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Política

Los Comunes piden a Illa llevar la cartera de Vivienda para aplicar el modelo de Viena

La formación de Albiach busca sillones en la Generalitat para lanzar políticas antiespeculativas en el sector de la vivienda

Los Comunes piden a Illa llevar la cartera de Vivienda para aplicar el modelo de Viena

Jessica Albiach y Yolanda Díaz | Europa Press

¿Barcelona como la nueva Viena del sur? Según los Comunes, la formación que lidera Jéssica Albiach y que ahora aspira a ocupar algunas carteras en el próximo gobierno de la Generalitat, es posible. Los de Albiach dejan la puerta abierta a entrar en el ejecutivo del socialista Salvador Illa, tal y como este diario adelantó hace tiempo. Y fuentes de este sector admiten que su principal objetivo es ocuparse de las políticas de vivienda. Los Comunes tienen en su cabeza un modelo, el de Viena, que actúa a nivel de precios del alquiler incluso antes de la construcción de los edificios. Para ello hablan de aplicar un «impuesto» contra la especulación.

«Esta ha de ser la legislatura de la vivienda», afirmó Albiach el miércoles para anunciar el acuerdo con el PSC. El partido de Albiach y Ada Colau, aliado de Sumar, salió de las urnas de las autonómicas del pasado 12 de mayo debilitado. Perdió dos escaños con respecto a la anterior legislatura (de ocho a seis), y ahora su principal temor es que se repitan los comicios. Se agarran al clavo ardiendo de un acuerdo entre PSC y ERC, y a la entrada en el próximo ejecutivo de Illa, para salvar su proyecto político, además de unos cuantos cargos públicos. 

Pero para hacerlo aseguran haber puesto una línea roja: la anulación del proyecto del Hard Rock Café de Tarragona, cuya polémica desembocó en las elecciones anticipadas. Y otra línea que también debería ser obligatoria, es decir, una propuesta política que para Albiach y sus compañeros debería revolucionar el modelo de la vivienda en Cataluña, garantizando precios bajos y el fin de la especulación con «la aplicación de un impuesto siguiendo el modelo de Viena». 

30% de los ingresos

¿En qué consiste el modelo de Viena al que miran los Comunes? En la capital austriaca el precio del alquiler se debe medir a través de rigurosos controles públicos. El objetivo es frenar una subida disparada de los precios, actuando incluso antes de la construcción de los inmuebles. Los arquitectos y constructores acuerdan con la Administración pública durante las licitaciones cuál será el precio del metro cuadrado. En la fijación del precio final, las viviendas no pueden superar el 30% de los ingresos, y ese anclaje es clave para reducir los márgenes de los especuladores. Aquí es donde los Comunes quieren importar el modelo vienés. 

Recientemente, Viena promovió la edificación de un nuevo distrito con 5.000 viviendas, la mitad de las cuales están protegidas. Este nuevo distrito cumple con los requisitos de control de precios incluso antes de la construcción, por lo que el margen especulativo se ve drásticamente limitado. Las ganancias de los promotores, obviamente, también se reducen, pero la ciudad de Austria lleva una larga tradición en esos tipos de políticas públicas, incluso anteriores a la Segunda Guerra Mundial. 

El Consistorio vienés acuerda con los constructores el precio al metro cuadrado que tendrá la vivienda, y con ello se impide la fluctuación en función del mercado. La capital de Austria puede permitirse una política tan agresiva porque el Ayuntamiento es el mayor propietario de viviendas de Europa: retiene el 50% de los pisos en alquiler de la ciudad. «Alrededor del 60% de la población vive en viviendas sociales de alta calidad, incluidas familias de clase media y jóvenes profesionales», menciona el portal Idealista, experto en el sector. 

Entrar en el gobierno

Este elevado nivel de propiedad pública ha frenado el incremento de precios en el ámbito privado, aunque con algunos matices. En los últimos años, por ejemplo, las listas de espera para lograr una vivienda pública han crecido considerablemente. Y los precios de las viviendas también han sufrido cierto incremento, aunque menos que en otras capitales europeas. Al mismo tiempo, la oferta también ha ido cayendo, según señalan los críticos de este planteamiento. De ahí que mirar a Viena puede convertirse también en una quimera.

Los Comunes están muy interesados en recoger este modelo para Barcelona y otras ciudades catalanas. A nivel estratégico, el partido de Albiach y Colau, al igual que Sumar, lleva tiempo debatiendo internamente para volver a usar la política de la vivienda como ariete de su planteamiento político. En Sumar asumen que en la sociedad española existe un malestar latente, que afecta sobre todo a los más jóvenes, y que la derecha lo está rentabilizando con más habilidad. Prueba de ello ha sido el auge de Vox y en las últimas europeas de Alvise Pérez.

Pero mientras la derecha mezcla malestar social con asuntos como la seguridad y la política migratoria, los Comunes intentan recuperar fuelle político incidiendo en aspectos como la política ecologista y las ayudas a la vivienda. Sumar vive con cierta frustración la inacción del Gobierno de Pedro Sánchez a ese respecto, aunque se mantienen fieles al presidente por la situación de enorme debilidad del liderazgo de Díaz. Los Comunes, en cambio, creen poder aprovechar la coyuntura para relanzarse. Y para ello esperan que Illa les ceda las competencias en vivienda. 

Además de emular el modelo de Viena, el partido de Colau y Albiach también propone crear 55.000 nuevos pisos, rehabilitar otros 150.000, disponer de 350 millones de euros para casos de pérdida de la vivienda y regímenes sancionadores para regular el alquiler. Todos estos puntos forman parte del acuerdo sellado con el PSC el pasado miércoles, y que, por lo tanto, se deberían llevar a cabo en el caso de una investidura del socialista.

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