ERC se irá a la oposición para que Junqueras lidere el partido tras el congreso extraordinario
En el partido están convencidos de que «ganará» con una «candidatura continuista» tras una legislatura «sin tocar poder»
Dentro de ERC ganan cada vez más peso las voces que prefieren no entrar en un gobierno de Salvador Illa y pasar a la oposición sin obstaculizar la investidura del líder del PSC. La lectura inicial tras los resultados electorales del 12-M es que su acercamiento a los socialistas les ha pasado factura y, ante la notable diferencia de escaños con la primera y segunda formación -PSC y Junts-, creen que los más viable es irse a la oposición y recomponerse como partido para volver con fuerza. No obstante, esta decisión es compatible con llegar acuerdos en el Parlament con un gobierno en minoría de Illa -con o sin Comunes- para que puedan sacar adelante su acción legislativa.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha anunciado que abandonará su cargo, pero ha dejado abiertas las opciones para liderar de nuevo el partido si así lo «avala la militancia» en el congreso extraordinario que celebrarán en noviembre. Fuentes republicanas consultadas por THE OBJECTIVE no tienen dudas de que dejará que se calmen las aguas, que se celebren los comicios al Parlamento Europeo y se postulará en el congreso con «altas probabilidades de ganar».
Pese a la crítica interna a su liderazgo, con corrientes del partido que lo ven «desgastado», muestran su convicción de que Junqueras no renunciará a ser el candidato a presidir la Generalitat. Y está por ver si será, de nuevo, el presidente de ERC. En 2020 cambiaron los estatutos para que tanto él como la secretaria general, Marta Rovira, pudieran acceder a un cuarto mandato consecutivo. Se modificó el punto para que las «consecuencias de la represión política (penas de cárcel, inhabilitación, exilio o causas políticas pendientes de juicio)» no afectará al plazo del mandato.
Travesía en el desierto
«Pasar a la oposición favorece las posibilidades de Junqueras. Con el partido sin tocar poder, la gente es capaz de volver a votarle», explica un cargo del partido. El objetivo del aún presidente de ERC es resistir en esta travesía en el desierto para liderar la próxima etapa tras una legislatura de gobierno socialista.
Desde el Col·lectiu Primer d’Octubre, una corriente crítica de la militancia, articularán una candidatura alternativa, y no hay que excluir que también se presenten otros candidatos, pero consideran que Junqueras tiene todas las papeletas de imponerse con una «candidatura continuista» que englobe también a Marta Vilalta, actual portavoz del grupo de ERC en el Parlamento catalán. A su juicio, la coyuntura desfavorable que atraviesa el partido hace poco probable que haya movimientos profundos o pugnas para liderar esta etapa.
Presidir el Parlament
La opción que toma fuerza es dejar a Illa gobernar -en solitario o con los Comunes– y quedarse en la oposición, pero llegando a acuerdos durante la legislatura, ya que el PSC necesita de aliados parlamentarios para poder impulsar su acción legislativa. Todo indica que ERC se quedará la presidencia de la Mesa del Parlament, pese a ser la tercera fuerza.
En las pasadas legislaturas, Junts y ERC alcanzaban siempre un pacto tácito de que la segunda fuerza en las elecciones obtuviera la presidencia de la Mesa. En esta ocasión, sin embargo, ya se estaría negociando para que fueran los republicanos.
Junqueras quiere demostrar que su estrategia es la ganadora y que ERC «mejora las condiciones de vida» de los catalanes al tiempo que logra arrancar compromisos sobre el «conflicto político» en Madrid, como es la ley de amnistía. En su rueda de prensa de este jueves afirmó que había una «falta de sintonía» entre la acción política de su formación y la «valoración» que habían hecho los ciudadanos. Pero se mostró convencido de su labor política.