solicitaba a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática que sancionase «a los responsables de la Academia Militar de Zaragoza y al jefe de protocolo de la Casa Real por haber propuesto o consentido la exhibición de un tapiz que reconoce al golpista y dictador Francisco Franco».
En opinión de la asociación que preside Emilio Silva, este hecho, además de vulnerar la legislación en materia de memoria, atentaba «contra la dignidad de las víctimas del franquismo al reconocer en un especio público al responsable de terribles e incontables violaciones de derechos humanos».
El tapiz de Franco
El escrito, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, explicaba que durante la última jura de bandera de la Academia Militar de Zaragoza, en la que participaron 41o cadetes, se exhibió un tapiz con fondo rojo y letras doradas en el que puede leerse «Segunda época 20 Febrero 1927. General Franco».
Para la ARMH se trató de un homenaje a un dictador «que ofende a sus víctimas y atenta contra la legislación que sanciona la exhibición en edificios públicos de elementos contrarios a la memoria democrática», que asegura que «carecerán de visibilidad los retratos u otras manifestaciones artísticas de militares y ministros asociados a la sublevación militar o al sistema represivo de la Dictadura».
Los expertos consultados por este periódico consideraron que ese tapiz no puede considerarse dentro de la memoria democrática, ya que refleja un acontecimiento histórico previo a la Guerra Civil. El artículo 1 de la Ley de Memoria Democrática establece que el objeto de esta es reconocer a quienes padecieron persecución o violencia por distintas razones entre el golpe de Estado de 18 de julio de 1936 y la entrada en vigor de la Constitución Española de 1978.
Silva asegura que «nadie imagina una placa en un colegio que recuerde que allí estudió un terrorista o que Austria presuma de que en sus aulas se formó Adolf Hitler y se ponga la excusa de que estudió antes de que fuera responsable del Holocausto». El presidente de la ARMH afirma que «tampoco vemos en el Teatro Campoamor, donde se celebra la entrega de galardones de los premios Princesa de Asturias, un estandarte que rinda homenaje al fundador del teatro».
Vulneración de la ley
«Se trata de un acto consciente, de una vulneración de la ley del reconocimiento a un genocida que alcanzó el poder mediante la violencia y el terror, el saqueo, miles de asesinatos y desapariciones y 40 años sin libertades ni elecciones. Por esa razón no merece ni el más mínimo reconocimiento por parte del ejército de un país democrático que debería rechazarlo públicamente», insistió Silva.
La información proporcionada por el Ministerio de Defensa sobre la Academia General Militar de Zaragoza explica que se trata de un centro docente de la Enseñanza de Formación de Oficiales que depende orgánicamente de la Dirección de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación. Esta pertenece al Mando de Adiestramiento y Doctrina, encuadrado en el Apoyo a la Fuerza del Ejército de Tierra. En este lugar se forman todos los oficiales del Ejército de Tierra, de la Guardia Civil y de los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas. Son ya más de 30.000 los oficiales que jurado bandera en este centro.
Se creó el 20 de febrero de 1882 a propuesta del ministro de la Guerra, el general Arsenio Martínez Campos. De esa manera se constituía un sistema unitario de enseñanza militar. Su primer director fue el general José Galbis Abella. El 8 de febrero de 1893, el entonces ministro de la Guerra, el general José López Domínguez, clausura el centro. La segunda época de esta academia comienza en 1927, cuando Miguel Primo de Rivera, que había sido cadete, propone a Alfonso XIII su reapertura.
Como director elige al general Franco, que ostentó el cargo hasta la disolución de la academia en 1931. Durante esos años cursaron estudios 775 alumnos de tres promociones. Tras vencer la Guerra Civil, el dictador ordenó la reapertura de la Academia General Militar de Zaragoza en septiembre de 1940, poniendo al mando al general Francisco Hidalgo de Cisneros. Desde entonces han cursado estudios más de 29.000 oficiales del Ejército de Tierra, Guardia Civil y Cuerpos Comunes.