Sumar activó su postura dura con el PSOE cuando vio que bajaba del 6% en los sondeos
Los estrategas de Sumar calculan que si la formación cae por debajo de ese umbral, perderá el cuarto escaño europeo
Las alarmas sonaron de forma incesante en el cuartel general de Sumar hace alrededor de diez días. Algunas encuestas, entre ellas las publicadas en El País y el CIS, dieron argumentos sólidos a los más pesimistas del grupo que rodea a la lideresa, Yolanda Díaz. Estas encuestas detectaron por primera vez que la formación rebajaba el umbral del 6% en estimación de voto. Esto significa que podría perder el cuarto escaño europeo, después de aspirar a empatar con los seis de Unidas Podemos de 2019, y asistir a un progresivo repunte de los morados con Irene Montero al mando. Fue en ese contexto cuando Díaz y sus estrategas decidieron dar un giro de 180 grados a su planteamiento político, buscando el choque con el PSOE, ya sin ambages para frenar la sangría electoral.
Primero fue la encuesta de El País, donde Sumar se situaba alrededor del 5,7% en estimación electoral, equivalentes a tres escaños europeos. Después llegó el sondeo del CIS del pasado 23 de mayo, con una horquilla baja de Sumar que por primera vez rompía la barrera del 6% (5,9%). Ambos sondeos, que en el caso del CIS activó el enfado del equipo de Díaz, tal y como adelantó este diario, que entendió que detrás se hallaba una «maniobra» de Sánchez para fagocitar todo su espacio político, también generaron alarma y preocupación. Y se convirtieron en el principal argumento de aquellos en el equipo de Díaz que abogaban por endurecer el discurso político en la recta final de la campaña europea.
En el cuartel general de Díaz, por lo tanto, se entendió que de cara a las europeas hacía falta cambiar el rumbo del discurso político. Y mientras esperaban el resultado de las catalanas del 12 de mayo y los sondeos empezaban a detectar una caída por debajo del 6%, los estrategas de la política gallega hablaban de la «polarización» a la que Sánchez estaba conduciendo el debate político. A partir de ese momento, la vicepresidenta emprendió un alejamiento de sus socios socialistas que de todas formas se debería reconducir después de las europeas: «Yolanda no tiene mucho más capital político que su vicepresidencia», resumen varias fuentes de sus fuerzas aliadas.
Milei y Urtasun
La lideresa de Sumar acabó ejecutando esa estrategia, que fuentes de Sumar sostienen que ya está dando sus frutos. De la noche a la mañana, empezó a desmarcarse del PSOE. Primero con la ley sobre la prostitución, que rechazó y criticó duramente. Díaz dijo que era una «norma prohibicionista y no arreglamos los problemas sociales prohibiendo». Después, con la ley del suelo, el portavoz Íñigo Errejón reprochó al PSOE las prisas en presentar el documento y el intento de atraer al PP en su favor. Finalmente, criticaron el gasto militar.
Sumar reprocha al ejecutivo la «falta de transparencia» y pidió elevar el acuerdo trienal por 1.100 millones de euros en gasto militar para Ucrania al Congreso. En los últimos días, Sumar solo se ha alineado con el presidente socialista en su ataque al presidente argentino Javier Milei y en el reconocimiento de Palestina, cuya medida reivindica.
La clave para las fuentes de Sumar es que Díaz «se juega» toda su credibilidad y capital político en las europeas. Así lo sentencian también en las formaciones aliadas. Nadie tiene dudas: si Díaz no alcanza al menos cuatro diputados el próximo 9-J, su proyección política nacional quedará tocada. Y en Sumar se activará el debate sobre su sustitución, con Ernest Urtasun como principal favorito para el liderazgo nacional del partido y los demás grupos dudosos sobre qué relación mantener con una formación que sigue sin despegar.
Las fuentes consultadas en Sumar sostienen que el giro político de Díaz y de sus portavoces está dando frutos. Sumar estaría frenando la sangría, según estas fuentes, que argumentan que el partido maneja datos que reflejan una recuperación tanto en intención de votos como en estimación electoral. Estaría pasando del 5% nuevamente al 6%, un umbral clave porque garantizaría los cuatro diputados europeos con los que salvar la coalición.
Atraer al votante de IU
Izquierda Unida, que detiene el cuarto peldaño de la lista, mira con enorme interés a esta evolución. Internamente, los sectores críticos con Sumar avisan de que si Manu Pineda se queda fuera del Parlamento Europeo habrá que activar un debate sobre la permanencia de la alianza. Díaz entregó en un primer momento las llaves de Sumar a errejonistas, Más Madrid y Comunes, y eso no sentó bien en IU, con la que ahora la vicepresidenta segunda intenta reconducir la amistad.
El endurecimiento del discurso político tiene, por otro lado, mucho que ver con la esperanza de Díaz de reactivar al electorado de IU. Tal y como publicó este diario, en Sumar calculan que IU puede aportar a nivel nacional un millón de votos. Si los simpatizantes del partido de Antonio Maíllo van a las urnas el 9-J, será casi seguro que Sumar supere el 6% de votos, y con esta cifra se asegurará el cuarto escaño europeo, necesario para recobrar algo de aliento.