Una letrada del Registro Civil: «El 40% de los cambios de sexo son fraudulentos»
Una funcionaria explica que hay miedo a ser denunciados por «delito de odio» cuando no ven claro un caso
Más de un año después de la entrada en vigor de la ley trans, la mayoría de funcionarios de la administración de justicia no sabe cómo hacer frente a los casos de fraude en el cambio de sexo, dado que la norma impulsada por Irene Montero no prevé mecanismos para perseguir este supuesto. Una letrada de un Registro Civil de Cataluña explica a THE OBJECTIVE lo que se encuentra en su día a día. Esta funcionaria, que llamamos María porque prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que «el 40% de solicitudes para cambiar de sexo son de carácter fraudulento».
«Son hombres entre 35 y 4o años, que se no han hecho cambios corporales ni de nombre pero dicen que ahora se sienten mujer», detalla. María asumió en enero esta función en la administración donde trabaja. En estos seis meses calcula que ella sola, sin contar al resto de sus compañeros, ha tenido cinco casos de hombres que han solicitado un cambio de sexo a mujer y que no veía «nada claro» .
Uno de estos casos se había presentado hasta en cinco ocasiones a unas oposiciones que había suspendido: «Me temo que se cambiaba de sexo para presentarse a las oposiciones de mujer». Otro de sus casos era un hombre «a quien no podíamos preguntar nada». Le pareció que era una persona con problemas psicológicos y que hallaba en el cambio de sexo una respuesta equivocada a su situación personal.
Denunciados por «delito de odio»
«La ley dice literalmente que este cambio no puede estar condicionado ni a informes médicos ni psicológicos ni a la apariencia corporal ni al cambio de nombre. ¿A qué me agarro yo, qué instrumentos tengo para denunciar un fraude? Y si hago preguntas por tener dudas puedo arriesgarme a ser denunciada por un delito de odio», añade.
Esta letrada trabaja en un Registro Civil que engloba a tres municipios que suman más de 85.000 habitantes. Pero cualquier persona de España puede dirigirse a su registro e, incluso, si en alguno le deniegan la solicitud puede ser atendida en otro registro. Hasta lograr un cambio de sexo con solo la autopercepción de género, tal y como indica la ley trans.
«Sin unidad de criterio»
Otro de los problemas con los que se encuentran quienes trabajan en este ámbito es que no hay «unidad de criterio» para abordar el fenómeno de hombres que dicen ser mujer con la intención de obtener ventajas, ya sea para pasar unas oposiciones a policía o bombero, u otras cuestiones donde creen que salen beneficiados si pasan a declararse mujer.
La ley del registro civil, de 2011, establece que no sean los jueces, sino los letrados de la administración de la justicia, los encargados del trámite de cambios de sexo, así como de los expedientes de matrimonio o de nacionalidad. Sin embargo, en muchos puntos de España, como en Andalucía, todavía no se ha llevado a cabo la transición completa y son los jueces quienes se encargan de estos trámites, mientras que en la Comunidad de Madrid ya lo hacen los letrados. En Cataluña se ha implantado ya en 30 de sus 49 partidos judiciales.
María sostiene que «algunos jueces no admiten casos si creen que hay fraude», pero desde su punto de vista puede ser constitutivo del delito de prevaricación, ya que la ley no te permite hacer ningún tipo de entrevista. «Cualquier pregunta atenta contra los valores de la ley», apostilla. No obstante, los jueces pueden presentar un cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional para que resuelve mientras que los letrados como ella están indefensos. Además, a diferencia de los letrados, los jueces tienen la capacidad de investigar.
Sin «seguridad jurídica»
Al no haber unidad de criterio, se acentúan las dudas. Algunos funcionarios, por ejemplo, realizan una «audiencia reservada» en los casos que tiene dudas. Se trata de algo parecido a lo que se hace ante dos personas que quieren casarse y una de ellas es de otra nacionalidad y se tiene la sospecha de que el matrimonio no es real y que solo hacen el trámite para que el extranjero pueda lograr la nacionalidad española. Pero ella teme que esto pueda ser también prevaricación.
Su esperanza es que los partidos políticos sumen fuerzas en el Congreso para introducir cambios en la normativa o que un juez plantee una cuestión de inconstitucionalidad: «Está en riesgo la seguridad jurídica, los derechos de las mujeres basados en el sexo biológico están en peligro», concluye.
Se disparan los cambios de sexo
Un total de 5.139 personas acudieron en 2023 al Registro Civil para cambiarse de sexo. Más de 14 por día. Cuatro veces más que el año anterior, 2022, cuando acudieron 1.306. Así lo admitió el Ministerio de Justicia, con datos del sistema de información del propio registro (Inforeg y Dicireg), a consulta de THE OBJECTIVE.
Esto evidencia, tal y como adelantó este medio, que la entrada en vigor de la ley trans ha disparado estas cifras, sobre todo las relativas a hombres que pasan a ser mujeres a efectos legales (el 61,49%).