Sumar teme ahora que el PSOE recule en la abolición del delito de injurias a la Corona
Sumar anunció la modificación del Código Penal, pero los socios de Díaz detectan dudas en el bando socialista
Yolanda Díaz con Félix Bolaños. | Europa Press
Aumenta la tensión en Sumar con respecto a las negociaciones con el PSOE. El equipo de Yolanda Díaz anunció a bombo y platillo la «derogación de la ley mordaza», oficialmente conocida como Ley de Seguridad Ciudadana. Fue la propia Díaz quien explicó el martes el pacto desde Bruselas, pero los portavoces socialistas tardaron poco en matizar las declaraciones de la vicepresidenta. Explicaron que, de momento, se ha acordado solo revisar un artículo de dicha ley (el 36), y no se pronunciaron sobre otros anuncios de Sumar, como el de eliminar el delito de injurias a la Corona del código penal. El presidente Pedro Sánchez se ha descolgado del debate, delegándolo en el ministro de Justicia, y en sectores de Sumar dudan de si, finalmente, el PSOE se echará atrás.
El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, explicó que los acuerdos alcanzados con el PSOE representan un «primer paso» para avanzar hacia la «democratización» del Estado. Íñigo Errejón empleó ese mismo término en el debate parlamentario del miércoles, en el que Sánchez habló de su proyecto de «regeneración». Este diario ya publicó que Sumar estaba buscando imprimir su sello en el plan del presidente para no dar la impresión a la opinión pública de tener una escasa influencia en el Ejecutivo. Pero ahora el partido de Díaz teme que los socialistas den un paso atrás en otras medidas.
El dirigente Enrique Santiago es quien se ha encargado de las negociaciones con el PSOE. Pero al pasado miércoles empezó a circular cierta preocupación entre miembros del grupo parlamentario de Sumar, quienes, según ha podido saber este diario, han puesto en entredicho el compromiso del PSOE de borrar el delito de injurias a la Corona (artículo 491 del Código Penal). Sánchez y la Moncloa evitan pronunciarse sobre la medida, y delegan al ministro de Justicia, Félix Bolaños, negociar el asunto. Lo que hace temer a sectores de Sumar que el PSOE puede recular, para evitar, por ejemplo, un empeoramiento de sus relaciones con La Zarzuela.
Enaltecimiento del terrorismo
La petición de Díaz de despenalizar las injurias a la Corona no es algo novedoso. Hace seis meses, Sumar planteó esta opción, a la vez que habló de despenalizar el enaltecimiento del terrorismo. Este último punto no ha sido siquiera mencionado por los portavoces de Sumar, lo que revelaría la existencia de una línea roja socialista. El problema es que Bolaños ya enfrió la propuesta de Sumar hace meses, diciendo que había que «leerla y debatirla», y que había que hacerlo «de manera sosegada y muy rigurosa». Bolaños será quien lleve adelante la negociación con Sumar, que eleva al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, como interlocutor.
«Díaz está buscando con desesperación los focos», admiten incluso en Sumar. Con el liderazgo de Díaz en entredicho, hay incluso quien empieza a hablar de su «jubilación». Además, hay referentes y altos cargos del partido que han dejado o están dejando su proyecto. La salida de María Eugenia Rodríguez Palop, así como el fichaje de algunos expertos y teóricos del proyecto de Díaz por una nueva fundación socialista, han alimentado las voces que apuntan a una «desbandada» interna. Y en este contexto, Sumar teme que los socialistas vuelvan a frustrar sus ambiciones (recientemente, el ministro de Economía pidió a Díaz paciencia en su planteamiento de reducir la jornada laboral).
Sumar necesita reivindicar su papel en el Gobierno y señalar a Pablo Iglesias y Podemos. Así, el pasado martes, después de los primeros anuncios, los afines a Sumar sacaban pecho y recordaban que durante la vicepresidencia de Iglesias no se atrevieron a eliminar el delito de injurias a la Corona. Pero en Podemos creen que Sumar influye menos de lo que dice, que solo busca «sacar titulares», y «dudan» del alcance del pacto con el PSOE.
Propuesta descafeinada
Con respecto a la modificación del Código Penal, cabe recordar que fueron los de Sumar quienes anunciaron el acuerdo con el PSOE. Los socialistas, en cambio, se muestran más medidos a la hora de comentar ese punto, lo que según algunas fuentes de Sumar demostraría que el PSOE no tiene claro su compromiso y que podría descafeinarlo durante la tramitación parlamentaria. Sobre la «derogación» de la ley mordaza, por otro lado, la cúpula de Sumar asume que los reproches de Bildu y ERC no se han resuelto, aunque los de Díaz creen que podrán añadir sus exigencias durante la negociación.
Podemos ha llegado a mofarse de los «anuncios de los anuncios» de Sumar. Ven a la coalición de Díaz en horas bajas, y mantienen sus «dudas» sobre lo que los portavoces de Sumar dicen haber acordado con el PSOE. Creen que Díaz está vendiendo la piel del oso antes de cazarlo, posiblemente para forzar a los socialistas a aceptar sus propuestas.
Mientras, en Sumar revelan que desconocen muchos de los planteamientos del PSOE, y que la mesa de coordinación entre equipos debería acelerarse. Todo ello genera mucha confusión sobre el presente y el futuro del Gobierno, y también sobre el hecho de que finalmente las promesas de Díaz queden en aguas de borrajas. Algo que, cabe señalar, alimenta la irritación de sus socios, que no están dispuestos a participar del desgaste de su candidata.
