Las dudas de Von der Leyen alejan a Ribera de la cartera de Clima y ahora aspira a Industria
El rechazo a su política energética y la necesidad de más mujeres retrasan los planes de la presidenta de la Comisión
Tensión e incertidumbre en Bruselas ante el inminente anuncio, por parte de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de los nombres de los futuros miembros de su equipo para los próximos años. Las dudas sobre el área que gestionarán y nuevos nombres de última hora pueden retrasar un anuncio que se esperaba, inicialmente, para los primeros días de la próxima semana, pero que se podría demorar unos días, según han asegurado a THE OBJECTIVE fuentes comunitarias. La búsqueda de más mujeres para su equipo puede tener consecuencias para la socialista Teresa Ribera, que suma los recelos que suscita su perfil para ocupar responsabilidades vinculadas a Energía, Cambio Climático y Agricultura, que es lo que ella preferiría.
El puzzle para cuadrar nombres y cargos en la nueva Comisión Europea no está siendo fácil para la presidenta Von der Leyen que ha tenido que cambiar algunos de sus planes iniciales sobre su equipo, que también depende de los equilibrios entre los países miembros. A la dificultad de contentar a todos se ha añadido la escasa presencia de mujeres, lo que ha provocado que la presidenta de la Comisión tenga que buscar con cierta urgencia mujeres para su equipo. «Está buscando una mujer belga y otra búlgara», señalan desde Bruselas, y ello podría condicionar el reparto de carteras.
No lo tiene fácil en el caso de Ribera, sobre todo por la oposición frontal de algunos países y de los populares europeos que la consideran una «hooligan» por su posición contra la energía nuclear. «Tiene grandes enemigos, además no está haciendo nada por caer bien, por buscar afinidades en otros grupos. Borrell fue más listo y se conocía la casa», subrayan fuentes europarlamentarias. «Ella se cree que va a venir y besar el santo, o a lo mejor percibe que puede haber algún problema porque haya gobiernos que le estarán diciendo a Sánchez que si me mandas a Teresa Ribera exponte a que no vamos a aceptarlo».
El rechazo de algunos países a Teresa Ribera se explica por «la política energética caótica en España, en Bruselas han estudiado quién es esta señora». Un rechazo que también empieza a calar entre los populares europeos que, llegado el caso, incluso podrían vetarla como comisaria, ya que su voto es clave en el Parlamento para salir elegida, y obligar a Pedro Sánchez a presentar otro candidato.
Cambio de planes para Ribera
El Gobierno asume ya que las tensiones derivadas del marcado perfil ideológico de Teresa Ribera han desvanecido sus opciones de optar a la vicepresidencia de Clima, fusionado con Energía, como en tiempos del popular Miguel Arias Cañete, aunque aspira a una vicepresidencia económica de mayor peso si cabe: Industria y Competitividad. Fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE apuntan a que la pérdida de la esperada vicepresidencia climática no tiene que ser por tanto una derrota porque de las líneas generales esbozadas por Von Der Leyen se desprende una comisión con «más peso de la industria y la defensa» frente al anterior mandato del ejecutivo comunitario, con un cariz más geopolítico y donde las políticas climáticas se elevaron a la categoría de una vicepresidencia, que gestionó el holandés Frans Tirmermans.
A falta de concreciones, en Moncloa esperan que se conozcan los cargos de la futura Comisión en el plazo de una semana y que Ribera ocupe un puesto clave en Industria, donde es fundamental el bagaje de Ribera en el Ministerio de Transición Energética. No descartan que se retrase aún más por la dificultad que tiene Von der Leyen de cumplir su promesa de una comisión paritaria, ante las propuestas mayoritariamente masculinas de los estados miembros. Un extremo que preocupa al Gobierno español, habida cuenta de que las cifras de comisarios varones podrían triplicar a las comisarias féminas, en una proporción de 18-9, cuando en 2019 se conformó el ejecutivo comunitario con 15 hombres y 12 mujeres.
Una complicación a la hora de lograr el apoyo de algunas familias europeas como los propios socialistas o los verdes. La presidenta de la Comisión Europea podría solicitar nuevas propuestas a los estados miembros que, según el Gobierno español, «deberían haber mandado dos candidatos, un hombre y una mujer, y en su lugar, sólo han propuesto uno». Este es uno de los motivos fundamentales del retraso, junto con la oposición del PP a la candidatura de Ribera. Desde el ejecutivo español dan por hecho que los populares «van a poner palos en la rueda» de la todavía vicepresidencia tercera del Gobierno en las audiencias parlamentarias que han de celebrarse durante el mes de septiembre en el Parlamento Europeo antes de sus nombramientos, los llamados ‘hearings’. El PSOE es consciente de que «éste es el único momento en que los europarlamentarios tienen poder y se sienten importantes». Y no descartan incluso que el PP aproveche para forzar a Ribera a comparecer dos veces y complicar su proceso.