Podemos quiere imponer primarias si hay reunificación con Sumar para humillar a Díaz
Los morados enfrían la opción de la unidad con Sumar, aunque saben que un adelanto electoral forzaría esa dinámica
La candidata de Podemos a las europeas, Irene Montero, junto a la secretaria general del partido, Ione Belarra. | Carlos Luján / Europa Press
Podemos enfría de momento la posibilidad de una reunificación con Sumar. Los portavoces del partido morado sostuvieron después de las elecciones europeas que su hoja de ruta autonomista se mantendría en el futuro. Pero las fuentes consultadas tanto en Podemos como el espacio de Sumar creen que si el Gobierno se ve obligado a convocar nuevas elecciones generales, esa dinámica se impondrá para revalidar la coalición y evitar que el bloque de las derechas se haga con el Ejecutivo. En ese caso, los morados sostienen que exigirán que se celebren primarias para decidir las listas electorales e incluso el candidato de la coalición. Y en esas primarias, según añaden, Yolanda Díaz quedaría muy tocada.
Cuando Díaz diseñó su candidatura en las generales del 23-J, evitó celebrar primarias para que Podemos no pudiera hacerse con los principales puestos de salida. Aquella herida, que derivó en la exclusión de Irene Montero y otros dirigentes de Podemos de la candidatura, sigue sangrando. Y los morados ahora se sienten más fuertes como para imponer esta condición si el Gobierno de Pedro Sánchez pierde los apoyos en el Congreso y se ve obligado a convocar elecciones adelantadas.
Según las fuentes consultadas, Díaz no quiere someterse a unas primarias, aunque no quiere renunciar a liderar la futura candidatura. Todas las espadas siguen en alto. Los morados creen que Díaz no quiere avanzar hacia una reunificación, pero sospechan que la política gallega buscará la fórmula para culpar a Podemos del fracaso de un acercamiento. De ahí que el partido de Irene Montero y Ione Belarra estudie poner como condición principal para un apaciguamiento electoral someter a unas primarias las listas de la futura candidatura, que casi seguramente no se llamará Sumar (el partido de Díaz no será el «paraguas» de la coalición, sino una formación más en una alianza electoral).
Así lo confirman también desde el espacio de Sumar, donde sostienen que Podemos «no puede aceptar un acuerdo si no hay primarias a las que se someta Yolanda». Creen, además, que la vicepresidenta segunda tendrá difícil aceptar esta condición, por miedo a perderlas. «Podemos hará lo posible y lo imposible para que pierda», agregan.
Empate en las europeas
Podemos logró un empate técnico en las últimas elecciones europeas que han inflado de ánimo a la dirección morada. Los miembros de este partido repiten como un mantra «nos daban por muertos», pero los comicios europeos los han devuelto a la vida. De ahí que en el Congreso de los Diputados los morados descarten volver al grupo parlamentario de Sumar. Es más, vaticinan que el mismo se romperá pronto por el fuego cruzado de las formaciones que participan en él.
El partido morado se desmarcó de Sumar para hacer política de forma autónoma, y «hoy no va a ser distinto», afirmó el portavoz Javier Sánchez Serna en pasado 11 de junio. Aun así, los de Irene Montero son conscientes de que Sánchez ha encomendado a Díaz resolver el embrollo a su izquierda. Sánchez sabe que si Podemos y los aliados de Sumar van por separado, sus posibilidades de revalidar en el Gobierno se reducen drásticamente.
Fuentes gubernamentales del PSOE insisten, por otro lado, en que Sánchez no tiene ninguna intención de adelantar las elecciones generales. Aunque descarrile la investidura de Salvador Illa y en Cataluña se vuelva a votar en octubre, estas fuentes creen que Sánchez no adelantará las generales. Pero nadie puede entrar en la cabeza del presidente del Gobierno, que ha sorprendido en más de una ocasión a los suyos, y que podría enfrentarse a un escenario endiablado en el Congreso que le obligue, aunque no quiera, a convocar nuevas elecciones.
Primarias para señalar a Díaz
«Sánchez no disolverá las Cortes hasta que no tenga algo amarrado fuera de España», sostienen estas fuentes gubernamentales del PSOE, aunque tanto en Sumar como en Podemos se preparan para todos los escenarios. De ahí que algunos referentes de la izquierda alternativa al PSOE lleven días calentando la hipótesis (y necesidad) de un reencuentro entre Sumar y Podemos. Como publicó este diario, Izquierda Unida y los Comunes ya han apelado a ese movimiento. Compromís y Más Madrid, sin embargo, frenan: no quieren que se hable de esta opción porque consideran que una reunificación con Podemos reduciría su cuota de poder tanto territorial como en la nueva coalición.
Los morados, por su parte, vaticinan ya una guerra de todos contra todos en el grupo parlamentario de Sumar. «No resistirá», dicen. Pero si todo fracasa, los morados saben que para su electorado será importante no trasladar la idea de que ellos han torpedeado la unidad en la izquierda. Máxime si en las elecciones francesas el Nuevo Frente Popular alcanza un buen resultado electoral.
Así que estudian la manera para lanzar la pelota en el tejado de Díaz, y que sea ella quien tenga la última palabra. Podemos, en definitiva, quiere vengarse de la negociación de las elecciones del 23-J, en la que no se atrevieron a romper con Díaz por miedo al qué dirán entre sus votantes y militantes. Esta vez, en cambio, Podemos tiene claro que deberá adelantarse y poner sobre la mesa algunas exigencias claras para dejar a Díaz la última palabra. Y entre estas exigencias, se encontrará la celebración de primarias.
