Vox pagó un millón de euros en intereses al banco húngaro que le concedió el préstamo
El partido aceptó un tipo medio del 16% al ver que las entidades españolas le cerraban el grifo de la financiación
Vox terminó de devolver el pasado 11 de septiembre el préstamo de 6,5 millones de euros concedido por el banco húngaro MBH antes de las elecciones generales del año pasado. Lo hizo pagando más de un millón de euros en intereses. Concretamente, 1.059.319,43 euros a lo largo de 14 meses y medio, según la documentación enviada por la entidad magiar al partido de Santiago Abascal a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
En el balance que MBH trasladó a principios de septiembre a Bambú, sede nacional de Vox, para liquidar el crédito se confirma la devolución íntegra de los 6,5 millones del préstamo. Además, se incluye el desglose, mes a mes, de los intereses devengados: el primero fue de 65.541,67 euros y se produjo el 31 de julio del año pasado, una semana después de los comicios generales, en los que los de Abascal quedaron como tercera fuerza parlamentaria con 3.656.979 votos y 33 diputados.
El resto de los pagos mensuales, de ahí a finales de 2023, se mantuvieron en cifras muy similares. Con el inicio de 2024, la tasa se incrementó por encima de los 75.000 euros, llegando a los 89.375 euros en los meses de abril y julio. El último abono, del pasado 11 de septiembre, fue de 32.500 euros y sirvió para saldar el remanente que quedaba por devolver. Deuda saldada.
El tipo medio que Vox pagó sobre el capital otorgado por MBH ronda el 16%, una cifra muy superior a lo que los bancos españoles ofertan en estos momentos a una entidad pública o privada en condiciones normales -en torno al 8% o 9%-. La tasa de interés de referencia en Hungría la establece su Banco Nacional y en el momento de la firma del crédito, el tipo de interés básico en el país centroeuropeo se encontraba en el 13%, no muy lejos de lo exigido a la formación española. Este índice se ha ido ajustando de manera progresiva desde octubre del año pasado, gracias a la caída de la inflación, y ahora se encuentra en el 6,5%.
Fuentes de la dirección de Vox subrayan a este periódico que el partido tuvo que solicitar un préstamo personal sin garantías a este banco extranjero, al ver que las entidades nacionales le cortaban el grifo de la financiación. Este tipo de préstamos depende del país que lo concede, la entidad financiera, el perfil del solicitante y las condiciones del mercado. Normalmente, tienen tasas de interés más altas que las normales debido al mayor riesgo que asume el prestamista. El porcentaje exigido por el banco magiar al partido de Abascal fue para perfiles de riesgo moderado.
Vox sí consiguió que dos entidades españolas le concediesen un crédito de 2,6 millones de euros para las municipales y autonómicas de mayo del año pasado. Un dinero que también se ha cancelado con su correspondiente tipo de interés, del que no se han dado detalles. Pero el adelanto electoral de las generales que Pedro Sánchez anunció al día siguiente del revés electoral del 28-M, provocó que el equipo de Abascal se encontrase con las puertas cerradas para financiarse.
En aquel momento, justo tras el 28-M, la Administración General del Estado aún no había ingresado a los partidos los gastos electorales correspondientes a esos comicios. La sorpresa para Vox fue que las entidades españolas le denegaron los préstamos, o bien ofrecieron «unas cantidades ridículas» para afrontar unas elecciones generales. Hay que recordar que solo el gasto en envío de papeletas es de casi cuatro millones de euros.
Incluso se dio el caso de un banco nacional que se comprometió a financiar el 80% del gasto y después se retractó, dejando a Vox «en una situación de desigualdad» respecto a otros partidos, según las citadas fuentes. Este hecho llevó a la formación de Abascal a buscar en el extranjero el crédito que necesitaba.
«Vox inició una ronda de contactos para conseguir crédito y poder afrontar las elecciones generales en una situación de igualdad respecto al resto de partidos. Consiguió cerrar un acuerdo con el banco MBH y, en cuanto dispuso de los fondos que le debía la Administración, canceló ese crédito pagando la cantidad inicial y los intereses correspondientes. De igual modo, canceló también los dos préstamos adquiridos por las elecciones municipales», resumen a THE OBJECTIVE desde la dirección de la formación conservadora.
«Con esto, queda acreditado el estricto cumplimiento y la total observancia de la Ley de Régimen Electoral General. Lamentamos, una vez más, que el dinero que en forma de intereses -más de un millón de euros- podrían haber ganado bancos españoles haya tenido que salir fuera de España por la negativa -nos preguntamos instigada por quién- de prestar dinero a Vox», sentencian.
Millán niega que fuese una aportación
La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Rodríguez de Millán, ya rebajó este martes de 9,2 millones de euros a 6,5 la cantidad prestada por el banco húngaro MBH para financiar la campaña de las últimas generales. «Un crédito ya devuelto procedente de un banco de Hungría porque ningún banco ha querido negociar ningún crédito para Vox», señaló en rueda de prensa.
La memoria económica de Vox correspondiente a 2023 muestra que Vox pidió un crédito de 6,5 millones de euros para hacer frente a los gastos de la campaña para el 23-J. Posteriormente, fue ampliado con más de 192.000 euros debido, según Europa Press, al retraso en el pago de subvenciones a las que tenían derecho por sus resultados electorales. A 31 de diciembre de 2023, la formación adeudaba 6.586.666,67 euros de ese préstamo.
Millán negó además que el partido haya incumplido la Ley de Financiación de Partidos, que en su artículo 7 establece que las formaciones políticas no pueden aceptar ninguna forma de financiación procedente de gobiernos o entidades extranjeras. La dirigente de Vox alegó que el montante del banco húngaro fue un préstamo, no una aportación. «Es un crédito ya devuelto con sus intereses, y nos hubiera gustado que ese dinero se quedase en España», zanjó la portavoz parlamentaria.
Vox recurrió a un banco próximo a Viktor Orban y tras las europeas del 9-J cambió al grupo parlamentario de la italiana Giorgia Meloni en la Eurocámara por los Patriotas por Europa, liderados por el partido húngaro del primero, pero desde Bambú se limitan a asegurar que la entidad magiar les daba mejores condiciones.