Milei reta al Gobierno a que impida su visita a España en junio: «Totalitarismo en sangre»
«Veremos si su gran complejo de inferioridad le permite que los liberales españoles puedan galardonarme», ha escrito
«Veremos hasta dónde le llega el totalitarismo en sangre». Así ha reaccionado el presidente de Argentina, Javier Milei, a una noticia en la que se asegura que el Gobierno estaría dispuesto a vetar la siguiente visita que el jefe de Estado argentino tiene programada el próximo junio a España. Todo ello, después de que la polémica por el cruce de acusaciones entre gobiernos haya crecido hasta límites desconocidos, después de que este martes el Ejecutivo haya retirado a la embajadora de Buenos Aires definitivamente.
«Veremos hasta donde le llega el totalitarismo en sangre. Aviso, yo viajaré a recibir el Premio Juan de Mariana… veremos si su gran complejo de inferioridad le permite que los liberales españoles puedan galardonarme en persona», ha escrito Milei en su cuenta de X, en la que avisa al Gobierno de que acudirá el 21 de junio a recoger el premio del Instituto Juan de Mariana, un think tank liberal asentado en Madrid.
De hecho, el Instituto Juan de Mariana ya ha anunciado la presencia de Javier Milei en el Casino de Madrid para recibir el «Premio Instituto Juan de Mariana 2024 a una defensa ejemplar de las ideas de la libertad». «Javier Milei ha hecho historia al convertirse en el primer Presidente libertario de la historia, pero, sobre todo, al lograr difundir con éxito y eficacia las ideas de la libertad en un país arruinado por el socialismo durante décadas, además de contribuir enormemente a la divulgación del liberalismo a nivel internacional», se puede leer en el comunicado de la organización, presidida por Manuel Llamas.
En anteriores ediciones este galardón lo han recibido personalidades como el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, el escritor Antonio Escohotado, el periodista Federico Jiménez Losantos o el economista Miguel Anxo Bastos Boubeta.
¿Reunión entre Sánchez y Milei?
Este martes en THE OBJECTIVE contamos como la crisis diplomática entre España y Argentina sigue subiendo peldaños en su agravamiento. Pese a ello, el presidente argentino, Javier Milei, ya prepara una próxima visita a España tras las elecciones europeas del 9-J con el objetivo de cerrar las heridas abiertas este domingo con sus críticas a la esposa de Pedro Sánchez en el mitin de Vox, según desvelan fuentes diplomáticas a este periódico.
Milei tiene previsto volver a España el 21 de junio para recoger en el Casino de Madrid un galardón del Instituto Juan de Mariana por su «defensa ejemplar de las ideas de la libertad». Pero con una llamativa diferencia respecto a su polémica estancia de este fin de semana en Madrid: la Casa Rosada -sede de la Presidencia argentina- sí que ha pedido para esa ocasión a las autoridades españolas una reunión institucional con Felipe VI en la Zarzuela y con Sánchez en La Moncloa, por lo que se estaría ante una visita de carácter oficial.
El hecho de que Milei desee ver a Felipe VI y a Sánchez dentro de un mes en Madrid es una prueba, a juicio de las fuentes diplomáticas, de que Buenos Aires quiere resolver la crisis de aquí al citado 21 de junio. Por el momento, no descartan que la escalada de reproches y advertencias diplomáticas siga en aumento, pero dan por hecho que tras los comicios europeos del 9-J las aguas volverán a su cauce para que la visita del presidente argentino se desarrolle con calma.
Sánchez exigió este lunes de nuevo «una disculpa pública» de Milei para superar la crisis y Albares anunció que la embajadora española no regresará a Buenos Aires definitivamente tras llamarla a consultas. Además, el jefe de la diplomacia española convocó este lunes en su despacho al embajador argentino, Roberto Bosch, por lo que el Gobierno ya ha gastado dos balas.
Pero todo ello, fruto de las relaciones históricas que unen a ambos países, podría corregirse tras los comicios europeos si finalmente Milei se aviene a mostrar algún tipo de disculpa como la que tuvo el ministro de Transportes, Óscar Puente, con él. En Exteriores aún recuerdan que el entonces candidato a las presidenciales argentinas llamó al papa Francisco el «hombre del diablo en la Tierra» o el «enviado del maligno» para, una vez proclamado presidente de la República argentina, ir al Vaticano a fundirse en un abrazo con «Su Santidad».