Lío en ERC tras un cartel procedente de sus filas contra los Maragall: «Fuera el alzhéimer»

La aparición de un cartel denigratorio contra Ernest Maragall, candidato de ERC en Barcelona, en el marco de la campaña de las municipales del 28 de mayo del año pasado, enrarece aún más el ambiente dentro del partido, después de salir a la luz hace unos días que estas pancartas salieron de las filas de la propia formación. El cartel en cuestión incluía el lema «Fuera el alzhéimer de Barcelona», acompañado de la imagen del alcaldable junto a su hermano Pasqual Maragall, expresidente de la Generalitat y que padece desde hace años esta enfermedad degenerativa.

Ernest Margall presentó una denuncia en su momento para esclarecer los hechos, pero la retiró meses más tarde cuando desde el partido le comunicaron que la iniciativa procedía del seno de Esquerra, algo que se desconocía públicamente hasta ahora, a propósito de una investigación al respecto publicada por el diario Ara. La formación republicana admitió el lunes los hechos, provocando un lío interno en un momento especialmente delicado para ellos, tras su batacazo en las elecciones catalanas y mientras se debaten si pactar con el PSC una investidura de Salvador Illa o resucitar el frente independentista con Junts y abocar a la comunidad a una repetición electoral.

Su portavoz, Raquel Sans, aclaró este lunes en una rueda de prensa que la dirección del partido apartó al autor de los carteles de sus «actividades laborales» cuando confesó los hechos, después de verse cercado por la investigación policial, aunque no quiso revelar su identidad. Según el citado diario, el viceconseller de Estrategia y Comunicación del Govern, Sergi Sarià, en el cargo desde febrero y anteriormente director de la Oficina del President, estaba al corriente de los hechos.

Por su parte, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha «rechazado frontalmente» este martes los carteles denigratorios y ha desvinculado por completo al ejecutivo de los mismos: «Ahora mismo no existe ninguna relación entre estos hechos, la acción del Govern y sus miembros». Entre tanto, diversos dirigentes de ERC han pedido a la dirección del partido que depure responsabilidades, según recoge EFE.

Maragall señala al ex ‘dircom’

Pero la polémica no ha terminado aquí, pues este martes Ernest Maragall ha señalado al «entonces director de comunicación» de los republicanos, Tolo Moya, como responsable orgánico de los carteles que aparecieron durante la campaña de las municipales de 2023 contra él y su hermano. A través de un comunicado compartido a través de su perfil en X, el excandidato de ERC afirma que, cuando supo por investigaciones judiciales que la campaña difamatoria venía desde dentro del partido, contactó con la dirección y los órganos centrales de ERC, y que «pronto quedó claro» que Moya era el responsable de los carteles.

Maragall ha remarcado que Moya era, de acuerdo a las investigaciones practicadas, quien mantenía contacto con los que ejecutaron la acción de colocar los carteles ofensivos. El exdirigente republicano ha matizado que el mismo encargado de comunicación «presentó sus excusas formales por lo que él también consideraba unos hechos lamentables que se habían producido por falta de control suficiente por su parte».

Ha añadido que, cuando conoció que la acción venía de dentro del partido, y al estar ya fuera de responsabilidades institucionales y orgánicas, decidió que lo mejor era archivar las actuaciones como una decisión «tomada a conciencia para evitar unos hechos lamentables, pero ya cerrados y de imposible repetición», según la nota recogida por Europa Press.

En respuesta a los señalamientos de Maragall, Tolo Moya ha hecho lo propio y ha compartido otro comunicado en el que ha admitido que existe un grupo dentro de los republicanos que está detrás de estos carteles ofensivos. En una nota compartida al programa El Món a Rac1 de la emisora Rac1, ha afirmado: «Estoy muy tranquilo, quiero que se haga una investigación, en este caso expondré las pruebas que demuestran quién es el ideólogo de este grupo, de cómo funcionaba, y de hasta dónde llegaba el conocimiento de todo eso».