Albares se desentiende de la contratación de la japonesa vinculada al hermano de Sánchez
El ministro defiende que los procesos selectivos de la ONU son «competitivos y muy rigurosos»
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha desentendido este martes de la contratación por parte de la ONU de la funcionaria japonesa Kaori Matsumoto como directora de un programa de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT) para Mauritania que se va a gestionar desde Madrid. El portavoz de Vox en la Comisión de Exteriores del Senado, Ángel Pelayo Gordillo, ha identificado a esta mujer como «la esposa del hermano del señor Sánchez».
Gordillo se ha hecho eco de la noticia de THE OBJECTIVE del pasado 6 de agosto en el que se desvelaba que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobó en el último Consejo de Ministros antes de las elecciones generales del 23 de julio del año pasado la concesión de una ayuda oficial de 454.873 euros a UNOCT para este programa. Fuentes diplomáticas consultadas por este diario sospechan que la plaza que logró Matsumoto se creó ad hoc por expreso deseo del Gobierno español.
«La plaza de directora de este programa se creó poco después en un proceso interno de la ONU y ha sido adjudicada a Kaori Matsumoto. ¿Qué puede explicarnos acerca de esto?», le ha inquirido el diputado de Vox. El ministro ha replicado que una de sus prioridades es que haya el mayor número de sedes de organismos internacionales y de Naciones Unidades en España y ha dicho sentirse «muy orgulloso» de que UNOCT haya abierto una oficina en la capital española desde 2022.
«Desde su creación, somos el primer donante y lo vamos a seguir siendo mientras sea ministro de Asuntos Exteriores. Una vez que se entrega la contribución voluntaria es Naciones Unidas quien decide cómo se rige, cómo se establece y cómo se gestiona», ha puntualizado Albares.
«Entiendo que todas las plazas de las oficinas de la ONU que hay en España se rigen por las normas y los procedimientos de Naciones Unidas, que son competitivos, selectivos y muy rigurosos. Y que están marcados por el departamento de Recursos Humanos de Naciones Unidas. Es decir, no las decide el Gobierno de España. Las decide las Naciones Unidas en Nueva York a través de un proceso selectivo, en el cual se establece un panel con múltiples personas que hacen esa selección para los funcionarios de la ONU que se quieran presentar a plazas públicamente presentadas», ha esgrimido el jefe de la diplomacia.
Con ello, Albares ha salido al paso de esta contratación por la que el PP también ha preguntado al Ejecutivo en varias preguntas parlamentarias. Una vez que se aprobó esa contribución a la ONU en julio de 2023, «inmediatamente empezaron las presiones desde el Ministerio de Asuntos Exteriores para la contratación de la señora Matsumoto para dirigir el proyecto en Mauritania», advirtieron las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE. La ONU sacó a concurso en noviembre del año pasado la plaza de «Programme Management Officer in Madrid (P3) with the United Nations Office of Counter-Terrorism (Unoct) Programme Office in Madrid», según el documento oficial al que tuvo acceso este periódico.
Matsumoto ganó la plaza «en febrero-marzo 2024», subrayaron las citadas fuentes, y la ONU solicitó a las autoridades españolas el pasado 7 de junio un visado para ella y su hija K.M.S., nacida el 19 de abril de 2022. THE OBJECTIVE también ha tenido acceso al documento de dicha petición. La funcionaria japonesa fue trabajadora de Naciones Unidas en Tailandia en la oficina para el sudeste asiático.
Desde la subsede de la UNOCT en Madrid se aclaró a mediados de julio a este medio que Matsumoto todavía no se había incorporado a su trabajo en la capital española y las citadas fuentes estimaron a principios de agosto que ello se debía «al clima judicial existente en torno a los problemas familiares de Sánchez».
El precedente de Bibiana Aído
Los países intentan colocar a una persona de su confianza en puestos relevantes de la ONU si hacen una importante contribución económica a un proyecto. Ocurrió en 2011 con la exministra de Igualdad Bibiana Aído, cuando fue nombrada asesora de la entonces directora ejecutiva de ONU-Mujeres, la chilena Michelle Bachelet, después de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero contribuyese durante varios años con 225 millones de euros al lanzamiento de esta agencia y al anterior Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem).
El programa de Mauritania no hubiera salido adelante sin la aportación económica española. Lo reconoció la propia ONU en un comunicado el pasado 29 de mayo, en el que se explicó el contenido del acuerdo entre Naciones Unidas y el país magrebí. «Estas importantes consultas han tenido lugar gracias al generoso apoyo financiero del Reino de España», se subrayó desde Nueva York.