Robles evita hablar sobre la polémica ausencia de ministros en la gira del Rey por el Báltico
La ministra de Defensa no quiere deslucir su visita a la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire
La ministra de Defensa, Margarita Robles, en su visita a la UMAER. | Fotos: Alberto Ortega (EP)
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha evitado este lunes hablar en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) de la polémica ausencia de ministros en la visita oficial de Felipe VI a los países bálticos y se ha remitido a las declaraciones que pueda hacer este martes en Letonia, a donde viajará en un desplazamiento que no estaba programada y que se anunció el domingo para acompañar al Rey en su última etapa de la gira.
Robles ha justificado su decisión para no deslucir su visita a la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacio (UMAER), después de que los militares de esta unidad hayan conseguido el hito de realizar tres evacuaciones diferentes en tres continentes distintos en poco más de una semana.
La ministra ha destacado la «generosidad, eficacia y profesionalidad» de los miembros de la UMAER en una labor, la de salvar vidas, que ha lamentado que no se conozca y valore entre los ciudadanos en su justa medida. «Lo que hacen es muy grande. Voy siguiendo a todos los heridos que traen y si están vivos, es gracias a ustedes», les ha dicho.
La teniente coronel Pilar Salvador, jefa de la UMAER, ha recordado que el Ejército del Aire no tiene un avión medicalizado de forma continua para realizar las operaciones de evacuación, sino que dispone de los Airbus y Falcon oficiales para montar y desmontar el operativo para cada caso.
En este sentido, Salvador ha anunciado que a finales de este año se validará un Airbus militar 330 con capacidad para transportar a 24 pacientes encamados estables, o bien seis críticos y doce estables, por lo que España se equipará a Alemania en este terreno de las aeroevacuaciones. Además, también se validará un helicóptero NH-90 para transportar a un crítico, que se unirá al Super Puma ya existente para casos de un único paciente.
La UMAER está preparada para salir a cualquier parte del mundo con el personal y el material adecuado e individualizado en apenas dos horas, siempre que las variables operativas lo permitan. Los miembros de esta unidad están en alerta los 365 días del año, las 24 horas al día. Una de las evacuaciones más mediáticas de los últimos meses ha sido la de un joven vasco que sufría una pancreatitis en Tailandia y que fue trasladado en abril a España en un operativo en el que se movilizó el Airbus que habitualmente utilizan los Reyes y los ministros del Gobierno.
Álex García, basauritarra de 36 años y residente en San Sebastián, se encontraba ingresado en la UCI del hospital Samitivej de Bangkok tras haber sufrido una pancreatitis aguda cuando estaba de viaje en el país asiático. La propia UMAER ha dado la sorpresa a la ministra con una videoconferencia con el paciente, quien se encuentra ya muy recuperado.
Después de anunciar que hoy va a recibir el alta médica, Álex ha dado las gracias a todo el equipo y al Ministerio de Defensa: «Os estaré agradecido de por vida. Si no hubiera sido por vosotros en ese momento, no hubiera sobrevivido». Por su parte, la ministra se ha sumado al agradecimiento y ha reconocido sentirse emocionada, puesto que recientemente había hablado con su familia sin que mencionaran la cercanía de la fecha de alta: «Ha sido una sorpresa preciosa, viniendo hacia aquí nadie me había dicho nada. Todos eran cómplices», ha bromeado con el equipo de la UMAER.
Desde su creación en febrero de 2003, esta unidad del Ejército del Aire ha realizado 419 misiones con un total de 2.809 personas trasladadas en distintas modalidades. Además, la UMAER participa en la extracción de personal no combatiente en zonas de conflicto y en los dos últimos años ha ayudado en el traslado de 165 militares ucranianos con lesiones muy graves para su atención en los hospitales militares de Madrid y Zaragoza.
Su equipo, altamente especializado, está formado por médicos, personal de enfermería y auxiliares, entrenados para estabilizar al paciente y aplicar los procedimientos necesarios para mantenerlo con vida. Se desenvuelven en aeronaves dotadas con la tecnología sanitaria propia de las unidades de cuidados intensivos; pueden realizar pruebas diagnósticas y aplicar tratamientos durante el vuelo.
