Así resiste Vox en Cataluña: pierde el voto de los barrios ricos pero es segundo en los obreros
El partido de Garriga queda por detrás del PSC en los barrios con menos ingresos, menos estudios y más desempleo
Santiago Abascal e Ignacio Garriga. | Ramon Costa (Zuma Press)
Vox logró mantener sus 11 diputados en las elecciones del 12 de mayo en Cataluña. Y también ha resistido en el País Vasco, dos regiones en las que parecía que iban a obtener peores resultados. En la autonomía catalana creció 30.000 votos más que en los comicios de 2021. Sus buenos resultados se han producido en los barrios más humildes de Barcelona, donde ha quedado como segunda fuerza solo por detrás del PSC, y en las zonas de costa catalanas.
El partido liderado por Ignacio Garriga ha ampliado su base en el litoral catalán, desde el Alto Ampurdán hasta las Tierras del Ebro, pasando por Tarragona con un discurso duro contra la inmigración. En cambio, en los barrios acomodados de la Ciudad Condal ha perdido apoyo respecto a las elecciones anteriores, que se ha ido al PP. Por lo que respecta a las zonas interiores de Cataluña, el voto que cuestiona la inmigración ha ido para Aliança Catalana.
«Proletarización del voto»
El director del Centre d’Estudis Opinió (CEO), Jordi Muñoz, ha subrayado esta característica del voto a Vox. En un apunte en la red social X, ha hablado de la «proletarización» de su voto: «El PP les habría quitado votos en los barrios acomodados, y en cambio lo han compensando con crecimientos en zonas de rentas bajas (y muy bajas)».
La formación verde ha logrado ser segunda fuerza en los barrios con más desempleados, con menos renta y con menos universitarios. Así lo ha reflejado también el periodista de datos, Roger Tugas, de Nació Digital en la red social.
Los barrios con rentas inferiores a los 10.000 euros anuales gana el PSC (42% de los sufragios), seguido de Vox (14,1%). En la misma línea, en los barrios donde hay más de un 30% de parados, los socialistas obtienen el 43,7% de los sufragios y Vox es la segunda opción con el 17,4% de los apoyos. En los barrios donde menos del 10% tiene estudios universitarios, el PSC tiene el 43,3% de los votos y los de Garriga el 18,3%.
Los barrios ricos han concentrado su voto en Junts per Catalunya y el Partido Popular, mientras que en las elecciones de 2021 Vox logró notables resultados tanto en estos barrios como en los más humildes. En esta ocasión, en cambio, el voto de Vox se ha ido al PP, que ha logrado situarse en 15 escaños (mientras que en 2021 obtuvieron solo tres diputados).
Esta campaña electoral destacó porque a último momento el PP cambió su discurso, relegó sus críticas a la ley de amnistía y acuñó un discurso donde vinculaba inmigración y okupación para competir con Vox. Los de Ignacio Garriga han dicho por activa y por pasiva que ha sido gracias a su papel que el resto de formaciones catalanas, como Junts, han empezado a hablar de la cuestión migratoria.
Campaña ‘popular’ de Vox
En las municipales de mayo, Vox ya diseñó una agresiva campaña por todo el territorio con tres ejes claros: la inseguridad ciudadana, el gasto superfluo de las administraciones y la falta de inversión en grandes proyectos.
Una de las claves, según comentario fuentes del partido a THE OBJECTIVE, fue recorrerse el territorio para conocer de primera mano los problemas de los ciudadanos. En especial, haciendo campaña en la periferia. Y el 12-M repitieron la estrategia, doblaron la apuesta con un discurso centrado en la inseguridad y así es como han logrado resistir en Cataluña.
