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Sánchez prepara una «revolución» en el PSOE y pequeños «retoques» en el Gobierno 

Fuentes de Moncloa hablan de un cambio «quirúrgico» en el Ejecutivo y lo sitúan en la segunda quincena de octubre

Sánchez prepara una «revolución» en el PSOE y pequeños «retoques» en el Gobierno 

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. | Agencias

La cuenta atrás ha comenzado. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prevé hacer su crisis de Gobierno en octubre tras el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de Competencia y Transición Verde de la futura Comisión Europea. Fuentes gubernamentales indican a THE OBJECTIVE que el calendario temporal previsto contempla la segunda quincena del mes de octubre, después de que la todavía ministra de Transición Energética se someta a las audiencias parlamentarias de confirmación a su nombramiento en el Parlamento Europeo. Según su entorno, los llamados confirmation hearing tendrán lugar en la primera quincena de octubre. La intención es que Sánchez no se demore desde que su ministra obtenga el plácet parlamentario y efectuar su sustitución en el menor plazo de tiempo posible.

De hecho, en el Ejecutivo confirman a este periódico que el plan inicial de Sánchez es hacer una remodelación ministerial de «poca envergadura» que se limite a la sustitución de Ribera y «pocos cambios más». Una crisis «quirúrgica», relegada a meros retoques o relevos puntuales, «cromo por cromo», como expresan las fuentes gubernamentales consultadas. Para ello, en Moncloa se mueven desde hace semanas varias carpetas con los aspirantes a suceder a la vicepresidenta cuarta del Ejecutivo y responsable de Transición Energética.

La presión de De la Rocha para ganar a Aagesen

Tanto La Moncloa como el Ministerio descartan a los cuatro ministrables que han ocupado hasta el momento las quinielas. La «candidata natural» ha sido desde el primer momento la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, número dos de Ribera y su favorita para ocupar la cartera. Sin embargo, las aspiraciones del actual jefe de la Oficina económica de Moncloa, Manolo de la Rocha, han sido «importantes» para desbancar a Aagesen y lograr ocupar un puesto en el gabinete ministerial. «Ha presionado mucho», deslizan las fuentes consultadas. Sin embargo, las maniobras han sido en vano, según Moncloa: «Manolo no será ministro, seguirá en Moncloa», en la oficina económica, puesto que ha desempeñado desde la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa en junio de 2018, aunque a principios de esta legislatura fue reforzado en su papel de sherpa para el G-20 con estatus de secretario de Estado.

También está descartado el secretario de Estado de Medio Ambiente, el asturiano Hugo Morán, así como el portavoz del PSOE en el Senado y líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, cuya trayectoria estuvo enfocada en el área medioambiental hasta 2021, cuando ocupó el cargo de presidente de la red de ciudades españolas por el clima desde la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), y el puesto de presidente de la Comisión de Medio Ambiente del comité de las Regiones y Ciudades de la Unión Europea. Moncloa descarta, por ahora, cederle «la joya de la corona» a un Espadas que no amerita tal condecoración. Pero sí se conocen los descartes, nada se sabe de los aspirantes, más allá de que Moncloa habla de «una mujer con conocimiento de Medio Ambiente».

Reunión en Ferraz presidida por Pedro Sánchez. | PSOE

«Revolución en el partido»

A la espera de conocer el resto de los cambios, la realidad es que los cenáculos socialistas no destilan nerviosismo respecto a los «retoques» que se avecinan en el Consejo de Ministros, a diferencia de la enorme expectativa que existe de cara al congreso federal del PSOE en Sevilla. En la primera Ejecutiva que tuvo lugar en Ferraz tras las vacaciones veraniegas, el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entró en la sala Ramón Rubial de Ferraz dando besos y abrazos a los 49 miembros de su ejecutiva. Fuentes socialistas develan a THE OBJECTIVE el cruce de comentarios entre los veteranos y los benjamines de su dirección federal. Ante la sorpresa y júbilo de los más jóvenes por el saludo del ‘jefe’, fueron los experimentados de Ferraz quienes respondieron divertidos a los primeros: «¿Pero no os estáis dando cuenta de que nos está despidiendo?».

Existe una amplia mayoría en el partido que opina que fue un error la remodelación de la Ejecutiva de la conferencia política celebrada en La Coruña en enero de 2024. Ocho meses después, la dirección del PSOE está donde estaba: difuminada, sin músculo, con un papel testimonial, especialmente en el caso del amplio elenco de ministros que se integraron en la Ejecutiva sin más funciones que las cosméticas. Motivo por el que son muchos los dirigentes y cargos socialistas que suscriben un comentario bastante extendido: «Es un Consejo de Ministros bis. No tiene ningún sentido». Los más cercanos a Pedro Sánchez confirman que lo que pretende el líder del PSOE para el 41 congreso federal que le ratificará como secretario general es «una revolución». Una criba importante de la Ejecutiva partiendo de la premisa del «todos fuera», especialmente los ministros.

Santos Cerdán, ¿ratificado?

La gran duda que existe en el partido es qué hará con el secretario de Organización, Santos Cerdán, que trajo a Koldo García Izaguirre a Madrid y se lo presentó a José Luis Ábalos. Es la mayor incógnita del cónclave socialista. Las fuentes consultadas apuntan a que Santos está «ratificado» como número tres del PSOE, que podría ser el único que se salve de la quema. No en vano Sánchez mandó señales en el último comité federal cuando le colocó como responsable del comité organizador del Congreso, por delante de la vicesecretaria general, María Jesús Montero, junto a varios de sus fieles escuderos entre quienes se encuentra su número dos en Ferraz, Juan Francisco Serrano.

Desde que se convocó el 40 congreso federal, el mensaje que mandan Moncloa y Ferraz es el de la unidad. Cuentan en el PSOE andaluz que uno de los predicadores del mensaje en Andalucía es el número dos de Óscar López en Moncloa, Antonio Hernando: «Tenemos que lograr la unidad». Y que esto sirve para posponer la batalla posterior de los liderazgos regionales. Sin embargo, en algunos casos, la línea es difusa. El mejor ejemplo es el de María Jesús Montero, por su doble condición de número dos del Gobierno y del PSOE, y a quien se ubica como posible candidata del PSOE en Andalucía, en lugar de Juan Espadas. No obstante, la negociación del concierto catalán, el bloqueo legislativo y sus relaciones con los independentistas han hundido sus niveles de popularidad hasta ser percibida internamente como un «perfil quemado» con altas probabilidades de salir de la Ejecutiva socialista e incluso, del Gobierno. Especialmente cuando Carlos Cuerpo, sustituto de Nadia Calviño, es la auténtica figura emergente en el Ejecutivo, y se postula como vicepresidente económico que asuma nuevas competencias ministeriales, como la Función Pública que, en estos momentos, pende del ministerio de Transformación Digital de Óscar López.

Los críticos dudas de los movimientos futuros de Sánchez porque entienden que «Pedro no va a encontrar una ejecutiva más dócil». Pero también son conscientes del hondo malestar de su líder con algunos de sus fieles durante los cinco días de reflexión sobre su futuro, tras la imputación de su mujer Begoña Gómez. El presidente tomó nota de los discursos, los golpes de pecho, los actos en los que participaron y las cenas a las que acudieron y con qué comensales. Y ahora se dispone a ejecutar su verdadero Plan de Acción en el PSOE.

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