Vox «exige» al PSC que no negocie con ERC, pero rechaza un pacto alternativo con el PP
El PSC, PP y Vox alcanzan el umbral de 68 escaños para la mayoría absoluta, pero descartan pactar entre ellos
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, junto a Santiago Abascal. | TO
Vox ha exigido al PSC que cese sus negociaciones con ERC para evitar «poner en riesgo la unidad y la igualdad entre españoles». El portavoz de Vox en el Parlament, Juan Garriga, ha hecho estas declaraciones este martes desde la Cámara catalana ante el inminente acuerdo para investir a Salvador Illa, pero no tienen previsto proponer un acuerdo alternativo junto al PP con el fin de que el líder socialista no dependa de los independentistas, explican fuentes de Vox a THE OBJECTIVE. El PSC, PP y Vox alcanzan la mayoría absoluta, con 68 diputados, pero ninguna de las tres formaciones se ha abierto a la posibilidad de un acuerdo.
El partido que lidera Ignacio Garriga en la región explica que «el problema» para un pacto de esta naturaleza es que «el PSC ha demostrado que es un partido separatista más» y que «han suscrito con el resto de partidos un cordón anti-Vox» que les margina de cualquier pacto parlamentario. Sin embargo, su nueva petición al PSC de que rechace un acuerdo con ERC no irá acompañada de ninguna propuesta alternativa de última hora. Vox ha advertido de que la llamada financiación singular que el Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a pactar con ERC es un «auténtico peligro».
Las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo fueron las primeras desde 1980 en las que el nacionalismo perdió su mayoría parlamentaria. La gran abstención en las filas independentistas debido al fracaso del procés y el enfado con los partidos tradicionales provocó que, por primera vez desde el inicio del plan rupturista en 2012, hubiera una alternativa de gobierno con PSC, PP y Vox. Los números dan, aunque no hay voluntad política. Los 42 escaños del PSC, junto a los 15 del PP y los 11 de Vox alcanzan los 68 diputados.
Señalar la negativa de Illa
La falta de una entente de PP y PSOE a nivel nacional se ha trasladado también en Cataluña. Desde el 12-M, y pese al buen resultado del PP en el Parlament, su líder Alejandro Fernández afirmó por activa y por pasiva que no pactaría con Illa. A su juicio, el líder del PSC nunca ha hecho ni siquiera un amago de acercamiento o tanteo de esta posibilidad porque ha priorizado siempre pactar con ERC. Y, pese a que en el Ayuntamiento de Barcelona, el PP votó a favor de la investidura de Jaume Collboni, del PSC, para ser alcalde, cierran la puerta a que suceda una situación similar en el Parlament.
Si bien es cierto que en algunos momentos se apeló a que PP y Vox «hicieran un acto de responsabilidad» y ofrecieran sus votos gratis a Illa con el fin de que Cataluña no estuviera sometida a ERC o Junts per Catalunya, nunca estuvo sobre la mesa de las direcciones y equipos negociadores de estos partidos.
En cambio, la estrategia de las voces que pedían este acto de responsabilidad a PP y Vox era, también, que se visualizara que, en todo caso, fuera Illa a rechazar sus votos. Es decir, señalar la negativa del líder socialista a cualquier pacto transversal, denunciar que el PSC está más cómodo con los nacionalistas y que Sánchez impone su criterio de mantener las mismas alianzas que en el Congreso, con las formaciones del llamado «bloque de investidura». Con un Illa sin autonomía plena.
La exigencia de Vox
El portavoz de Vox, que este martes ha exigido al PSC romper las negociaciones con ERC, considera que lo «más grave» del acuerdo es que «no resolverá los principales problemas de los catalanes, como son la inseguridad, la falta de vivienda o la falta de infraestructuras».
Garriga ha asegurado que «los acuerdos entre socialistas y los separatistas nos salen carísimos; una amnistía injusta para que Sánchez sea presidente y ahora la condonación de 15.000 millones de euros de la deuda para que Illa sea investido presidente de la Generalitat». En conversación con este medio, añaden que su «pacto alternativo» pasaría por «garantizar la seguridad; acabar con el efecto llamada a la inmigración irregular, como las ayudas sociales; garantizar el español en las aulas; acabar con la inmersión lingüística; reducir el gasto político superfluo para reforzar sanidad y la educación; acabar con impuestos excesivos y numerosos, y garantizar inversión VPO».
