El anuncio de Sánchez sobre las bicis y el viaje a China inquietan a sus socios: «Es de fin de ciclo»
La gira internacional de Sánchez y el adelanto del congreso del PSOE también preocupan a los partidos de la coalición
Un fantasma sobrevuela la coalición del PSOE y Sumar. Es el fantasma del temor a que los números en el Congreso no dan, que el deseo de Pedro Sánchez de seguir en la Moncloa aunque no pueda pactar los presupuestos ni otra iniciativa relevante en el Parlamento sea una quimera, y que, de facto, la legislatura ya esté en un punto muerto. Aunque públicamente ningún ministro o socio de Sánchez manifiesta dudas, lo cierto es que en las entrañas de los partidos que forman parte de la coalición los comentarios van en otra dirección. Y el último anuncio de Sánchez después de su viaje a China, con la propuesta de destinar 40 millones para la movilidad ciclista, más que inflar los ánimos de los suyos, lo que ha hecho ha sido activar las alarmas.
Para fuentes del espacio aliado del PSOE, anuncios de este tipo corresponden más a un cierre de legislatura, a un «fin de ciclo», que al comienzo de una nueva etapa política. La idea de que se trate de una «ocurrencia» alarma internamente. Sobre todo por lo ya dicho, porque se considera como un anuncio «más de cierre de legislatura, que de arranque». Y lo mismo ocurre con el plan de Sánchez de llevar a cabo en las próximas semanas una gira por el extranjero, en lugar de capear la tormenta en el Congreso.
La negociación presupuestaria aparece bloqueada. Los socios nacionalistas se van alejando del PSOE, incluyendo el PNV. Podemos muestra cada vez más beligerancia contra el Gobierno. Son todos indicios de que Sánchez está más débil que hace uno o dos años, según reconocen miembros de los partidos que le apoyan a nivel parlamentario. Y en todo este caos, el presidente decide anunciar una inversión de 40 millones de euros para impulsar el sector de la bici eléctrica y el desarrollo de nuevos sistemas de bicicletas públicas de alquiler. Este hecho se interpreta en algunos partidos que conforman Sumar como una señal de debilidad del líder socialista.
Agenda internacional
La medida se enmarca en una iniciativa del Gobierno para fomentar transportes no contaminantes, acompañada de la promoción del transporte público. «Invertir en transporte público es invertir en el bienestar de la gente y atender a esa demanda social», ha afirmado Sánchez para defender su planteamiento, que, aunque tenga a sus socios de lado, para algunos es emblemático de la incapacidad del Ejecutivo de abordar otros proyectos de mayor alcance, como la reducción de la jornada laboral (la gran apuesta de Yolanda Díaz, que tendrá difícil cabida en esta legislatura) o la aprobación de los presupuestos para 2025.
Al igual que la falta de ambición que se pone de manifiesto, a los socios de Sánchez les preocupa la agenda internacional que el líder del Ejecutivo adoptará de aquí a los próximos meses, tal y como adelantó THE OBJECTIVE. Sánchez efectuará una serie de viajes al extranjero que le eximirán de rendir cuentas ante el Congreso de los Diputados en un contexto político de enorme «fragilidad» en el Ejecutivo. Esta gira alimenta las sospechas entre sus socios de que esté buscando una salida internacional para su futuro. Todo ello a pesar de que Sánchez ha declarado que su intención es seguir en la Moncloa aunque tenga al Parlamento bloqueado por los vetos cruzados.
En el caso concreto de China, por ejemplo, sorprende la postura del presidente en favor de «reconsiderar» los aranceles a la industria del país asiático. Algo que choca claramente con la política comunitaria, y que podría encajarse en una búsqueda ya particular de un futuro en la empresa privada, tal vez respaldada por el gigante asiático. Un Sánchez, en definitiva, ya alejado de la nomenclatura europea e interesado en reciclarse en otros ámbitos, según sospechan sus aliados parlamentarios.
Salidas profesionales
El adelanto del Congreso del PSOE para noviembre es otro indicio que despierta la preocupación interna. Detrás de esta convocatoria se halla, según afirman las fuentes consultadas, la intención de Sánchez de blindar el PSOE y debilitar a todos los referentes díscolos. Pero, al mismo tiempo, es una demostración de agotamiento del dirigente. El nombramiento de Óscar López en el ministerio para la Transformación Digital sería otra prueba de que sus principales colaboradores están buscando una salida profesional por si las cosas se tuercen.
López, en concreto, tomará el control de un ministerio con escasos poderes, pero clave en la distribución de fondos públicos a empresas del sector tecnológico, y probablemente al sector de los medios de comunicación. Es decir, un activo importante para el dirigente socialista para, según las fuentes consultadas, buscarse una salida profesional (por ejemplo, como consejero de alguna gran empresa), si la legislatura llega a su fin. «López quería a toda costa ser ministro, pero esto también se puede interpretar como el cierre de un ciclo», sostienen las fuentes consultadas.
A la izquierda del PSOE, de hecho, ya se empiezan a detectar movimientos que describen una situación de incertidumbre sobre el futuro. Izquierda Unida, por ejemplo, ha iniciado contactos discretos con Podemos para hablar de una posible reunificación, dejando caer a Sumar. La plataforma de Yolanda Díaz «hace aguas por todas partes», afirman fuentes de los partidos y entidades sindicales que la han apoyado en el arranque de su proyecto. Los diálogos para volver a un esquema parecido al de Unidas Podemos, adelantados por este diario, revelan la existencia de un escenario preelectoral para aquellos que deberían asegurar a Sánchez su continuidad en el Gobierno.