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Díaz explorará una reunificación con Podemos, pero los suyos alertan: «Pedirán su cabeza»

IU y los Comunes hablan de un nuevo frente común con Podemos, mientras Compromís y Más Madrid lo rechazan

Díaz explorará una reunificación con Podemos, pero los suyos alertan: «Pedirán su cabeza»

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. | Europa Press

El terremoto de las elecciones europeas sigue sacudiendo a Sumar. La coalición que lidera (al menos formalmente) Yolanda Díaz es ahora mismo un avispero de posiciones e intereses contrapuestos. Los partidos aliados se dividen entre aquellos que plantean volver al diálogo con Podemos, Izquierda Unida y los Comunes, y los que quieren abortar cuanto antes esa opción, Compromís y Más Madrid. Díaz se aferra al cargo de vicepresidenta segunda del Gobierno, que representa ese «poder real» que la mantiene al mando de una coalición y un proyecto que empieza a hacer agua por todas partes.

Díaz es consciente de que el PSOE quiere que el espacio a su izquierda se ordene, y no se vuelva a repetir la fragmentación de las europeas del 9-J. Los socialistas se encargarán de fomentar la división en la derecha, con el nuevo partido Se Acabó La Fiesta, pero Díaz tendrá la misión de recuperar la unidad de Sumar de las elecciones generales del 23-J. La política gallega se juega su futuro en esa difícil operación, en la que se le presentan por delante obstáculos de todo tipo.

El primero es mantener el equilibrio de sus socios. Aunque no haya trascendido a nivel público, Sumar ha renunciado de facto a su vocación de partido político tradicional. Mientras medios y analistas especulaban sobre un presunto proyecto bicéfalo vasco, al estilo del PNV, se ha ido imponiendo la versión más radical, adelantada por este diario, que pasaba por una sustancial eutanasia del proyecto de partido. «Yolanda lo ha dado por finiquitado», era uno de los mensajes que circulaban en Sumar poco después de las elecciones europeas, cuando Díaz salió de la coordinación de Sumar.

Modelo colegiado

Este diario también adelantó que la táctica de Díaz pasaba por diluir las responsabilidades en su partido a través de una gestora colegiada (así se hizo) y de repetir el mismo esquema para la mesa de negociación de toda la coalición, donde se establecerán líneas políticas y listas electorales. Todo apunta a que este será el esquema elegido para garantizar algo de futuro a una coalición que, aun así, vive días de enorme tensión y tiene muchas incógnitas por delante.

El problema es que un sector de Sumar busca una reunificación con Podemos que otro segmento rechaza. Izquierda Unida, muy afectado por la exclusión de su candidato del grupo de Sumar que irá al Parlamento Europeo, no quiere esperar y busca una fórmula a la francesa (el «nuevo frente popular») para volver a pactar con Podemos. La sensación palpable en IU es que el «experimento» de Yolanda Díaz ha fracasado y ahora hay que recoger cable. Los Comunes catalanes abordan un debate parecido tras perder el derby con Podemos en las europeas. Más Madrid y Compromís, en cambio, asustados por el temor a perder cuotas de poder territorial, no quieren saber nada de un revival de Unidas Podemos.

Aun así, las fuentes consultadas sostienen que Díaz ya habría aceptado la opción de negociar con Podemos algo parecido a un apaciguamiento. La lideresa de Sumar habría encargado al dirigente catalán Ramón Luque, de tradición comunista, explorar esa vía. Todo ello mientras ha empujado en la dirección colegiada de Sumar a Txema Guijarro, considerado un dirigente capaz de «calmar» a Compromís, y de paso a Más Madrid. Una de cal y otra de arena, en definitiva, para que Díaz entienda exactamente cuáles son los límites de su actuación política en el nuevo ciclo. Porque que después de las elecciones europeas se ha abierto un nuevo ciclo político ya no lo duda nadie. Solo hace falta comprender los márgenes del mismo.

Las «cabezas» de Díaz y Errejón

Y es en esa hoja de ruta que algunos afines a Díaz ya le están susurrando a la política gallega que no se equivoque, que la reunificación con Podemos no es posible, porque los morados exigirían antes o después «su cabeza». «Van a pedir la cabeza de Yolanda Díaz, y después la de Errejón», aseguran las fuentes consultadas, que añaden que «las pedirán en una bandeja, y no de plata». La posibilidad de ese acuerdo es para esas fuentes algo equivocado de plantear, porque obligaría a romper con Más Madrid y Compromís, e inviable si Díaz quiere mantener en los puestos de mando a todos sus fieles.

Podemos, por otro lado, cree que el grupo parlamentario de Sumar no aguantará toda la legislatura, y ya se preparan a unos posibles comicios adelantados. De momento, Podemos mantiene una actitud al mismo tiempo abierta a dialogar con Sumar (Montero dio la orden en la campaña electoral de no atacar a Díaz, como publicó este diario) y con vocación de reflotar a su formación, para insuflar ánimo a sus militantes y simpatizantes después de un año de miserias.

Aun así, mientras los principales espadas empiezan a mirarse para ver quién hará el primer movimiento, las tropas digitales de ambos sectores no pierden tiempo para lanzarse ataques cruzados. El problema, sostienen aquellos que se muestran a favor de un reencuentro entre Sumar y Podemos, es que si se adelantan las elecciones generales difícilmente quedará otra opción viable. Aunque existan sectores tanto en Sumar como en Podemos que ya están trabajando para frustrar el reencuentro.

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