Pánico en Sumar: ha perdido la mitad de los apoyos en un año y va rumbo de la peor IU
Sumar pasa del 12% al 6% en estimación electoral, lo que se traduciría en un grupo parlamentario de diez diputados
La vicepresidenta segunda y lideresa de Sumar, Yolanda Díaz | Europa Press
El proyecto político de Sumar, liderado por la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, sufre una caída demoscópica constante a lo largo de los últimos 12 meses. Sumar ha perdido alrededor de la mitad de sus apoyos, según revela un promedio de los principales sondeos publicados desde el pasado mes de septiembre. En las últimas elecciones generales de julio, Sumar logró un 12,3% de votos, pero ahora los sondeos atribuyen a la coalición de izquierdas alrededor del 6% de apoyos, con una previsión parlamentaria de unos diez diputados. Estos datos están generando mucha preocupación interna en la formación, según admiten fuentes de la misma, y han activado un debate para la reunificación de Izquierda Unida y Podemos, tal y como ha publicado este periódico.
Entre los pasados meses de febrero y abril, Sumar empezó un vía crucis demoscópico que llevó a la coalición de Díaz, por primera vez, debajo del umbral electoral del 10% de votos. Mientras el PSOE se consolida como principal formación de la izquierda, después de la salida de Podemos del grupo de partidos capitaneados por Díaz, Sumar ha perdido fuerza. Después de resultados muy por debajo de las expectativas en Galicia, Cataluña, País Vasco y los comicios europeos, el nuevo ciclo político ha arrancado con otros sondeos que dan a Sumar alrededor del 6% de votos. Los estudios demoscópicos publicados esta semana por El País y El Mundo han confirmado unas malas expectativas electorales que han activado las alarmas en Sumar y en el propio entorno de Díaz.
La traducción de escaños dejaría a Sumar con un grupo parlamentario de diez diputados (actualmente tiene 27 representantes, después de la escisión de los cuatro de Podemos). Podemos se consolida con un 3% de votos, lo que plantea un choque en la izquierda que, de no recomponerse, llevaría a Sumar a tener casi los mismos escaños que Izquierda Unida en una de sus peores etapas. Es decir, el fracaso de unas previsiones que servían a Díaz para declarar que su proyecto tenía la ambición de liderar la izquierda de aquí a diez años.
Entre Anguita y Podemos
IU se presentó por primera vez a las elecciones generales en 1986, cuando obtuvo siete escaños con un 4,7% de votos. Tres años después, la formación llegó a 17 diputados, con el 9% de los votos. En 1996, bajo el liderazgo de Julio Anguita, el partido superó el 10% de papeletas, hasta los 21 diputados. Pero en la década de los 2000 cayó en picado, con cinco diputados en 2004 y dos en 2008. En 2011 volvió a crecer. Recuperó los 11 escaños y con la eclosión de Podemos alcanzó un grupo parlamentario confederal de 71 miembros. IU acabó rompiendo con Podemos cuando Yolanda Díaz presentó su candidatura para las generales del año pasado, y ahora integra un grupo de 27 representantes.
Las malas expectativas electorales de Sumar están siendo muy comentadas internamente. En las últimas europeas, Sumar obtuvo un 4,6% de votos y tres escaños (ya en línea con los peores resultados de IU). Y por primera vez en su historia, IU se quedó sin representantes en el Parlamento Europeo. Esta exclusión ha generado mucho malestar interno en la formación que ahora lidera Antonio Maíllo, y de ahí que se registren los primeros movimientos que apuntan a una desconexión de Sumar para volver a dialogar con Podemos. Más allá de IU, el propio liderazgo de Yolanda Díaz está bajo la lupa de todos sus socios.
Fuentes de las formaciones que se integran en Sumar afirman que los referentes del proyecto «están muy preocupados por la caída, en la que coinciden todas las encuestas». Esto hace que el liderazgo de Díaz se vea como «muy debilitado», mientras que algunos socios «están quemados». De ahí que Díaz intente a lo largo de las últimas semanas desmarcarse del discurso de Pedro Sánchez, por ejemplo con críticas contundentes sobre la devolución de los inmigrantes en situación irregular. Yolanda Díaz «busca tener un espacio de crítica por la izquierda, pero ese nicho ya lo ocupa Podemos y ella no tiene credibilidad porque forma parte del Gobierno», subrayan los más críticos de la vicepresidenta.
Moncloa reflexiona
Las fuentes consultadas describen, por otro lado, cómo en el espacio de Sumar los socios de Díaz no quieren asumir el coste de ese descalabro. Esto significa que la vicepresidenta y ministra de Trabajo empieza a aparecer internamente como la responsable directa de los malos sondeos. Otros ministros como Ernest Urtasun y Mónica García entran al mismo tiempo en las quinielas de un posible relevo, aunque Díaz haya transmitido su intención de seguir como candidata en el futuro.
El problema, destacan las fuentes consultadas, es que el apoyo a Díaz va perdiendo fuelle también en Moncloa. Según estas fuentes, el presidente del Gobierno ya daría por finiquitado el proyecto de la vicepresidenta segunda. El discurso del arranque del curso político refrendaría la estrategia de la fagocitación de Sumar, para dejar a Podemos, en alianza con Izquierda Unida, lo que queda del espacio de la izquierda.
Sánchez, según aseguran estas fuentes, no quiere que a su izquierda actúen dos partidos, para aprovechar así la fragmentación de la derecha, con tres opciones que acaban lastrando al Partido Popular. Este es el as en la manga de Sánchez para revalidar en Moncloa en el caso de un adelanto electoral, asumen también en el espacio de Sumar, donde se hace palpable la sensación de «aislamiento» de su candidata. Todo ello siempre y cuando los sondeos sigan recogiendo la caída imparable de Sumar, que ya ofrece estimaciones demoscópicas de vuelta a una de las peores etapas de Izquierda Unida después del mandato de Anguita.
