Malestar en un sector del PP por la inoperancia de la comisión Koldo en el Senado
Dirigentes del partido apuntan a la dirección nacional y aseguran que «hace falta que alguien dé un golpe en la mesa»
Un sector del Partido Popular ha mostrado su malestar de manera interna por la parálisis de los trabajos de la comisión del caso Koldo en el Senado, cuya reactivación depende del visto bueno de la dirección del partido, según las fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE. Estos dirigentes no entienden por qué no se activan ya las comparecencias, sobre todo teniendo en cuenta que todavía no hay una decisión tomada en cuanto a la citación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sobre esta cuestión, la dirección nacional ha decidido posponer la citación, después de que lo hayan reclamado dirigentes del partido.
Los populares se empiezan a impacientar por la manera con que la cúpula de esta formación política está midiendo los tiempos a la hora de retomar los mecanismos de investigación de los presuntos casos de corrupción que afectan al entorno de Pedro Sánchez y a su Gobierno. A día de hoy, hay dos comisiones de investigación: la del Congreso de los Diputados creada por el PSOE pero solo para fiscalizar la compra de mascarillas durante la pandemia del covid por parte de todos los gobiernos autonómicos; y la del Senado, impulsada por el Partido Popular, «sobre los contratos públicos realizados durante la pandemia de la Covid, relacionados con la intermediación de Koldo García Izaguirre, así como los posibles casos de corrupción que, directa o indirectamente, tengan relación con las actividades y contactos de las personas que forman parte de la trama investigada en la Operación Delorme».
La comisión de investigación del Senado tuvo una ampliación sobre el objeto de la misma el pasado mes de abril para «estudiar la presunta existencia de una red de tráfico de influencias que, según han publicado los medios, estaría vinculada con el entorno político y familiar más cercano del presidente». Con ello ponen en el punto de mira a Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno. Esta comisión está en manos del Partido Popular, en correspondencia con la mayoría absoluta que tiene en la Cámara, que tiene la Presidencia y puede activar cuando quiera los trabajos de la misma.
Sin embargo, una vez finalizadas las vacaciones de verano y con el inicio de la actividad parlamentaria, las fuentes consultadas subrayan que debería ya haberse convocado la Mesa y portavoces para fijar el orden del día de la primera sesión, aprobando el plan de trabajo. «En el Senado queremos mañana empezar con esto, no parar, pero el PP tiene su estrategia, aunque algunos no la entendamos. Es vital que vaya ya la gente al Senado».
Estas fuentes señalan que, ahora mismo, «no estamos acertando en la estrategia y hemos perdido estos días. Si tuviéramos activada la comisión ya esta semana tendría que haber venido Ábalos». De hecho, como ya adelantó THE OBJECTIVE, el objetivo es volver a citarlo para comparecer tras el escándalo desvelado por este periódico sobre la contratación de su amiga Jesica por la empresa pública Ineco. El exministro ha confirmado que le acompañaba en sus viajes oficiales, pero que los hasta 1.500 euros que le pedía por viaje los pagaba de su bolsillo, y no con dinero público.
Pero si Ábalos es uno de los posibles nuevos comparecientes, el que todavía no tiene fecha de citación es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Dirigentes del Partido Popular son partidarios de convocarlo ya, pero la dirección nacional prefiere esperar hasta tener más datos sobre su implicación en la actividad profesional de su mujer Begoña Gómez.
Para algunos diputados y senadores del PP esta actitud de la dirección es «frustrante» para su trabajo. «No entendemos qué cautelas quieren tener, se puede mover la información y que salga porque la ciudadanía se lo merece», comenta una fuente parlamentaria. Otros van más lejos y afirman que «hace falta que alguien pegue un golpe sobre la mesa».
De esta situación las fuentes consultadas disculpan a la dirección de ambos grupos parlamentarios y sitúan el origen del problema en la dirección nacional, que es la que toma las decisiones finales sobre los asuntos internos del partido.
Otro de los frentes abiertos en el partido es la situación que se produce cuando hay que personarse judicialmente en alguna causa: «En muchas ocasiones hay un lío y le sacamos muy poco provecho», señalan.