IU empuja a Díaz a alinearse con Podemos en el ataque al Rey tras el plantón de México
El sector de Izquierda Unida quiere que la coalición presione a Exteriores para enviar a otro representante
El sector de Izquierda Unida, integrado en la coalición que dirige Yolanda Díaz, quiere presionar para que Sumar pida a Exteriores enviar a otro representante a la investidura de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, después de su plantón al rey Felipe VI. Sheinbaum, ganadora de las elecciones presidenciales mexicanas después del mandato de Andrés Manuel López Obrador, ha transmitido a España su petición para que el Jefe del Estado no acuda a su toma de posesión el próximo 1 de octubre por no haber contestado a la carta que pedía sus disculpas por los abusos a los pueblos indígenas cometidos durante la conquista. Podemos ataca directamente a Felipe VI, y los de IU exigen a Díaz más contundencia.
Tras conocerse el plantón de Sheinbaum, las fuerzas políticas parlamentarias se han dividido entre las que respaldan sin fisuras al monarca y las que optan por apoyar al Gobierno mexicano y atacar a Felipe VI. Los socialistas, en declaraciones de la ministra de Defensa Margarita Robles, han manifestado su rechazo a enviar cualquier representante público a la toma de posesión de la nueva presidenta si México veta al monarca. El Partido Popular ha respaldado esta decisión, mientras que los socios de investidura de Sánchez, entre ellos ERC y Podemos, han defendido a Sheinbaum y atacado directamente a Felipe VI.
La diputada de Podemos y secretaria general del partido, Ione Belarra, ha hecho referencia a la investidura de Gustavo Petro en Colombia, cuando el Rey se negó a ponerse de pie ante la espada de Bolivar. Podemos sostiene que el monarca «avergüenza» a España y ha pedido que otros cargos acudan a la toma de posesión de la nueva presidente mexicana. «El Rey avergonzó a España en la toma de posesión de Gustavo Petro y ahora no le invitan a México. Aunque el facherío patrio se enfade, el Rey es un problema para las relaciones internacionales basadas en el respeto y los derechos humanos y no en la corrupción», afirmó Belarra.
Podemos quiere liderar el grupo de partidos que defienden el desplante de Sheinbaum para atacar a la monarquía. Esto ha obligado a Sumar también a desmarcarse de la posición oficial del Gobierno. Pero la coalición que lidera Yolanda Díaz, aunque critica con la respuesta tajante del Ejecutivo, experimenta fricciones internas sobre cómo abordar el asunto, según explican fuentes consultadas en la misma. Íñigo Errejón, el portavoz del grupo parlamentario, por ejemplo, ha intentado este miércoles hacer malabarismos al respecto. Ha cuestionado el papel del Rey como referente de la imagen de España en el exterior, pero ha decidido acatar la decisión de Exteriores. Como Errejón, el resto de ministros de Sumar han preferido evitar cargar las tintas.
Pero internamente hay debate en Sumar e incluso cierta crítica, sobre todo por parte de la facción de Izquierda Unida, que exige más contundencia a sus representantes. Enrique Santiago, líder del PCE e integrante del equipo que respalda a Díaz, ha mostrado más dureza a la hora de comentar lo ocurrido. Según Santiago «España estaría muy bien representada por autoridades elegidas democráticamente», afirmó en las redes sociales.
Línea dura de Podemos
Izquierda Unida está presionando internamente a Sumar para que los representantes de la coalición se decanten por seguir la línea dura esgrimida por Podemos. Es decir, asumir que el Rey no puede ser la principal referencia del Estado en estos tipos de ceremonias, y que se aproveche el plantón mexicano para organizar una alternativa en casos parecidos. Los de IU llevan meses exigiendo a Díaz más firmeza en sus posiciones políticas. De paso, están entablando negociaciones discretas con miembros de Podemos para hablar sobre la posibilidad de un reencuentro en caso de celebrarse unas elecciones adelantadas, tal y como adelantó este diario en exclusiva.
Podemos, por su parte, aprovecha su «autonomía» respeto al Ejecutivo. Fuentes de la formación morada aseguran que de aquí a los próximos meses el partido aumentará el voltaje de sus críticas. Belarra ya atacó al presidente del Gobierno por no haber podido entrar en el aeropuerto de Barajas y visitar a los saharauis retenidos en sus instalaciones. La diputada habló de una «limitación injustificada y arbitraria de sus funciones», y pidió el amparo del Congreso de los Diputados.
Podemos ha encontrado un filón en la política internacional después de su resultado en las últimas europeas. Con dos eurodiputadas, los morados interpretaron esos comicios como la prueba de que su proyecto no está acabado, y que todavía quedan márgenes para su venganza contra Díaz y Sumar. Algunos datos, también adelantados por este periódico, revelan que al menos en Madrid y Barcelona los de Belarra e Irene Montero están recuperando terreno.
La política internacional, además, permite concentrar los esfuerzos de sus representantes en una pinza que ofrezca márgenes a Irene Montero e Isa Serra para fortalecer sus vínculos con otros partidos de la izquierda radical en Europa. Recientemente, Pablo Iglesias ha entrevistado en su programa al líder de los insumisos franceses, Jean-Luc Mélenchon, con quienes Podemos ha asegurado su conexión pese a los intentos de Sumar. Y ahora Podemos mira a México como una cabeza de puente para imponer su narrativa y mensaje político en España.
El apoyo de Iglesias y los suyos a Sheinbaum siempre fue firme. Y todo ello a pesar de que la mexicana no haya invitado al rey Felipe a su toma de posesión, pero sí a Vladimir Putin. Para Podemos lo principal es ganar foco público y volver a ser el referente de la izquierda alternativa al PSOE.
En el cuartel general del partido morado, de hecho, nadie excluye un adelanto electoral ante las dificultades de Sánchez de sacar los presupuestos y resolver los problemas judiciales que están acorralando a su entorno. Y en todo ese contexto IU no quiere perder fuelle, así que presiona para que Yolanda Díaz levante la voz y ofrezca la posibilidad de buscar a una alternativa al monarca si la futura presidenta mexicana no quiere que acuda a su toma de posesión.