Vox resurge frente al PP con el 'caso Begoña' tras personarse como acusación popular
Los de Santiago Abascal aprovechan la inacción de los ‘populares’, que decidieron no llevar a Gómez al Senado
«A ver quién se atreve ahora a decir que hay una pinza entre PSOE y Vox». Ese es el reto que Bambú 12 lanzaba este lunes a Génova 23 y a sus «medios afines», abonados a la teoría de la «pinza» entre socialistas y conservadores, que darían, en el argumentario popular, un «balón de oxígeno» a los de Pedro Sánchez cuando lo requiere. La frase inicial resume bien la satisfacción que existe en el partido que preside Santiago Abascal por la labor que se ha ejercido liderando de facto la acusación popular. «Marta Castro [Vicesecretaria Nacional Jurídica] está haciendo un magnífico papel», coinciden varias fuentes.
Vox ha logrado la citación de Pedro Sánchez como testigo en el caso Begoña -ahora renombrado como caso Moncloa o caso Gómez-Sánchez-, pero también la de Carlos Barrabés o Leticia Lauffer. Una iniciativa que choca con la inacción del Partido Popular, que no quiso citar al presidente del Gobierno ni a su mujer a declarar en el Senado. «No es mi estilo», descartó Alberto Núñez Feijóo preguntado al respecto.
Por el contrario, Abascal apuntó a Sánchez desde la tribuna de oradores: «¿A cuántos CEO de compañías que dependen de regulaciones públicas ha llamado Pedro Sánchez para que se reunieran con su mujer?». Una pregunta que sirvió de antesala a la presentación del escrito, y que el presidente ahora deberá responder. Todo ello gracias a Vox, que se sabe vencedor de esta batalla dentro de la oposición y ha sacado toda su artillería mediática para presumir de hazaña: «!Vox cumple!».
Las claves del caso
Fuentes cercanas a la dirección nacional se dicen sorprendidas por la magnitud que está adquiriendo el asunto, que ha pasado de ser el caso Begoña al caso Moncloa en su argumentario, y aseveran que «el caso Watergate va a ser una pelotilla en comparación». Tampoco se olvidan del caso Koldo, y hacen un paralelismo con los últimos años del felipismo, marcados por los casos Filesa y Malesa.
Los de Abascal consideran que la causa «empieza a coger fuerza», y apuntan a que la clave estará en desvelar las conexiones entre los distintos protagonistas para entender «en qué se ha beneficiado el matrimonio Sánchez y Gómez». El cui prodest. Esas mismas fuentes señalan al caso del empresario Barrabés y se cuestionan que «todo esto no puede ser sólo por una cátedra absurda».
No obstante, admiten no esperar «nada» del testimonio del jefe del Ejecutivo, por cuanto «habría que ser muy ingenuo para esperar transparencia y sinceridad de él a estas alturas». Desde Bambú intuyen que Sánchez se acogerá en Moncloa al derecho a no declarar en contra de su cónyuge (artículo 416 de la LeCrim), pero advierten de que eso no le eximiría de dar explicaciones sobre «otros detalles pertinentes para el esclarecimiento de los hechos» que afecten a otros personajes.
Oposición al PP
Sea cual sea el resultado de la investigación, lo cierto es que desde Vox están muy satisfechos con la imagen proyectada de azote jurídico del Gobierno. Y esto en un momento en el que la ruptura con el Partido Popular les libera para agudizar aún más sus críticas a los de Feijóo, a quienes tratan de vender como socios del PSOE, y cuya inacción contra Sánchez y su esposa no ayuda a rebatirlo.
Tampoco podría ayudar lo que sucede este martes, cuando se vota en el Congreso la reforma de la ley de extranjería, a la que, de momento, sólo Vox se opone frontalmente. Desde Bambú intuyen que Junts y PNV podrían votar en contra, pero que el PP la salvará. «Eso sí sería un balón de oxígeno», bromean.
La cuestión migratoria es una de las que más distancia ahora mismo a Feijóo y Abascal. Estos últimos celebran que los populares no estén decidiendo izar esta bandera, pues consideran que en las próximas elecciones muchos electores van a votar en esa clave. Otra cuestión en la que Vox lleva la delantera.