España reconoce el Estado de Palestina con las fronteras de 1967 y Jerusalén Este como capital
Pedro Sánchez asegura que es una decisión «para alcanzar la paz» y que no va «contra Israel, un pueblo amigo»
El Consejo de Ministros ha aprobado de forma oficial este martes el reconocimiento de Palestina como Estado, con las fronteras de 1967 y Jerusalén Este como capital. «Es una decisión histórica que tiene como objetivo contribuir a que palestinos e israelíes alcancen la paz», ha anunciado esta mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde Moncloa.
El líder del Ejecutivo ha asegurado que España reconoce «un Estado palestino con Gaza y Cisjordania unidas por un corredor y con Jerusalén Este como su capital, unificadas bajo el Gobierno legítimo de la Autoridad Nacional Palestina», por lo que descarta reconocer las fronteras originales establecidas por el Plan de Partición de las Naciones Unidas de 1947. «No reconoceremos cambios en las líneas fronterizas de 1967 que no sean los acordados por las partes».
«Es la única solución para el conflicto. Con Cisjordania y Gaza conectado por un corredor y Jerusalén Este como capital. No es una decisión contra nadie, menos contra Israel, un pueblo amigo, con el que queremos tener la mejor relación posible. Además, esta decisión refleja nuestro rechazo frontal a Hamás, en contra de los dos Estados. España condenó desde el primer momento los atentados del 7 de octubre».
Asimismo, ha vuelto a reclamar una vez más un alto el fuego permanente, la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y la liberación de los rehenes que aún siguen en manos de Hamás.
El planteamiento expresado por Sánchez está alineado con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 242 y 338 y con la posición que tradicionalmente ha mantenido la Unión Europea. El 22 de noviembre de 1967 el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 242, la conocida fórmula «tierra por paz», que exigía la retirada israelí «de los territorios ocupados» en 1967 y «la terminación de todas las reclamaciones o estados de beligerancia». La Resolución 242, por su parte, reconocía el derecho de «todos los Estados de la zona a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, libres de amenazas o actos de fuerza».
Crisis diplomática con Israel
El reconocimiento de Palestina por parte de España, el mismo día que Irlanda y Noruega hacen lo mismo, ha generado una crisis diplomática con Israel. Después de que Sánchez anunciara que se iba a tomar esta decisión, la respuesta israelí fue prácticamente inmediata: la llamada a consultas de su embajadora en España, Rodica Radian-Gordon (y sus homólogos en Irlanda y Noruega) y la convocatoria de la embajadora española en Tel Aviv, Ana María Salomon, junto a los representantes diplomáticos de Irlanda y Noruega, en el Ministerio de Exteriores, donde tuvieron que ver el vídeo del ataque terrorista de Hamás el pasado 7 de octubre contra Israel y, en un gesto inusual en diplomacia, fueron grabados durante la reunión.
la relación con España se tensó un poco más que con los otros dos países, como resultado de un vídeo publicado por la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, en el que respaldaba el reconocimiento y sostenía que «Palestina será libre, desde el río hasta el mar», haciéndose eco así de un eslogan palestino que no reconoce a Israel ya que incluye el territorio que va desde el río Jordán hasta el Mediterráneo.
El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, no dudó en tildar de «antisemitas» las palabras de Díaz y anunció la prohibición de «dar servicio a los palestinos de Cisjordania» por parte del Consulado General en Jerusalén, el encargado hasta ahora de las relaciones con la Autoridad Palestina.
Precisamente, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, había adelantado que el Gobierno no preveía abrir una embajada en Ramala, donde tiene su sede la Autoridad Palestina, sino que iba a seguir gestionando la relación desde el Consulado General en Jerusalén, como hizo en su momento Suecia, el último estado miembro de la UE en reconocer el Estado palestino en 2014.
Katz publicó el domingo un vídeo en X en el que, intercalando imágenes de dos bailaores de flamenco, se mostraban algunas escenas del ataque del pasado 7 de octubre bajo el titular «Hamás: Gracias España», en línea con otros mensajes similares dirigidos contra Irlanda y Noruega en días anteriores.
Este lunes, el ministro de Exteriores israelí ha continuado su andanada contra España, con un mensaje en el que, además de anunciar los detalles de la medida contra el Consulado en Jerusalén, ha advertido de que «los días de la Inquisición han terminado». «El pueblo judío tiene un Estado soberano e independiente, y nadie nos obligará a convertir nuestra religión ni amenazará nuestra existencia: aquellos que nos hacen daño, nosotros les haremos daño en respuesta», ha amenazado.
La partición de Palestina
El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 181 recomendando partir Palestina en tres trozos. El 55% del territorio para un estado «judío», el 45% para un estado «árabe» y la ciudad de Jerusalén bajo gestión internacional.
Poco después, las fuerzas de la coalición árabe, formada por los palestinos, Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Siria, ocuparon el sur y el este de Palestina, que correspondía a los árabes en el plan de la ONU, así como Jerusalén. Sin embargo, en 1949, Israel y la coalición árabe firmaron un armisticio y delimitaron la frontera de Israel con los territorios árabes de Cisjordania y la Franja de Gaza en la llamada Línea Verde. No obstante, tras la guerra de los Seis Días de 1967, que enfrentó a Israel con Egipto, Siria, Jordania e Irak, Israel ocupó Cisjordania y la Franja de Gaza, además de todo Jerusalén, los Altos del Golán sirios y la península del Sinaí egipcia (posteriormente devuelta a Egipto). Israel se retiró de Gaza en 2005, pero una parte de Cisjordania y Jerusalén aún siguen controladas por él.
El Estado de Palestina, proclamado en 1988, obtuvo el reconocimiento como miembro de la Unesco en 2011, y en 2012, como Estado observador no miembro de la ONU.
La franja de Gaza, por su parte, que fue ocupada por Israel hasta 2005, se encuentra desde 2007 bajo el control de facto del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).