Algunos cargos territoriales de Vox trasladan al PP su intención de seguir en los gobiernos
Los ‘populares’ no descartan fugas de la formación de Abascal porque se están «jugando sus puestos de trabajo»
El presidente de Vox, Santiago Abascal, este jueves, en el Congreso de los Diputados. | EP
La amenaza de Vox de romper los pactos que mantiene con el Partido Popular en cinco gobiernos autonómicos (Castilla y León, Aragón, Murcia, Extremadura y Valencia) se ha convertido en una bomba de relojería interna para esta formación política. Cargos de Vox en estos ejecutivos regionales han trasladado su malestar por una amenaza que «no entienden» y en el PP se ha extendido la sensación de que en los próximos días se puede producir alguna fuga de estos dirigentes que no quieren abandonar sus responsabilidades.
Lo que parecía una advertencia más de las que Santiago Abascal lanza cada cierto tiempo para intentar intimidar al Partido Popular, en esta ocasión ha terminado por calar en los dirigentes y cargos públicos de Vox. Una sensación de inquietud lleva extendiéndose desde hace unos días y el malestar es cada vez más evidente, sobre todo en los segundos niveles de la Administración. Los primeros espadas de Vox en los gobiernos regionales, consejeros, viceconsejeros y altos cargos, en general, podrían estar más alineados con la dirección nacional, pero a nivel de asesores y directores generales la posibilidad de no abandonar la Administración es cada vez más posible.
«A ellos no les ha hecho ninguna gracia la ruptura de los pactos de gobierno, pero ninguna, porque ellos no lo entienden», aseguran a THE OBJECTIVE fuentes de un gobierno regional. «No entienden romper un gobierno que funciona, que la gente ha asumido con absoluta normalidad. El PSOE no hace más que bajar en votos, tenemos unas expectativas electorales muy altas. Les hacen una faena», insisten, pero también apuntan que en los casos de los cargos de más nivel la gente es «muy disciplinada y si hay una orden de todos fuera, se van a ir».
«Que esas deserciones puedan ser en determinados rangos, pues imagínate; que cargos medios, directores generales, se puedan quedar, pues no lo sabemos, esa es la letra pequeña de la ruptura», insisten. En algunas comunidades se da la circunstancia de que cargos de Vox lo fueron con anterioridad del PP, y estos son los más vulnerables para seguir en las administraciones. «Habrá que ver las condiciones con las que estos cargos han entrado. La sensación es que están muy decepcionados», subrayan, a la que vez que otras fuentes apuntan que muchos trabajadores de las consejerías de Vox «se están jugando los puestos de trabajo».
Un barón territorial subraya lo apartados que han estado estos cargos de Vox de las decisiones que se toman en Madrid en la dirección nacional, «no tienen ni idea e incluso nos han llamado a nosotros a preguntarnos si sabemos algo». Lo que sí constatan estas fuentes es que la ruptura va a generar inestabilidad en la formación de Vox porque «afecta a mucha gente que no le gusta la ruptura».
Los dirigentes regionales afectados descartan disolver, de momento, algunos gobiernos autonómicos y adelantar elecciones, entre otras cosas porque ya tienen los presupuestos aprobados y, en el peor de los casos, pueden prorrogarlos un año más. «Lo importante es generar estabilidad. Nosotros tememos presupuestos aprobados y vamos a hacer muchas cosas. Nosotros vamos a tirar hacia adelante. No estamos preocupados. Es un tiro en el pie que se da Vox y no tiene ningún sentido».
Desde el Partido Popular se mostraron este jueves muy críticos con la posición adoptada por Vox, pero no ocultaban su satisfacción por romper amarras con la formación de Abascal, tras aprobar la distribución de los menores inmigrantes no acompañados: «Hemos aguantado insultos y descalificaciones. Y la supuesta supremacía de quien, siendo un partido más pequeño que el nuestro, se permite el lujo de llamarnos derechita cobarde. Lo hemos hecho por la estabilidad de los gobiernos y por respeto a los votantes de Vox. Pero si el precio a pagar por seguir gobernando juntos es la renuncia a nuestros principios, es evidente que no podemos (ni queremos) pagarlo».
Los populares critican que Vox rompa el Gobierno de Aragón por acoger a 20 menores. El de Murcia, por acoger a 16. Castilla y León: 21, Comunidad de Valencia: 23, Murcia: 16 y Extremadura: 30. «No parece una cifra muy elevada como para echar por tierra la estabilidad parlamentaria de las comunidades que gobernamos. Por tanto, quien quiere romper un gobierno por este motivo, es que quiere romper ese gobierno por lo que sea y pase lo que pase».
