La elección de Junqueras de su 'número dos' levanta ampollas: «Es abrir la puerta al PSC»
Elisenda Alamany ya ha protagonizado polémicas y sus contrarios creen que su perfil puede perder fuelle
Elisenda Alamany y Oriol Junqueras. | Europa Press
La pugna a cuatro bandas en ERC para dirigir el partido tras su congreso, el próximo 30 de noviembre, se vuelve más cruenta a medida que se van clarificando los perfiles de los candidatos. El hecho de que Oriol Junqueras haya optado por Elisenda Alamany como su número dos, en su lista Militància Decidim, ha levantado ampollas en una gran parte de los afiliados. También, explican fuentes del partido a THE OBJECTIVE, es una «apuesta» que ratifica que no habrá enmiendas a la política posibilista de los últimos años. «Es la apuesta para seguir pactando con los socialistas por delante de dar prioridad a la independencia».
La elección de Elisenda Alamany por parte de Junqueras como secretaria general de ERC ha tenido una interpretación bastante amplia dentro del partido -que va más allá de sus detractores– de que se ha decantado por un perfil que, además de ser la punta de lanza para que ERC entre en el Ejecutivo de Collboni en Barcelona, en ningún caso cuestione o matice los postulados, las direcciones o medidas concretas de su líder. «Es evidente que no hará ningún tipo de oposición a Junqueras», reflexionan.
Antes del divorcio absoluto entre él y Marta Rovira, esta bicefalia al frente de ERC generaba mayor debate interno. Según estas fuentes, Junqueras quiere blindar su liderazgo sin que nadie de su entorno le haga sombra. De hecho, en los últimos días, quien fuera el presidente de ERC ha elevado el tono contra la dirección interina del partido, convencido de que tiene el apoyo de la mayoría de la militancia.
Un fichaje polémico
Alamany, que entró en política de la mano de los comunes, es del sector favorable a llegar a pactos con el PSC. Esto se evidenció en el Ayuntamiento de Barcelona. Quien fue la número dos de Ernest Maragall en las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo era partidaria de pactar con el PSC de Jaume Collboni en el consistorio. Con la salida de Maragall, Alamany se ha quedado como líder del partido en la institución, pero no ha podido todavía sellar el pacto.
Las fuentes consultadas por este periódico creen que se le hará largo a Junqueras aguantar hasta el congreso del partido, y que esta elección puede ser contraproducente. Además de «dejar de manifiesto» que no variará ni una coma su política de pactos con el PSC en Cataluña y con el PSOE en Madrid, se trata de una dirigente con poco recorrido dentro del partido, que ha pasado por otras formaciones y que genera dudas entre la militancia más abierta al liderazgo de Junqueras.
Mofas al espíritu asambleario de ERC
A Alamany, además, se la atribuye gran parte del caos que se produjo en la votación interna para preguntar a las bases si apoyaban pactar con el PSC en Barcelona. A última hora hubo un alud de militantes que se movilizaron para boicotear el acuerdo, y se suspendió la votación sin que hayan elegido fecha alternativa. «El temor a perder ha hecho que pospongan el congreso», denuncian estas fuentes.
En medio de esta batalla interna, tampoco ha gustado su última comparecencia pública. Alamany ha aparecido en el programa matutino de TV3 y no ha sabido explicar lo que pasó en esa votación interna sobre si entrar en el Gobierno de Collboni. Su tono y las palabras empleadas, como tachar de «cosa rara» que la militancia se movilice, han despertado una mayor animadversión interna.
En su intervención, se ríe y critica que «la gente que no viene nunca tuviera ímpetu por venir» y votar. Según los militantes de ERC, ha hecho un flaco favor a la tradición asamblearia del partido.
