Abascal propone por carta a Feijóo cinco acuerdos contra el «autogolpe» de Sánchez
El líder de Vox insta al PP a dejar de «tender la mano a Pedro Sánchez» y «construir una alternativa a la altura»
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha enviado este lunes una carta (abierta) al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, instándole a «abandonar la obsesión de su partido por ganar o perjudicar a Vox» para ponerse juntos «manos a la obra para construir una alternativa al autogolpe» de Pedro Sánchez. En este sentido, le ha ofrecido un acuerdo de cinco puntos para articular una oposición conjunta al Gobierno de España.
La paradoja de la misiva estriba en que Abascal ofrece a Feijóo un pacto, pero antes carga duramente contra él y contra el PP. En concreto, Abascal reprocha a Feijóo haberles pedido no presentarse en Galicia, cuando los populares concurren en provincias como Lleida o Girona, donde no tienen representación, negociar la renovación del CGPJ con el PSOE, estar «obsesionado» con «atacar» a Vox o «torpedear» los acuerdos de gobierno entre ambos a nivel regional.
«Tal y como te he comentado en las escasas ocasiones en las que nos hemos encontrado, creo firmemente que la situación política es de una terrible gravedad; que Pedro Sánchez supone una seria amenaza para España y para las instituciones democráticas. Cuando hablo del golpe de Sánchez no lo hago de una forma retórica ni como un recurso de propaganda. Lo dije en la investidura porque así lo creo y, por desgracia, tampoco en esto me he equivocado», comienza de la misiva, llena de reproches a los populares, pero que alude al «redoblado ataque a la independencia judicial y a la libertad de prensa» como motivo de la necesidad de un pacto.
Una estrategia común
Abascal afea a Feijóo haberle «ofrecido de todas las maneras posibles la conformación de una estrategia común, aparcando durante un tiempo las diferencias que existen entre nuestras formaciones», tales como las referentes a «la Agenda 2030, la regularización de inmigrantes ilegales, la libertad lingüística y otras tantas». Pero el líder conservador lamenta que haya sido en balde.
«Por desgracia, como bien sabes, desde la dirección de tu partido se torpedean a menudo esos acuerdos de gobierno, casi tanto como se dificultó el que se llevaran a cabo. Por el contrario, para nuestra sorpresa (e indignación de muchos españoles), se mantiene la oferta permanente de diálogo y acuerdo con Sánchez y sus aliados», se queja amargamente el líder conservador, que no ha olvidado cómo «desde la desastrosa campaña del pasado mes de julio, obsesionados por minimizar y atacar a Vox, mantienes la mano tendida a quien ha demostrado de todas las maneras posibles que no está capacitado para la responsabilidad del gobierno».
Cinco pactos
Pese a todo ello, aparcando «el orgullo» y en pos de «construir juntos una alternativa viable y urgente», el presidente de Vox ofrece al líder de la oposición: una coordinación de las respuestas políticas, parlamentarias, judiciales y sociales al golpe; un cese inmediato de las negociaciones con Sánchez, en especial las que atienden al gobierno de los jueces; una denuncia internacional continuada del proceso golpista; una defensa conjunta de las instituciones, empezando por los gobiernos compartidos entre PP y Vox; y una «profundización» en los acuerdos de gobierno en estas regiones.
«Confieso que no tengo grandes esperanzas en que atendáis a esta carta», admite Abascal al final de la misiva: «Me he comprometido a hacer todo lo que esté en mi mano para cerrar esta etapa política nefasta, y eso sólo se puede hacer con tu colaboración, así que no tengo tiempo para el orgullo a pesar de tantos desprecios a VOX». «En conclusión, estimado Alberto, cuando te canses de tender la mano a Pedro Sánchez, encontrarás la nuestra para construir una alternativa que esté a la altura de las circunstancias», zanja el líder de Vox.
Tal y como contó THE OBJECTIVE, la estrategia de Vox de cara a las elecciones catalanas y europeas es retratar el «colaboracionismo» del PP con el PSOE, y esta carta abunda en este sentido, retratando a Feijóo como un hombre «obsesionado en acabar» con la formación conservadora y en «tender la mano» a la socialista.