Sánchez resiste pese a perder dos millones de votos: «Feijóo ha perdido el plebiscito»
El PSOE salva los muebles, pero el PP le gana por cuatro puntos y 700.000 votos. Podemos y Sumar se dejan 876.000 votantes
El 9-J fue una vuelta al 23-J. Las malas perspectivas iniciales, la campaña de victimización, el componente personal y la mejora de las expectativas en las urnas respecto a los sondeos. El PSOE ya había anticipado en la recta final de la campaña que «si nos sacan (el PP) dos escaños, lo salvamos». Y así fue. Dos escaños que les permiten salvar los muebles y quedar aparentemente ‘en tablas’ con el PP, porque los sondeos pronosticaban dos escaños de ventaja para los populares y tres puntos porcentuales. Sin embargo, la demoscopia clavó los escaños, pero no el porcentaje de votos. La diferencia fue mayor de la esperada: 4 puntos porcentuales y 700.000 votos. Y, lo que es peor, los socialistas pierden 2.113.000 votos respecto a las elecciones europeas de 2019, pese a haber fagocitado a sus socios de Podemos y Sumar, que se dejan 876.000 votos respecto a lo obtenido por el espacio morado hace cinco años. En total, los socios de la coalición se dejan casi tres millones de votos: 2.989.000.
En Ferraz, los socialistas se lanzaron a matizar la victoria del PP: «No hay vuelco ni plebiscito. Vamos a seguir peleando contra la derecha, la ultraderecha y contra monstruos del inframundo como Alvise». Es decir, el PSOE considera que aquí «no gana nadie», porque «el PP no puede estar contento con el resultado pero nosotros tampoco». Por ello no hubo celebración, pese a que habían preparado el andamio y los focos que suelen acompañar a las victorias de las noches electorales. La puesta en escena fue comedida, al igual que las líneas argumentales que lanzaron desde Moncloa y Ferraz.
Pese a todo, el PSOE respiró por haber demostrado que «pese a todo lo que está cayendo, el PSOE ha sacado un resultado muy digno». Tras el Caso Koldo y la imputación de Begoña Gómez, los socialistas se consuelan con que las urnas del 9-J han evidenciado que «el partido es férreo» y «quien tiene que revisar estrategia es Feijóo» porque las decisiones de Pedro Sánchez «han sido avaladas» por la ciudadanía. Algunos hablan incluso de «destrastre de Feijóo», a quien culpan de la fragmentación de la derecha, con Alvise Pérez con tres escaños y Vox con seis.
Ribera reconoce el «resultado» de Feijóo
En ello se afanó la candidata del PSOE, Teresa Ribera, compareció pasada la medianoche para reconocer que «no nos conformamos con este resultado» porque «el PSOE es un partido ganador», pero también para dejar claro que el PSOE reconoce el «resultado» del PP pero no su victoria. «Corresponde reconocer el resultado del PP pero destacara algunos matices: lo que ha hecho el PP es absorber todos los diputados de ciudadanos. Sin embargo, el coste de su estrategia electoral ha sido alto». Ribera culpó a Feijóo de que haya surgido una fuerza política más en el espacio de la ultra derecha: «La polarización permanente, la absorción de un discurso político de la ultraderecha, no ha mercado ese espacio. Al contrario. Antes teníamos dos y ahora tres, no es una buena noticia para España».
Ribera culpó a Feijóo de la fragmentación del espacio de la derecha y, en lugar de reconocer su victoria electoral, se refirió al «fracaso» de su estrategia en esta campaña a las europeas: «Si el señor Feijóo se ha empeñado en plantear un plebiscito, está claro que el plebiscito lo ha perdido, ha sido un fracaso», solemnizó arrancando un aplauso de los presentes en su comparecencia en Ferraz.
El PSOE como «dique de contención de la ultraderecha»
Y sacó pecho porque el PSOE esté por encima del 30% de voto, convirtiéndose en el más votado de los gobiernos de la Unión Europea: «Somos el partido estando en el gobierno de toda la UE que ha obtenido un mejor resultado electoral». Un resultado que es «prácticamente idéntico al del 23 de julio», en las elecciones generales, lo cual supone, a su juicio, que «ésa máquina del fango permanente nos ha llevado al mismo resultado electoral, respaldando al Gobierno y al presidente Pedro Sánchez. O sea , de nuevo un fracaso por parte de esa estrategia del enredar del señor Feijóo. El PSOE se mantiene en el mismo punto en que estaba a hace un año».
Respecto a las negociaciones que ahora se abrirán en el terreno europeo para la conformación de un nuevo ejecutivo comunitario, la candidata socialista dejó claro que el PSOE «es el dique de contención de la ultraderecha», con lo que aseguró: «No os quepa ninguna. El PSOE hará valer sus votos. Pero que nadie cuente con nosotros si se quiere incorporar a la ultraderecha. Nos comprometemos a un gobierno europeista. Nos gustaría escuchar al resto de las fuerzas políticas españolas. ¿Dónde va a estar el señor Feijóo?».