Puigdemont detalla su fuga: «No fue necesario esconderme en el maletero de un coche»
Asegura que no volvió a Cataluña para ser detenido, lo hizo «para ejercer el derecho a resistir la opresión»
El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont ha lanzado un mensaje en sus redes sociales dirigido al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena para recriminarle que no le haya aplicado la amnistía, por lo que tacha al magistrado de «opresor».
Asimismo, el expresidente catalán señala en la red social X que no volvió a Cataluña para ser detenido, lo hizo «para ejercer el derecho a resistir la opresión».
«No volví a Cataluña para que me detuvieran, volví para ejercer el derecho a resistir la opresión. Cuando un juez se niega a aplicar la ley democrática, eso es una forma de opresión que ningún demócrata debería tolerar. ‘Los jueces españoles dieron un golpe de Estado híbrido’», ha sido el mensaje del político de Junts en las redes.
El expresidente catalán regresó el pasado 8 de agosto a Cataluña tras estar casi siete años fugado de la Justicia viviendo en Bélgica, desde el referéndum independentista de octubre de 2017.
Ese día, ofreció un breve mitín en Barcelona en el que reivindicó la «autodeterminación» de Cataluña para posteriormente huir de nuevo y regresar a Waterloo (Bélgica). Un hecho que ha puesto en entredicho tanto la labor de los Mossos como la del ministerio de Interior, de quien depende el control fronterizo, al no haber sido capaces de detener a Puigdemont, sobre el que existe una orden de detención.
En el artículo de opinión publicado este viernes por Puigdemont en el medio Politico, el expresidente. catalán relata que su huida tras el discurso que ofreció en Arc de Triomf justo antes del pleno de investidura del Parlament «no fue fácil», y ha equiparado el operativo policial de los Mossos d’Esquadra a, textualmente, el que desplegaron tras los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils (Tarragona).
Asimismo, señala que si hubiera intentado entrar en el Parlament, como tenía planeado en un principio, habría sido como entregarse a las autoridades judiciales, que según él que «carecen de autoridad legal» para perseguirlo, ya que violan las normas internacionales y la legislación aprobada por el Congreso de los Diputados.
También ha apuntado que en su huida en coche no se escondió en el maletero de un coche, sino que se sentó en la parte trasera de un vehículo privado y le llevaron hacia la frontera con Francia, y ahora espera que «un día la justicia vuelva a los tribunales españoles y los jueces respeten una ley aprobada» para poder regresar definitivamente.