Collboni será «exigente» y pedirá a Illa mantener el decreto que elimina pisos turísticos
El alcalde de Barcelona admite que esta medida puede parecer «drástica», pero está decidido a llevarla «hasta el final»
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, será «exigente» en la defensa de los intereses de los ciudadanos de la capital catalana en su reunión con el nuevo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, al que instará a mantener el decreto del Govern de ERC para poder eliminar los pisos turísticos de la ciudad.
«Le voy a pedir al president mantener vigente ese decreto, que es el que da amparo a la ciudad de Barcelona para llegar hasta el final» y no renovar con «garantía jurídica» las licencias de viviendas de uso turístico, y que vuelvan a ser «para lo que fueron construidas, para vivir», ha explicado el alcalde Collboni en una entrevista con EFE a pocos días de reunirse con Illa.
El alcalde considera «fundamental» mantener este decreto, aprobado por el Govern de Pere Aragonès en el último año de su mandato, con el que podrá erradicar en 2028 los 10.000 pisos turísticos de la ciudad, revelando así que este será uno de los temas que llevará en la carpeta en la reunión oficial que «muy pronto» mantendrá con el president Illa, compañero de filas en el PSC e investido el pasado 8 de agosto.
Collboni admite que esta medida puede parecer «drástica», pero está decidido a llevarla «hasta el final», sabedor de las reticencias de algunos sectores productivos.
«El sector turístico tiene un gran impacto en creación de empleo y riqueza en la ciudad y en el conjunto del país, y eso hay que tenerlo siempre presente, pero las ciudades no pueden estar sometidas al turismo», ha alertado Collboni, que añade: «Yo creo que hemos vivido los últimos años la ruptura de este frágil equilibrio y hay que empezar a tomar medidas».
«Hemos tomado decisiones de forma pionera en Barcelona desde hace algunos años, con una planificación en el crecimiento hotelero, la introducción del impuesto turístico, que por cierto va a permitir que este mismo verano ya inauguremos las 24 primeras escuelas climatizadas a cargo del impuesto turístico como retorno social, o la medida de no renovar las licencias de pisos de uso turístico de la ciudad de Barcelona», ha recordado.
Y ha añadido: «Estamos en una situación de emergencia habitacional, con los precios de los alquileres y de los pisos disparados. Yo creo que Barcelona se está situando en la vanguardia de las medidas valientes para limitar las consecuencias de la masificación turística y para proteger la calidad del turismo también, y que el turismo esté al servicio de la ciudad, no la ciudad al servicio del turismo».
«Complicidad, lealtad y exigencia»
En todo caso, Collboni ha explicado que con el nuevo Govern de la Generalitat quiere tener una relación «en primer lugar de complicidad, basada en la coincidencia de objetivos de políticas públicas».
«En segundo lugar, de lealtad institucional como capital de Cataluña que somos, y en tercer lugar de exigencia en defensa de los intereses de los barceloneses y las barcelonesas», ha añadido.
«La exigencia va a venir marcada por la petición que voy a hacer como alcalde de la ciudad de que los ciudadanos de Barcelona tengan derecho a las mismas inversiones y a los mismos servicios que cualquier otro ciudadano de Cataluña», ha aseverado el alcalde.
Y es que, a su juicio, «Barcelona ha sufrido durante demasiados años la desatención del Govern de la Generalitat», ha lamentado.
En este sentido, Collboni ha recordado que el Ayuntamiento de Barcelona ha tenido que «asumir solo» la promoción de vivienda pública, la construcción de las guarderías y la financiación de servicios sociales «que muchas veces están dimensionados para la escala metropolitana».
El alcalde ha explicado que va a pedir al nuevo president que la «orientación» de los próximos presupuestos de la Generalitat sean «como mínimo» la del pacto ERC-PSC, con inversión social, en vivienda, en asistencia primaria y ampliaciones hospitalarias en la ciudad de Barcelona.