El Ejército aparta a un teniente coronel por la polémica filtración de las unidades y efectivos
Tierra descubre que el oficial encargó la elaboración del documento a una civil ajena a las Fuerzas Armadas
Margarita Robles junto al jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Amador Enseñat (i) y otro alto mando. | Foto: Flickr M.Defensa
El Ejército de Tierra ha apartado de sus funciones a un teniente coronel por el polémico anexo que se subió a la Plataforma de Contratación del Sector Público y en el que se desvelaba la ubicación de todas sus unidades operativas y el número de efectivos que tiene desplegados en territorio nacional y el extranjero, según revelan fuentes militares a THE OBJECTIVE.
El Estado Mayor del Ejército de Tierra ordenó el miércoles abrir una investigación interna para aclarar por qué se puso al acceso de cualquier internauta una información tan sensible que ambicionan las agencias de inteligencia que operan en España, sobre todo la marroquí, al tiempo que decidió retirar el documento de dicha plataforma a las pocas horas de publicarse la noticia en este periódico.
El oficial caído en desgracia pertenece a Intendencia, el cuerpo encargado del planeamiento y administración de los recursos económicos y de las tareas de carácter logístico dentro del Ejército. El teniente coronel apartado era la persona encargada del complejo megacontrato de casi 300 millones de euros para renovar todo el vestuario y accesorios de los casi 75.000 militares que forman parte de esta rama de las Fuerzas Armadas.
La investigación del Ejército descubrió en primer lugar que el teniente coronel encargó la elaboración de dicho anexo a una civil ajena a las Fuerzas Armadas que tuvo acceso al Sistema de Información de Personal del Ministerio de Defensa (Siperdef), la base de datos de todo el personal militar en activo, en la reserva o en servicios especiales de las Fuerzas Armadas. El Siperdef es un sistema de acceso limitado dentro del ministerio y que se actualiza cada lunes, por lo que la polémica filtración proporcionó una foto fija -y reservada- del número de efectivos que tenía Tierra a finales de agosto, subrayan las citadas fuentes.
El Ejército está indagando ahora si dicha civil trabajaba para una UTE que iba a competir por el contrato, lo que agravaría la responsabilidad del militar señalado ante un posible caso de corrupción, o si se trataba de una secretaria de confianza del oficial fuera del ámbito castrense. En ambas opciones, esa persona tuvo que entrar en la base de datos para recopilar el número de efectivos que había en cada unidad militar y que terminó en el anexo II de la convocatoria del contrato. De ser así, se estaría ante una «manifiesta irregularidad», a juicio de las citadas fuentes, ya que se necesita tener una autorización expresa o una «habilitación en regla» para ello.
Dicho documento era, en realidad, el Orbat -Orden de Batalla en la jerga militar- que cada Ejército guarda bajo siete llaves con la relación pormenorizada de sus unidades y organismos. Tierra colocó en el polémico anexo un porcentaje de efectivos en cada unidad con el fin de camuflar la cifra exacta que aparecía en un documento previo -el anexo IV-, que también fue retirado tras las quejas de varios internautas, según reveló El Confidencial Digital.
Sin embargo, la solución de colocar porcentajes solo fue un parche, pues no resulta complicado saber cuántos miembros tiene cada unidad, ya que es conocido el número total de personas que tiene el Ejército -unos 74.000 militares-. Además, en el documento se detalla cada unidad y, sobre todo, dónde está ubicada, una información que no es de acceso público por motivos de seguridad nacional.
