Vox trabaja para aglutinar a Le Pen y Meloni en un «supergrupo» en el Parlamento Europeo
El partido de Santiago Abascal es clave para unir a ECR e ID con el objetivo de sumar hasta 141 europarlamentarios
Santiago Abascal y Marine Le Pen durante el acto ‘Viva 24’ de VOX, en el Palacio de Vistalegre, el 19 de mayo de 2024, en Madrid. | EP
Vox ya trabaja para aglutinar a Marine Le Pen y Giorgia Meloni en un «supergrupo» que aglutine a la derecha antiglobalista en el Parlamento Europeo. La formación que preside Santiago Abascal quiere usar sus buenas relaciones diplomáticas con ambas líderes, dos de las grandes vencedoras del 9-J, para conseguir que los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) e Identidad y Democracia (ID) se unan con el objetivo de sumar hasta 141 europarlamentarios, con Víktor Orban, y convertirse en el segundo grupo de la Eurocámara. Ellos son el «pegamento esencial» para esta complicada maniobra.
Los conservadores españoles son conscientes de que van a tener que «limar asperezas» entre algunos grupos, puesto que «ID tiene una deriva algo más prorrusa y en ECR hay grupos que sufrieron bajo el yugo de la URSS». Pero si, como todo hace indicar, Ursula von der Leyen (PPE) vuelve a pactar con Socialistas y Demócratas (S&D) y con Los Verdes, las probabilidades de un frente común contra la inmigración descontrolada y la Agenda 2030 se antoja mucho más probable.
En definitiva, y en palabras del propio Abascal, lo que les une es su rechazo «al globalismo que ataca las soberanías nacionales». Así se expresó el líder de Vox en el evento Europa Viva 24, en el que, ante representantes de ECR e ID, hizo un llamamiento a una «alianza global de patriotas en defensa del sentido común».
En esta gran coalición conservadora tendría cabida el Fidesz de Víktor Orban, expulsado del Partido Popular Europeo y condenado al grupo de los no adscritos en la pasada legislatura. Puede que también la Liga del italiano Matteo Salvini, con quien Vox rompió relaciones hace tres años. El único veto es el impuesto a Alternativa para Alemania (AfD), partido del que la nueva derecha no quiere saber nada por las declaraciones abiertamente neonazis de algunos de sus dirigentes.
Si la operación, para la cual Vox admite ser «clave», resulta un éxito, esta nueva derecha podría sumar más de 141 representantes en el Parlamento Europeo: los 73 de ECR, los 58 de ID y los 10 húngaros de Fidesz, el partido de Orbán. Además, podría incorporarse alguno de los 50 nuevos eurodiputados sin grupo asignado.
En cuanto a Se acabó la fiesta (SALF), desde Vox no cuentan con Alvise Pérez para este «supergrupo». Tampoco creen que esa sea la intención del activista, por cuanto no ayudaría a su relato de ir en contra de la casta política. Su imagen de antisistema le aboca necesariamente a figurar en el grupo de los no inscritos.
Los resultados de Vox
Vox estará representado esta legislatura en Europa por Jorge Buxadé, Hermann Tertsch, Juan Carlos Girauta, Mireia Borrás, Margarita de la Pisa y Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso. Seis parlamentarios que duplican a los obtenidos en 2019, pero que saben a poco después de la buena campaña que, a juicio del partido, se planteó desde Bambú, y que estuvo basada en la idea fuerza de que PP y PSOE son lo mismo porque votan juntos en Europa en el 90% de las iniciativas.
Sin embargo, es evidente que la irrupción fulgurante de Se acabó la fiesta les pasó factura. La agrupación de electores de Alvise Pérez obtuvo 800.000 votos, muchos más de los esperados, y muchos de ellos habrían venido de Vox, aunque también del PP y de la abstención, principalmente. Pese a ello, la formación que preside Santiago Abascal ha optado por congratularle por los resultados y evitar el choque. «Compartimos el hartazgo» de sus votantes, ha despachado Jorge Buxadé al respecto, subrayando también que los votos «no son propiedad de nadie».
