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El PSOE sentencia a Lobato en Madrid tras su 'idea' de tender la mano al PP: «Es su epitafio»

Santos Cerdán le llamó el miércoles para matizar su discurso de mano tendida al PP

El PSOE sentencia a Lobato en Madrid tras su ‘idea’ de tender la mano al PP: «Es su epitafio»

Juan Lobato y José Luis Rodríguez Zapatero. | Europa Press

El secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, no pasa por su mejor momento. No se ha extinguido un incendio y se le abre un nuevo foco, y en política abundan los pirómanos que crean fuego de forma intencionada. Algo así ha ocurrido con su última polémica, la supuesta oferta de tender la mano al PP para lograr «estabilidad» tras la ruptura de PP y Vox en cinco comunidades autónomas. El enlace corrió como la pólvora por los chats del partido el jueves por la tarde, cuando se consumó el divorcio entre Feijóo y Abascal: «Es su epitafio político», sentencian fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE

La realidad es que las palabras de Lobato estaban descontextualizadas porque se produjeron el martes por la tarde, en una entrevista a Servimedia, 48 horas antes de la salida de Vox de los gobiernos autonómicos. Pese a todo, el miércoles por la tarde, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, llamó a Juan Lobato para pedirle explicaciones. No solo a él, sino a todos los secretarios generales autonómicos para coordinar el guion de la ofensiva que se perpetró el viernes en todos los territorios. Sin embargo, sí se deslizó un reproche revestido de recomendación argumental: no hablar de estabilidad, que pudiera fortalecer el discurso del PP, en lugar de presionarle para que rompa sus alianzas de forma definitiva en los más de 100 ayuntamientos en los que gobiernan en coalición. 

El discurso de Lobato no era tan distinto del pronunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni por los miembros de la dirección federal del PSOE, pero en la federación madrileña los nervios están a flor de piel y cada palabra, cada gesto, se miden al milímetro, con el ansia de encontrar un nuevo traspié. El acto que tuvo lugar este viernes por la tarde fue un buen ejemplo de ello. Una convocatoria por los 20 años de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, en la que Juan Lobato estuvo acompañado por el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y la eurodiputada Leire Pajín.

ZP se deshace… con «Leire y Bibiana»

Desde que se conoció la convocatoria, en el PSOE de Madrid se atribuyó a Lobato la búsqueda de un foro que le permitiera levantar cabeza. Y hacerlo con una de las personas más influyentes en el entorno de Pedro Sánchez, como el expresidente Zapatero, quien apadrinó a Lobato en el inicio de su carrera política, era la mejor manera de calmar las revueltas aguas internas del PSOE madrileño. Sin embargo, según ha podido saber THE OBJECTIVE, la iniciativa de este acto surgió del propio Zapatero, en el peor momento del cuestionamiento interno contra Lobato, después de que el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, y la de Getafe, Sara Hernández, abrieran fuego públicamente contra él por ser «poco de izquierdas».

El padre y mentor político de Lobato le ha echado un capote, pero discreto. Durante el acto ideado por él mismo, no dio el espaldarazo público a Juan Lobato que algunos -quizás él mismo- esperaban. Zapatero dirigió sus halagos a sus exministras Leire Pajín y Bibiana Aído -también presentes-, que «son dos mujeres competentes, inteligentes, de convicciones, con esa sensibilidad… A mí me educaron, aprendí a tener una mirada. (…) Y en su día fueron maltratadas y denigradas de una forma patética, vergonzosa… Vergonzosa por quienes no tienen vergüenza», manifestó con vehemencia, arrancando una ovación al auditorio. «Cumplieron una gran tarea, fueron de esas que abrieron la brecha, muy jóvenes… Y estoy muy reconfortado porque el testigo de la primera ministra de Igualad de la historia de España, pues Bibiana siempre será eso, lo tiene una gran ministra de Igualdad que es Ana Redondo».  

También hubo palabras para el Gobierno del ausente secretario general del PSOE: «Me gusta el Gobierno de Pedro Sánchez porque ha tenido valentía» en cuestiones que eran «anatemas como el impuesto a la banca, a la riqueza, y el salario mínimo». Pero a Juan Lobato sólo se refirió tras citar éste el primer párrafo de la exposición de motivos de la ley de igualdad: «Como ha leído Juan, es una buena ley». Y, de forma general, velada y descontextualizada, mirando a Lobato, pero sin citarle, al señalar que «Madrid tiene mucho que decir», algo que repitió dos veces.

Lobato confía en el apoyo de ZP

Y oportunidades no faltaron. Lobato comenzó mostrando su gratitud al expresidente, dejando entrever su iniciativa: «José Luis, mil gracias por haber querido hacer este acto en el PSOE de Madrid». Y continuó matizando su discurso sobre la mano tendida al PP, sincronizándolo con el que había coordinado el propio Cerdán en los días previos. «Por eso es tan importante, en el momento político en el que estamos, esa exigencia que hacemos los socialistas, de que el PP, no Vox, no, el PP tome la decisión de acabar con esos gobiernos, autonómicos y también municipales, donde se aplican políticas retrógradas con la igualdad y de censura con la cultura». Este fue el ‘corte’ de su discurso elegido por Ferraz para distribuirlo posteriormente a los medios de comunicación a través de los canales oficiales. Zapatero y Lobato se despidieron con un tímido abrazo, pero apenas se les vio cruzar una palabra al finalizar los discursos oficiales.

En el PSOE de Madrid explican que «Juan necesitaba una foto para calmar los ánimos» y demostrar que Zapatero sigue apoyándole, pese a todo. Pero también ha calado la idea de que «Ayala se ha pasado de frenada» y que no es él quien tiene el apoyo de Ferraz, y menos aún de Pedro Sánchez, para suceder a Lobato cuando se abra el periodo congresual. Según las fuentes socialistas consultadas, así se lo ha trasladado la dirección federal a Lobato en las conversaciones mantenidas para alinear el discurso. «Ayala va por libre», aunque haya podido ejercer de brazo armado de la cúpula del partido para mandarle un mensaje al líder de los socialistas madrileños que, según Ferraz, también ha ido por libre y, en ocasiones, en dirección contraria. Aunque nadie espera que vaya a haber cambios inminentes, el problema es que el mensaje no solo ha llegado al destinatario, sino a todo el partido, que constata su debilidad a la espera de comprobar si habrá una alternativa bendecida por Pedro Sánchez, o Zapatero le convencerá de mantener el plan previsto de aguantar a Lobato hasta 2027. 

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