Sumar renuncia a controlar al Gobierno: cero preguntas parlamentarias en un año
El PSOE y su socio han usado dos de las 126 preguntas de las que disponían en el primer curso político de la legislatura
Durante el primer año de legislatura, se han formulado 239 preguntas en las sesiones de control al Gobierno, lo que representa un 65,66% del total posible de 364 cuestiones que los partidos podrían haber planteado. El PP ha utilizado completamente su cupo, realizando las 140 preguntas de las que disponía, convirtiéndose en el más participativo. Por otro lado, Sumar no ha realizado ninguna de las 28 que le correspondían. Así se extrae de un informe elaborado por la consultora Polaris, dirigida por Silvia Carmona, a partir de un análisis exhaustivo realizado con Inteligencia Artificial (IA) de todos los datos públicos disponibles de las sesiones parlamentarias del último año.
El estudio muestra una clara diferencia en la estrategia de uso de las sesiones de control entre los distintos partidos. Mientras la oposición y los socios nacionalistas han maximizado su capacidad para interrogar al Gobierno, PSOE y Sumar han optado por una participación escasa o nula, en el caso de los de Yolanda Díaz.
Esta circunstancia se subraya en el informe, en el que se califica como «alarmante» que el PSOE haya usado solo dos de las 98 preguntas que le correspondían durante el primer año de la legislatura, «dejando en gran medida sin aprovechar su capacidad para participar en las sesiones de control»: «Junto con Sumar, ambos disponían de 126 preguntas, un 34,5% del total de 364 asignadas, lo que subraya una oportunidad perdida para demostrar transparencia y rendición de cuentas».
«La falta de intervención del PSOE y Sumar en las sesiones de control es preocupante, especialmente en un momento en que España enfrenta múltiples desafíos económicos, sociales y sanitarios. Al no participar activamente en este proceso, los partidos del Gobierno están evitando una oportunidad clave para comunicar sus políticas, responder a las críticas, y mostrar liderazgo en la resolución de problemas. En resumen, la casi nula participación del PSOE en las sesiones de control pone en duda su compromiso con la transparencia y la responsabilidad gubernamental», abunda el estudio elaborado por Polaris.
Bolaños, el más interpelado
Otra conclusión llamativa que se extrae del informe es que Félix Bolaños es el ministro más interpelado por la oposición, por delante de María Jesús Montero y Pedro Sánchez. Carlos Cuerpo, por otro lado, aún no ha recibido ninguna pregunta, una circunstancia por la que ya se quejó en una entrevista concedida a TVE: «Desde que soy ministro de Economía, la oposición me ha interpelado cero veces». Lo que no señaló es que tampoco los socios del Gobierno se han molestado en preguntarle.
Volviendo a la obsesión con Félix Bolaños, resulta que PP y Vox le han interpelado hasta en 35 ocasiones, 26 y 9 respectivamente. PNV se ha centrado en preguntar a la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz (5), ERC en el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (5), al igual que Junts, Bildu y el Grupo Mixto, que han remitido cuatro cuestiones cada uno al jefe del Ejecutivo.
¿Qué preocupa a PP y Vox?
En cuanto a las preocupaciones de la oposición, el análisis de Polaris evidencia que las preguntas formuladas por el PP en las sesiones de control al Gobierno se han centrado en Política Económica, Justicia, Transparencia y Corrupción. «Este patrón sugiere un enfoque intenso en la fiscalización de la gestión económica del Gobierno, así como en la supervisión de su legalidad y transparencia», sostiene el informe. Los temas menos abordados por los populares fueron Cultura, Juventud e Infancia, Ciencia, Innovación y Universidades, y Transformación Digital, con una o dos preguntas dirigidas a los ministros responsables de estas áreas.
En cuanto a Vox, el análisis de las preguntas formuladas por la formación que preside Santiago Abascal revela una estrategia centrada en Política Económica, Transparencia y Corrupción, Justicia y Derechos, y Defensa y Seguridad. En cuanto a los temas menos abordados, Política Energética y Medio Ambiente e Infraestructuras han recibido solo una pregunta cada uno, lo que evidencia que el partido conservador ha priorizado los temas que considera más políticamente rentables o de mayor resonancia mediática, como la economía y la inseguridad.
Conclusiones
Entre las principales conclusiones que se extraen, destacan que la repercusión de las sesiones de control es «limitada», ya que «no han generado un desarrollo significativo en el debate político posterior», y que «su agenda parece estar más influenciada por la cobertura mediática que por una estrategia deliberada y coherente de los partidos políticos». En este sentido, «existe una correlación significativa entre las preguntas planteadas en las sesiones de control y las noticias políticas publicadas en el periodo inmediatamente anterior».
«Muchas de las preguntas parecen responder a los titulares recientes, más que a una estrategia planificada y coherente de los partidos. Esto refleja una tendencia preocupante: en lugar de utilizar las sesiones de control para desarrollar una agenda política propia, los partidos parecen estar reaccionando a la agenda establecida por los medios de comunicación. Esta dinámica reactiva podría diluir el impacto de las sesiones de control, convirtiéndolas en un reflejo de las noticias del momento, en lugar de un espacio para el liderazgo político y la definición de políticas a largo plazo», abunda el estudio.
Por último, se observa que «una gran cantidad de preguntas formuladas por la oposición quedan sin respuesta directa o son respondidas de manera laxa, sin ofrecer claridad ni soluciones a las cuestiones planteadas». Esta situación plantea una pregunta fundamental: ¿Qué sentido tienen las sesiones de control al Gobierno si este no se ve obligado a responder de manera efectiva? Pues eso.