El PP, ante el «shock» de pactar el CGPJ: «Ya no podremos criticar las tropelías de Sánchez»
Cargos ‘populares’ se resignan y señalan que «el que toma las decisiones tendrá todos los datos»
Cargos y dirigentes del Partido Popular se preparan para hacer frente a lo que algunos han calificado de «shock», como ha sido el acuerdo alcanzado por su formación política con el Gobierno de Sánchez para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), después de las críticas que unos y otros se han lanzado sobre la utilización política que consideran que el PSOE ha hecho de la Justicia. Algunas fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE se lamentaban de que «si Sánchez sigue con sus tropelías, difícilmente vamos a poder criticarle», y cargos del PP mostraban su falta de confianza en que Sánchez lo cumpla, aunque si lo hace, señalan, «gana la independencia judicial».
La tensión en el PP ante la posibilidad de que se alcanzara el acuerdo ha ido creciendo en las últimas semanas y a primeras horas de la mañana de este martes, antes de que se anunciara, en algunos cargos de esta formación política no se creían que podía llegar a suceder. Las reacciones han sido dispares y van desde aquellos que le concedían a Feijóo el beneficio de la duda de que a lo mejor no había más remedio que llegar a este acuerdo; a los más críticos que se mostraban temerosos del coste electoral que puede tener para el PP.
Los más benevolentes con Feijóo señalan que, «en principio, es chocante y un shock para nosotros», pero afirman con resignación que «en los momentos políticos hay que saber adaptarse. Ante una misma situación, las cosas evolucionan. Soy partidario de pensar que el que toma las decisiones tiene todos los datos de los que carecemos los demás, porque no estamos en la negociación. El jefe, la secretaria general son los que tienen toda la información».
Igualmente, son conscientes de que «el ciudadano de a pie puede pensar que es una contradicción con lo que venía haciendo el PP. Si se toma esa decisión, puede haber decisiones justificadas que desconocemos y tengo que confiar en esa toma de decisión que está de acuerdo con los intereses generales y con los del partido».
Los más críticos aseguran que puede ser «un error» y que la situación se puede volver «muy complicada» para el PP. A juicio de este cargo del PP, «lo que no puedes explicar es muy difícil hacerlo en política. Si ahora resulta que es bueno, ¿por qué no lo ha sido antes?». Sin embargo, el hecho de que en el acuerdo se contemple la redacción de una proposición de ley conjunta entre el PP y el PSOE para dejar en manos del nuevo CGPJ el sistema de renovación ha venido a calmar a un sector de los populares.
Desde el entorno de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, muy crítica siempre con la posibilidad de pactar nada con el Gobierno de Pedro Sánchez, se califica de «gran éxito de Feijóo defendiendo la independencia judicial: renovación inmediata del CGPJ y aprobación de una reforma de la Ley orgánica del Poder Judicial en la misma sesión plenaria del Congreso de los diputados, en julio». Además, ponen en valor que «el Gobierno no podrá señalar al presidente del Tribunal Supremo: por primera vez serán los nuevos vocales del Consejo los que escojan al presidente por un mínimo de 12 votos y sin candidatos sugeridos por parte de los partidos políticos. Y todos los acuerdos se adoptarán por 13 votos».
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, admitió este martes, durante su comparecencia ante los medios de comunicación para valorar el acuerdo, que había recibido «presiones» y se mostró dispuesto a asumir el coste político de esta decisión. «Hemos aceptado negociar con todo lo que está ocurriendo. Sé que habrá gente que se preguntará por qué hemos aceptado negociar con el actual presidente del Gobierno sobre esto, con lo que está ocurriendo en nuestro país en el último año y en los últimos días sabemos distinguir entre la oposición al Gobierno y la lealtad al Estado. No ha cambiado la negativa consideración del Gobierno ni con las grandes cuestiones de Estado».
Finalmente, para templar suspicacias, señaló que «ni ha cambiado la negativa consideración que nos merece el actual Gobierno, ni tampoco nuestra responsabilidad hacia las grandes cuestiones de Estado. En el lado contrario, es posible que otros ciudadanos quieran intuir un nuevo clima entre los dos grandes partidos y debo aclararles inicialmente que no soy optimista porque estoy convencido de que el Gobierno no ha cedido este acuerdo por convicciones, sino por obligación».