La fundación que recibió 2,8 millones de fondos UE se quedó con el IRPF de los trabajadores
Los afectados alertaron a Hacienda de esta circunstancia y así se lo han trasladado a la Inspección de Trabajo
Las ministras de Hacienda, María Jesús Montero; y de Trabajo, Yolanda Díaz, en una imagen de archivo, en el Congreso de los Diputados. | Agencias
La Fundación Desarrollo Social Reponsable (Munus) -que recibió dos subvenciones por importe total de 2,8 millones de euros de fondos europeos (Next Generation) el 14 de diciembre de 2022 por parte del Ministerio de Trabajo, a través del SEPE– no declaró ante la Agencia Tributaria el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que sí retuvo a sus trabajadores, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Los afectados alertaron a Hacienda de esta circunstancia y así se lo han trasladado a la Inspección de Trabajo, que ha abierto una investigación citando a los extrabajadores que denunciaron varias irregularidades.
Las declaraciones de estos afectados están sacando a la luz nuevas irregularidades cometidas por esta fundación, presidida por Alberto Herreros, y por la empresa Pánico Escénico, S.L. subcontratada para la realización del Programa TándEM, y de la que Herreros también figuraba como administrador único hasta el 31 de marzo de 2023. La relación entre estas dos empresas está en el punto de mira de los inspectores de trabajo, sobre todo por los contratos que hacían a los trabajadores que han participado en este programa.
Estas comparecencias ya han comenzado, como desveló este miércoles este periódico, y continuarán la semana que viene con nuevas citaciones. De estos primeros interrogatorios en las dependencias del Ministerio de Trabajo se están extrayendo nuevos datos para conocer el destino del dinero y si se invirtió en los fines para los que fue adjudicado, cumpliendo la ley. «Yo declaré mi trabajo y lo que no quiero es que haya una declaración paralela y me diga Hacienda que por qué no he declarado estos ingresos. Tendrán que ser ellos los que den explicaciones», señalan los afectados.
La indignación sobre estas situaciones que van descubriendo a medida que conocen datos relativos a la empresa es total: «Con lo que cuesta sacar una subvención para montar un proyecto, que lógicamente hay que justificar cada último céntimo, que le hayan dado a esta fundación 2,8 millones de euros a fondo perdido no se entiende. Hemos echado cuentas, con 105 alumnos que había a 950 euros al mes y un 45 por ciento de cotizaciones sociales serían un millón doscientos mil euros; y doscientos mil euros, como mucho a los profesores. Lo demás dónde estará. No había equipo, no había material y pedían centros públicos para dar las clases. Como no renovaban los convenios, nos echaban. Y eso que eran chicos, los alumnos, en riesgo de exclusión social».
Una de las revelaciones más significativas la hizo uno de los extrabajadores de la Fundación Munus y de Pánico Escénico S.L. que comunicó a los inspectores que, en el momento de realizar su declaración de Hacienda de este año, se dio cuenta de que la empresa no había declarado las retenciones de IRPF que sí le habían practicado en sus nóminas. Esta circunstancia alertó a Hacienda que, según las fuentes de los trabajadores consultadas por THE OBJECTIVE, tendría que realizar una inspección fiscal a la citada fundación y la empresa para saber el destino de ese dinero.
Loa citados se están personando en las dependencias de Trabajo con la documentación que les han solicitado: «Contratos de trabajo vigentes en el año 2023, recibos de pago de salario (nómina) año 2023; en su caso, contratos mercantiles de obra o servicio y facturas por trabajos realizados; en su caso, facturas expedidas por servicios realizados durante el año 2023; en su caso, parte de alta y justificante de pago de cuotas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos año 2023; y declaración de IRPF (modelo 100) presentado en la Agencia Tributaria correspondiente al año 2023».
Este programa TándEM se desarrolla a través de dos iniciativas denominadas Espacios Vinculares 1 y 2, desarrollados en Madrid, Zamora y Ciudad Real, que ofrece la posibilidad a 105 jóvenes desempleados de formarse en alternancia con el empleo en especialidades como Animación Musical y Visual en vivo y directo, Asistente Técnico de Construcción y Montaje de Proyectos Escénicos y Habilidades de Interpretación para la actuación, entre otras especialidades.
La denuncia inicial partió de un grupo de 15 trabajadores que alertaron sobre esta situación, que posteriormente plasmaron en denuncias ante el Ministerio de Trabajo. Sus principales quejas fueron retrasos de pago de nóminas, alertando que «hemos estado dos meses sin cobrar (agosto y septiembre), cobrando estos dos meses a día 14/10/2023. Al pedir la compensación por retraso del pago estipulada en nuestro convenio, nos responden que la empresa no es la responsable»; a lo que se añade la falsificación de documentos bajo amenaza porque les «obligaban a corregir y decorar el registro de horas para que parezca que se respeta lo tipificado en el contrato bajo amenaza de no cobrar».
Igualmente, advirtieron de exceso de horas, ya que sus contratos eran «de 24 horas semanales de trabajo y 16 horas semanales de formación, y habitualmente nos exigen hacer 25 horas semanales, pero en ocasiones nos han obligado a realizar horas extra, excediendo las horas semanales hasta en 11 horas. Reitero: obligatorias».
