Sánchez sopesa renunciar a Pilar Alegría en Aragón por falta de apoyos: «No hay números»
La candidatura de la portavoz a la presidencia regional del partido hace aguas por haber asumido el pacto fiscal con ERC
La ministra de Educación y portavoz, Pilar Alegría. | Agencias
La hoja de ruta territorial de Pedro Sánchez corre el riesgo de descarrilar. Y una pieza de gran simbolismo es la de su actual portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. La también ministra de Educación y exportavoz de la Ejecutiva Federal es uno de los perfiles con más proyección en el partido, presente en todas las quinielas extraoficiales para el postsanchismo, pero en el corto plazo, es la apuesta de Pedro Sánchez para suceder a Javier Lambán al frente del PSOE de Aragón. O era. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el secretario general del PSOE está dudando si mantener o no la candidatura de Pilar Alegría en la tierra maña. El motivo que dan fuentes socialistas es sencillo: «No hay números» para una victoria y podría verse abocada a una derrota.
Sobre el territorio, las cifras que dan son demoledoras: «Pilar sólo tiene apoyos en Huesca, su fuerza es residual en Zaragoza y nula en Teruel». Un dato a tener en cuenta en una comunidad en la que la capital, Zaragoza, supone dos tercios de la población. Datos que se trasladan proporcionalmente al número de militantes socialistas. Según fuentes del PSOE aragonés, Alegría recoge lo que Pedro Sánchez ha sembrado en Aragón en los últimos años, con mayor intensidad en los últimos meses. «Nos han cambiado la lista dos veces», dicen quienes recuerdan la imposición de Ferraz de los cabezas de lista en las municipales del 28-M, y las generales del 23-J, que provocó la dimisión en cascada de los candidatos provinciales en señal de protesta.
El dedazo de la dirección federal de Pedro Sánchez motivó el motín de Aragón, Castila La Mancha y Castilla y León en un comité federal antes de las últimas generales, precedido por un enfrentamiento muy sonado de la comisión federal de listas. El barón manchego, Emiliano García Page, consiguió torcer el brazo a Ferraz y mantener a Sergio Gutiérrez como cabeza de lista por Toledo, en lugar de la apuesta de Pedro Sánchez, Milagros Tolón, presidenta del Comité Federal. Pero Sánchez se mantuvo firme al descabezar a los elegidos por primarias en los feudos de Luis Tudanca y Javier Lambán, lo cual manifestaron ambos en su momento.
«Tenemos una mayoría holgada»
Este es el caldo de cultivo que ha permitido a los socialistas aragoneses más próximos a Lambán sumar adeptos hasta lograr una mayoría suficiente para tambalear las opciones del favorito del aparato. «Tenemos una mayoría holgada sustentada en lo ocurrido en los últimos años», sostienen a este periódico los lambanistas sobre la posibilidad de lograr la victoria en el congreso regional que tendrá que celebrarse en los seis meses posteriores al 41º congreso federal de noviembre. En Aragón estaban preparados desde hace meses para el desembarco de Pilar Alegría, y descontaban que habría una operación como la valenciana, cuando Ferraz presionó para forzar la retirada de los candidatos alternativos a Diana Morant ante el riesgo de perder. Y lo consiguieron.
«En Valencia han forzado tanto la máquina que ahora están a hostia limpia», explican fuentes socialistas que desvelan la intención de Pedro Sánchez de dar marcha atrás respecto a presentar a Alegría como candidata. Por este motivo, la desestabilización de la federación, sumado al «altísimo riesgo» que tiene para el presidente Pedro Sánchez una derrota como la cosechada en Extremadura -donde la candidata oficialista, Lara Garlito, perdió frente a su rival, Miguel Ángel Gallardo-, al PSOE de Aragón llegan los ecos de una retirada. Sobre todo porque un eventual fracaso de Alegría seria interpretado como un enorme varapalo del presidente del Gobierno, puesto que sería su portavoz del Gobierno la derrotada en las urnas.
«Hemos oído que quizás den marcha atrás y presenten a otro, también abocado a la derrota», como el secretario provincial de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero. Motivo por el que piden que dejen de imponer la voluntad de Ferraz en las elecciones primarias que ya se han convertido en una «distopía» en el PSOE de Pedro Sánchez. «Si no quieren presentar a Pilar, que nos dejen elegir a nuestro secretario general como siempre se ha hecho. Sin interferencias ni presiones ni condicionantes», denuncian a este diario dirigentes del PSOE de Aragón.
La «traición» de Alegría
Los socialistas aragoneses constatan la existencia de una sensación de agravio en su federación contra los órganos federales, con ganas de ajustar cuentas con Ferraz por las reiteradas interferencias en los procesos de elaboración de las listas electorales. Cuando eso se produjo, «los candidatos dejaron de responder ante la militancia que debía de elegirles», y eso anticipa una revuelta de las bases del PSOE de Aragón, que actuarán en consecuencia. Así explican la «nula presencia en el territorio» de Pilar Alegría en los últimos meses. «Vino hace una semana en Zaragoza a la inauguración de la universidad por parte del Rey y tuvo un papel muy secundario, en un segundo plano. No tuvo ningún acto de partido, y esto es un buen indicativo».
Algo significativo en una exsecretaria de Organización en Aragón y excandidata a la alcaldía de Zaragoza que «siempre ha cuidado mucho su imagen» y su actividad en el partido. Las fuentes consultadas atribuyen su alejamiento a la «traición» de «haber hecho suyas las palabras de Esther Peña» asimilando la financiación singular catalana que pactó el PSC con ERC para la investidura de Salvador Illa, con la financiación en Teruel y Soria. Un ‘tiro en el pie’ que «ha generado un revuelo tremendo, fue una metedura de pata» considerable en un territorio en el que las cuestiones relacionadas con Cataluña «se viven con especial magnitud» y no precisamente generan afinidad. «Que se sumara a esa comparación ha sido letal de necesidad» para Pilar Alegría que, hasta la fecha, ha aspirado a liderar un territorio que ha marcado históricamente distancias con los independentistas catalanes.
Elevando la vista sobre el panorama nacional, la posible retirada de Alegría en la carrera a suceder a Lambán encierra una gran trascendencia. Como adelantó THE OBJECTIVE, el presidente del Gobierno pretende desde hace meses ir desplegando a sus fieles por los feudos que flaquean y que dificultarían una victoria del PSOE en las elecciones generales. Su hoja de ruta pasaba por hacer aterrizar a Alegría en Aragón, Félix Bolaños en Madrid y María Jesús Montero en Andalucía. Apenas un mes después, los tres territorios son una incógnita, entre otros motivos, porque no está claro que la militancia del PSOE respaldará a pies juntillas sus planes. Pedro Sánchez prevé hacer una «revolución» en los órganos federales del partido que de él dependen, pero parece que, en el plano territorial, son los críticos los que se están reorganizando en algunos lugares, porque se niegan a resignarse a su condición de subalternos; se ven obligados a obedecer las órdenes de Ferraz mientras son fagocitados por los socios independentistas o nacionalistas del Ejecutivo. Una cosa es que el PSOE no haya sufrido un motín y otra distinta es que controle en su totalidad el partido. De consumarse la renuncia a la candidatura de Pilar Alegría, no puede ser interpretada más que como una muestra de debilidad.
