Rufián se mantiene leal a Junqueras pese a la presión interna en ERC para que también dimita
El portavoz de ERC en el Congreso no ha firmado el manifiesto de centenares de dirigentes a favor del «relevo»
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. | Europa Press
Gabriel Rufián juega con los silencios para tratar de que no le salpique la fractura en ERC. El portavoz de ERC en el Congreso es una pieza fundamental del equipo de Oriol Junqueras, pero desde que ha estallado la guerra interna ha evitado pronunciarse sobre todas las polémicas que han emergido. Esta estrategia, explican fuentes del partido a THE OBJECTIVE, no sirve para calmar las aguas y aseguran que el sector contrario a Junqueras ya lo ha señalado como el próximo que debería dar un paso al lado. Una opción, sin embargo, que solo parece plausible si se hacen con el mando del partido tras el congreso extraordinario del 30 de noviembre.
El portavoz de ERC en el Congreso no ha hecho valoraciones de los resultados electorales del 12 de mayo, no ha apoyado el manifiesto rubricado por gran parte de la dirección, que exige relevos en los liderazgos, y tampoco ha intervenido en la crisis sobre los carteles sobre el alzhéimer de Pasqual Maragall que precipitaron la dimisión de Sergi Sabrià, viceconsejero en funciones de la Generalitat. Pese a la presión que hay, Rufián se mantiene leal a Junqueras y espera resurgir tras el congreso del partido. Aunque este congreso se celebrará después de saberse si hay repetición electoral en Cataluña y habrá que ver en que situación se encuentra ERC.
De momento, los críticos con Junqueras empiezan a organizarse para saber en qué facción está cada uno de sus dirigentes más destacados. Por esta razón, alentaron el manifiesto, con el fin de que todos en el partido se significaran públicamente y ejercer más presión sobre Junqueras. El manifiesto en cuestión lo han firmado algunos de los nombres más fuertes del partido, como son el presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, su vicepresidenta Laura Vilagrà; los consellers Roger Torrent, Ester Capella, Natàlia Garriga, David Mascort, Meritxell Serret y Manel Balcells; el ya exviceconsejero de Comunicación Sergi Sabrià, y los exconsellers Teresa Jordà o Alba Vergès.
Pero no lo han rubricado ni Gabriel Rufián ni Joan Tardà, leales a Junqueras, como se puede ver en el listado completo. Como han admitido varias fuentes del partido, entre ellas, el portavoz de las bases críticas, Xavier Martínez Gil, en una entrevista en este periódico, el manifiesto se interpretó como una forma encubierta de presionar a Junqueras para irse y ver si había sorpresas -es decir, si lo apoyaban- algunos de los miembros de su núcleo de confianza.
Señalado por un histórico dirigente de ERC
El portavoz de ERC en el Congreso, pese a ser muy activo en las redes sociales y haber demostrado en otras ocasiones que actúa como una suerte de verso libre, Rufián ha optado ahora por un perfil bajo en medio de la crisis interna. Fuentes del partido aseguran que el sector más nacionalista de ERC ya lo ha señalado como el próximo que debería dimitir.
El histórico dirigente del partido, Josep Lluís Carod-Rovira, también exvicepresidente de la Generalitat, ha irrumpido en el debate interno para lanzar un dardo contra Rufián. Aunque, como él mismo explica, no es habitual que interfiera públicamente en asuntos del partido o cuestione la estrategia, esta vez ha hecho una excepción respecto a la «política lingüística».
«Durante 13 años he procurado no pronunciarme sobre temas partidistas, pero pudiendo hablar en catalán en el Congreso de Diputados, ¿por qué motivo ERC opta por no hacerlo? ¿Esta es la política lingüística que defiende hoy y para mañana? ¿Todos lo ven bien?», ha afirmado a través de la red social X.
Hace tiempo que Rufián está cuestionado internamente, y que le reprochan su «deriva españolista». Después de las elecciones generales del 23 de julio de 2023, fue apartado de las negociaciones con Puigdemont. Y en la campaña del pasado 12-M hubo el dilema en el partido sobre si esconderlo o explotar su perfil izquierdista para desgastar a los Comunes.
