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Las bases de los Comunes culpan del fracaso a Colau por favorecer a Barcelona y su entorno

Los Comunes desaparecen de la provincia y no sacan escaño en Tarragona pese a la polémica del Hard Rock

Las bases de los Comunes culpan del fracaso a Colau por favorecer a Barcelona y su entorno

Albiach, Urtasun y Colau en un acto de los Comunes. | Europa Press

El resultado cosechado por los Comunes, aliado catalán de Sumar, ha puesto en la diana a la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Ella es quien según las bases de la formación ha diseñado las listas electorales y ha llevado al partido a su peor resultado en 20 años. Todo ello a pesar de la influencia ejercida por Yolanda Díaz, que también se volcó en la campaña electoral, pero que según las fuentes de Sumar y de las bases de los Comunes, no tuvo, por ejemplo, un papel predominante a la hora de elegir a los candidatos. 

En este sentido, despierta mucha preocupación el hecho de que en Tarragona los Comunes no hayan sacado un solo escaño. La totalidad de los seis diputados logrados el pasado domingo son de la lista de Barcelona. Y ello a pesar de que los Comunes tumbaron las cuentas presupuestarias de Pere Aragonès en la polémica por el complejo del Hard Rock de Tarragona. Allí donde los Comunes también centraron sus lemas de campaña y donde viajaron para intentar sacar representación, fracasaron estrepitosamente. 

Horas después de este mal resultado, se ha activado un debate todavía no oficial y que apunta, según ha podido saber este diario, a la idea que Colau impuso a sus «amigos» en todas las provincias catalanas, ignorando el peso de los territorios y federaciones locales. En Tarragona, por ejemplo, los Comunes llevaban como cabeza de lista a Yolanda López, exdiputada entre 2018 y 2020 después de sustituir a Jordi Jordan cuando se hizo con la alcaldía de Tortosa.

Peso metropolitano

En las elecciones de 2017, de hecho, Yolanda López que iba de número dos en la lista de los Comunes tampoco sacó escaño. En las elecciones del domingo la acompañaron Mario Téllez y Antonio García. Mientras que otros afines a Colau, Eloi Badia y Elena Ferre, tampoco sacaron representación en Gerona y Lérida. López comentó en la noche electoral que «evidentemente estos no son los resultados que esperábamos y tendremos que hacer una reflexión de partido sobre por qué han sido así, si es que la gente no ha entendido nuestro mensaje». El fracaso en Tarragona, donde viajó la candidata a la presidencia de la Generalitat para reivindicar su política de rechazo al parque temático del Hard Rock, tiene un inevitable valor simbólico.

La candidata de Comuns Sumar a la presidencia de la Generalitat, Jéssica Albiach acompañada por Ernst Urtasun y Ada Colau
La candidata de Comuns Sumar a la presidencia de la Generalitat, Jéssica Albiach acompañada por Ernst Urtasun y Ada Colau. | Agencias

El resultado ha sido que en Tarragona, Gerona o Lérida, Sumar ya no existe. Su media electoral en las tres provincias se mueve entre el 2% y el 3% de votos. En Barcelona, los Comunes han llegado al 8,9% de votos, frente al 9,2% que tenían en las últimas autonómicas. En toda la provincia de Barcelona, alcanzaron un 6,7%, un punto menos que en 2021. El dato global habla del peor resultado desde 1999, muy por debajo de cuando hace diez años disputaban el liderazgo de la izquierda al PSC, confirmando los temores que se percibían en el partido y que adelantó THE OBJECTIVE.  

El sector federalista y de Iniciativa per Catalunya es el más crítico ante la campaña y las decisiones tomadas por Colau. Y aunque las fuentes consultadas admiten que desde algunas corrientes como la de Ernest Urtasun se está empezado a crear una presión interna para debilitar a la exalcaldesa, hasta el pasado domingo fue ella quien ejercía de directora de orquesta de la candidatura y de su estrategia electoral. «Hizo las listas pensando en Barcelona y no en las demás provincias, poniendo a sus amigos de candidatos, y este es el resultado», deslizan desde el sector federalista crítico, que quieren un debate interno per redefinir los equilibrios del partido.

‘Tripartit’ con ERC y PSC

«Colau frenó todo tipo de debate porque tiene miedo a que los de Iniciativa se hagan con el control del partido», añaden, aunque ahora admiten que las perspectivas de los Comunes son tan bajas que será difícil frenar un cambio de modelo o reflexión interna. Yolanda Díaz, por su parte, se involucró en la campaña. No era algo descontado, puesto que lo más fieles a Colau pidieron incluso que todo se gestionara desde Cataluña, tal y como publicó este diario. Pero Díaz y los suyos quisieron estar presentes. Entre otras cosas porque, según varias fuentes, ya se están moviendo para debilitar internamente a Colau. El nombre de Sumar acompañó al de los Comunes.

En la noche electoral, con la candidata Jéssica Albiach aparecieron tanto Urtasun como Colau, además de otros dirigentes como Aina Vidal o Joan Mena. «No es el resultado que esperábamos. Hemos bajado dos escaños. Esperábamos tener más fuerza, pero me gustaría decir que una nueva etapa de izquierdas sí es posible en Cataluña», declaró Albiach. A lo largo de la noche electoral, cuando el PSOE basculaba entre los 41 y 42 diputados, y no estaba claro si los números podían abrir escenarios de gobierno tripartito con ERC, la cúpula de los Comunes vivió verdaderos momentos de pánico.

Ahora, las fuentes consultadas describen una dirección «agarrada a la posibilidad» de un gobierno con PSC y ERC, a la espera de que los republicanos resuelvan sus dudas internas y aclaren cuál es su posición. Pere Aragonès dijo el domingo por la noche que su partido no pactaría con Illa. Pero al día siguiente dimitió de todos los cargos. En los Comunes recuerdan, por otro lado, que los tiempos para la investidura serán largos. Hay que esperar a junio para la formación del Parlament, y de allí empezar el debate para la investidura. Queda, por lo tanto, un mes durante el cual «todo lo que veremos será teatro», explican las fuentes consultadas.

A nivel oficial, el partido de Colau, un aliado esencial para Sumar, repite que su papel es «imprescindible» para el nuevo gobierno «progresista». Aunque todo apunta a que el partido depende de un nuevo tripartit más que nunca. Ya desaparecido de todas las provincias menos Barcelona, los Comunes se han convertido en una formación metropolitana, y además marginal. Y todo ello ante las dificultades de Sumar de presumir de tener al menos un feudo indiscutible. En Galicia y el País Vasco obtuvo un resultado por debajo de las expectativas, y también en Cataluña, donde añadió su nombre a la lista (Comunes Sumar) ha pinchado. Las elecciones europeas de junio serán clave para determinar el futuro de una formación que aún no ha despegado. 

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