El presidente de Puertos del Estado se quejó al descubrir que había una oferta más barata
El presidente a su ‘número dos’: «La otra oferta nos garantiza una semana y a mitad de precio»
El expresidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, en la comisión del 'caso Koldo' en el Senado.
Marzo de 2020. Justo al inicio del confinamiento. La segunda oferta que llegó al Ministerio de Transportes para traer mascarillas de China cayó como un trueno en el departamento de José Luis Ábalos. El entonces presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, admitió en un correo electrónico a su número dos, Álvaro Sánchez Manzanares, que la propuesta de Natural Systems garantizaba la llegada del suministro en una semana «y a mitad de precio».
Unas condiciones muy diferentes y más ventajosas para el erario público que las que había presentado Soluciones de Gestión, por lo que Toledo amagó con romper el contrato que había firmado la víspera con la empresa zaragozana. «Si estos son los plazos estoy por rescindir», le dijo a su subordinado, según los documentos y emails a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
La citada oferta de Natural Systems llevaba el mismo día de expedición que la de Soluciones de Gestión -20 de marzo de 2020-, pero entró en el registro oficial del ministerio de Ábalos el 23 de marzo a las 08.58 horas. Rápidamente, Sánchez Manzanares informó de ello a Koldo García, el asesor de confianza del ministro. «Koldo, esto acaba de entrar por correo electrónico», le indicó esa misma mañana, a las 14.08 horas, adjuntándole la propuesta que rivalizaba con la de Soluciones de Gestión. «Nos ofrecen 8 millones, a 1,35 euros, plazo de entrega 7 días. Ya me dices», fue la información que el secretario general de Puertos del Estado le transmitió.
En ese momento, Soluciones de Gestión ya estaba dilatando el plazo de entrega de 48 horas al que se había comprometido en la factura proforma y no atinaba a precisar de dónde vendrían las mascarillas. El día 23, que era un lunes, estaban a la espera de una contestación «de la fábrica de Malasia/China» para saber si había suficiente stock de cubrebocas, ya que su oferta del viernes 20 no se había firmado hasta el día siguiente y habían perdido la oportunidad de ordenar el pedido. «Nos han puesto en cola por detrás de Holanda y Francia», le advirtió Ignacio Rotaeche, uno de los detenidos en el caso Koldo, al número dos de Puertos del Estado a las 22:10 horas de ese día.
Si bien Soluciones de Gestión confirmaba la reserva de los ocho millones de mascarillas, no era el cargamento previsto inicialmente. «Verás (que) tienen la misma homologación que la otra y (que están) certificadas por la Unión Europea», le intentó tranquilizar al alto cargo de Puertos del Estado, así que «solamente» quedaba por amarrar el flete aéreo para ir al sudeste asiático y traer «las primeras (entregas) de 4 o 2 (millones) dependiendo del avión que nos proporcionen el jueves», que era el 26 de marzo.
Apenas 15 minutos después, Sánchez Manzanares le respondió al mensaje apremiándole a que fijase la hora de salida de la carga de mascarillas hacia Malasia «y la cantidad que puede traer». También, para tranquilidad de su interlocutor, le garantizó que Puertos del Estado abonaría el primer pago al día siguiente. «Mañana hacemos transferencia a primera (hora), ¿ok?», le dijo a Rotaeche ya de noche.
Al día siguiente, el martes 24 de marzo, la planificación empeoró aún más. A las 07.32 horas de la mañana, Rotaeche escribió a Sánchez Manzanares con las novedades, que consistían en una planificación de «3 o 4 entregas» de los ocho millones de mascarillas en función de las capacidades de carga de los aviones «que encontremos en el mercado». Todo ello en un momento en el que el mercado de flete de carga estaba «saturadísimo» y cuando se había perdido la oportunidad de dar la orden el viernes 20. «El tiempo transcurrido entre la pasada semana y esta ha supuesto la rotura del mercado de fletes», le advirtió en tono pesimista.
En todo caso, desde Soluciones de Gestión se ofrecía un primer cronograma de entregas sin estar todo cerrado. El primer envío sería «de aprox. 2 millones de mascarillas» y saldría de China a las 24 o 48 horas. La segunda entrega consistiría en un cargamento «de entre 2 y 4 millones» con salida «el 2/3 abril». Es decir, a los ocho o nueve días. Mientras que la tercera entrega «de los 2 o 4 millones restantes» saldría de China el 8 o 9 de abril, a los 15 días del mensaje.
Para más inri, Rotaeche no se atrevía a cerrar todos los extremos. «Estas son las condiciones actuales y que podemos confiar que cerremos hoy. Lamentamos todos los inconvenientes, pero el cierre de la contratación ha sido lenta y las reservas del chárter se nos cayeron. Dime si os encaja o no, para continuar con este plan, antes de que sigáis con los siguientes pasos, en concreto la parte financiera», le señaló a Sánchez Manzanares.
Este mensaje encrespó los ánimos en Puertos del Estado. Su presidente, Francisco Toledo, recibió por escrito las explicaciones del directivo de Soluciones de Gestión a las 11.01 horas y poco después, a las 11.23 horas, le mandó un email a su subordinado. «Me parecen unos plazos demasiado largos. No es eso lo que ofertaron. Si el problema, como dicen, son los fletes, hay que ponerles presión y activar a Iberia o al Ejército para que pongan un avión cargo», le dejó claro a su número dos.
«No es explicable lo de la escasez de aviones o slots por lo que me dicen fuentes del sector. En resumen: NO podemos conformarnos. Presión y soluciones alternativas para flete de aviones. Me está indignando cómo va la cosa. Si no responden acortando notablemente dadme un teléfono de contacto y hago gestiones personalmente porque al final quien va a dar la cara por el retraso soy yo», le advirtió a Sánchez Manzanares ante las posibles explicaciones que le iba a pedir Ábalos o el asesor de este, Koldo García.
Es más, Toledo estaba dispuesto a romper el trato con la empresa zaragozana y darle el encargo de las mascarillas a Natural Systems. «Si esos son los plazos, estoy por rescindir. La otra oferta nos garantiza una semana y a mitad de precio», le advirtió a su secretario general.
