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Podemos se fija como prioridad romper Sumar por dentro: «El grupo parlamentario reventará»

Podemos apela a la misma «gran coalición» en Bruselas y Madrid para romper Sumar y preparar el regreso de Montero

Podemos se fija como prioridad romper Sumar por dentro: «El grupo parlamentario reventará»

Irene Montero en la sede de Podemos

La aprobación del nuevo Consejo General del Poder Judicial, con un pacto entre el PSOE y el PP, es lo que se puede considerar como un momento disruptivo. Así, por lo menos, lo cree Podemos, partido en el que han aprovechado lo ocurrido para lanzar una campaña crítica con el Gobierno bajo el lema de la «vuelta de la gran coalición». El acuerdo ha cogido a Sumar con el paso cambiado. El equipo de Yolanda Díaz sabía lo que se estaba cocinando entre socialistas y populares, pero los aliados de Sumar, que conforman el grupo parlamentario de la lideresa gallega, aseguran que desconocían los pormenores del mismo. Íñigo Errejón tuvo en dos días que dar dos versiones sustancialmente contradictorias sobre lo ocurrido. Y en Podemos se frotan las manos. El grupo parlamentario de Sumar, aseguran, «no aguantará, va a reventar».

Los morados son conscientes de la debilidad orgánica de Díaz. Saben que la lideresa gallega no tiene el respaldo de un partido político como tal, sino que legitima su poder y liderazgo con un artefacto construido a su imagen y semejanza, donde ha promovido a dirigentes desconocidos hasta ahora. Muchos de ellos, con escaso conocimiento de la política y más centrados en su promoción personal y en la vicepresidencia segunda del Gobierno. «Yolanda solo tiene la vicepresidencia, porque el partido ya ha decidido que está muerto. Pero la vicepresidencia no es poco, en cuanto a visibilidad es muy importante», es la reflexión que varios miembros del espacio de Sumar trasladan ante la pregunta sobre el presente y futuro de la coalición.

El problema es que Sumar no es algo monolítico, sino todo lo contrario. Y los rumores sobre un posible acercamiento a Podemos, recogidos por este diario, han alimentado más la tensión interna. Algunos grupos minoritarios, como Compromís, la Chunta o Més están claramente en contra de cualquier acercamiento a los morados. Pero Díaz sabe que el futuro pasará inevitablemente por allí, aunque públicamente enfría esa opción. Tanto por puro pragmatismo electoral como por las presiones que recibe y recibirá de Pedro Sánchez de tener que adelantar las elecciones. En Sumar las fuentes consultadas ya no descartan ningún escenario. Es más, aseguran que temen esa opción como «nubarrones».

Guerra de guerrillas

Por el otro lado de la orilla, Podemos se frota las manos. Los datos de los morados no son como para lanzar cohetes. Pero han salido de la UCI de la política y creen que su planteamiento de guerra de guerrillas contra Sumar y el PSOE les hará ganar puntos ante su electorado. Centran el tiro en el grupo parlamentario de Sumar, al que ven debilitado y con muchas discrepancias en su interior. El grupo parlamentario de Sumar está formado por 27 diputados. De ellos, cinco son de Izquierda Unida; seis de los Comunes; diez de Sumar (partido político); dos de Más Madrid; dos de Compromís, uno de la Chunta y uno de Més per Mallorca.

Los morados han centrado su posición díscola en la política internacional con un ataque feroz contra Israel y el rechazo al envío de las armas a Ucrania, todo ello envuelto en una presunta defensa sin ambages de la «paz». Puede parecer un discurso naíf, pero en Podemos creen que han dado en el clavo. Además, se preparan para una confrontación por tierra, mar y aire en la negociación presupuestaria, donde denunciarán presuntos pactos entre el PP y el PSOE por recortar el gasto social, de acuerdo con las órdenes europeas.

Podemos convertirá el lema de la «gran coalición» en su bandera de aquí a los próximos meses. Y lo hará en una estrategia cruzada que desde Bruselas llega a Madrid, para permitir así la vuelta de Irene Montero cuando se celebren los próximos comicios generales. Montero, aseguran todas las fuentes consultadas, no ha ido a Bruselas para quedarse, sino que volverá a España. Y lo hará en el marco de una venganza política y personal contra todos aquellos que a lo largo de los últimos años han buscado enterrar política a ella y Pablo Iglesias. Otra cosa es que, según comentan más fuentes en Podemos, la experiencia belga está resultado muy agradable.

Regreso de Montero

A todo ello, Podemos ya ha activado una estrategia de ‘divide y vencerás‘ que pasa por fragmentar por dentro a Sumar, intentando atraer Izquierda Unida a su bando, y recuperando la entente privilegiada en el Congreso con los nacionalistas. Sobre todo con ERC, ya que Bildu todavía sigue más alineado al PSOE. Pero con ERC las relaciones son buenas, y la coincidencia en el discurso político notable.

Así que entre una legislatura que tarda en despegar, las políticas sociales difíciles de resolver y los intereses cruzados de los aliados de Díaz, el vaticinio que se escucha casi a diario en la casa morada es que Sumar, tal y como está diseñado, «no aguantará». Es decir, que el grupo parlamentario antes o después se romperá en dos, con diputados de uno u otro partido que romperán la disciplina de voto, minando el liderazgo y la legitimidad de Díaz. Todo ello bajo la mirada interesada de Podemos que, por un lado, busca atraer a los rebotados del proyecto yolandista y, por el otro, tensa la cuerda para acercarse a unos votantes cada vez más alejados del partido que hace tan solo un año quiso fagocitar a la formación de Iglesias y Montero.

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