El embajador español en Bélgica asiste a la Diada en Bruselas tras una década de ausencia
La delegación catalana ante la Unión Europea invita al diplomático después de años bajo el control de Puigdemont
La delegación de la Generalitat ante la Unión Europea en Bruselas celebró este jueves actos institucionales de la Diada con la inédita presencia del embajador español en Bélgica, Alberto Antón Cortés. El nuevo conseller de Acción Exterior, Jaume Duch, logró reunir como invitados en la sede bruselense al embajador, eurodiputados del PP y del PSOE, dirigentes de Ciudadanos y varios trabajadores de la embajada permanente de España ante la Unión Europea. Se trata de una estampa que no se veía en los años del procés, cuando Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí celebraban ahí esa efeméride, así como actos de corte secesionista, sin contar con la presencia de diplomáticos españoles ni políticos de partidos constitucionalistas.
Las fuentes del Govern consultadas por THE OBJECTIVE afirman que durante los años que duró el procés, con los sucesivos ejecutivos nacionalistas, no se produjo la asistencia del embajador español a la delegación catalana. La última vez, añaden, fue «en la etapa del delegado Joan Prat», que fue destituido por el entonces president Artur Mas en 2013. Pese a que Prat había sido elegido por Mas en 2010, cuando fue elegido presidente de la Generalitat, decidió apartarlo con el auge del plan rupturista, al considerar que no comulgaba con la secesión independentista. Prat era un gran conocedor de las instituciones europeas y también había sido embajador español en Países Bajos.
El último delegado catalán ante la UE fue Ignasi Centelles. En junio, tras las elecciones catalanas del 12 de mayo que dieron la victoria al PSC, dejó su cargo para recuperar su actividad profesional. Otros que ocuparon este puesto en los años de más tensión independentista fueron Amadeu Altafaj, Meritxell Serret y Gorka Knorr, que cortaron los contactos con los diplomáticos españoles.
Como informó este periódico, la delegación catalana ante la UE conmemoró con el anterior Ejecutivo de ERC el aniversario del referéndum ilegal del 1-O alquilando una sala en la capital belga, Le bouché à oreillé, por valor de 2.964.50 euros. Se contrató a la pianista Laura Andrés por 2.229,16 euros y a la fotógrafa Sandra Guirado por 459,80 euros. El montante total ascendió a los 5.653,46 euros.
Público transversal
El acto del jueves contó con un público más transversal. Además de los mencionados, de la escena comunitaria también asistieron el secretario general del Comité de las Regiones, Petr Blizkovski, la secretaria general del Comité Económico y Social Europeo, Isabelle Le Galo y la directora general de Educación, Juventud, Deporte y Cultura de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde.
El tono del conseller Jaume Duch también fue diametralmente opuesto al de sus sucesores. Inició su discurso agradeciendo la presencia al «excelentísimo embajador de España» y bromeó con el hecho de hablar «cuatro lenguas». El que fuera portavoz del Parlamento Europeo afirmó que el Govern trabajará para impulsar el uso del catalán en todos los foros internacionales: «El catalán tiene que ser una lengua de uso normal en las instituciones».
En su discurso, Duch también apuntó que Cataluña «tiene que reforzar su liderazgo económico en España y en la Unión Europea y convertirse en referencia de generación de prosperidad» en una Europa y una España -añadió- cada vez más federales. «Cataluña tiene que mirar hacia adelante, y eso pasa por anclar Europa como espacio de referencia y de pertenencia de los catalanes». Asimismo, hizo referencia a que la «acción del Ejecutivo catalán» tendría «un horizonte constructivo basado en el consenso y en la lealtad institucional».