Podemos sospecha de más cesiones del PSOE a Bildu y ERC para justificar su «giro al centro»
Los morados avisan de que planean votar en contra de la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana por poco ambiciosa
Podemos asume con irritación lo que califica de «giro al centro» de ERC y Bildu tras su apoyo a la reforma del Gobierno de la Ley de Seguridad Ciudadana. Según los morados, no se dan cambios significativos en la reforma, pues tanto la prohibición del uso de balas de goma como de las devoluciones en caliente carecen de calendario definitivo. Así que para Podemos la propuesta del Gobierno es insuficiente, y amenaza con votar en contra en el Congreso. Pero encajan con malestar el ‘sí’ de Bildu y ERC y creen que el Ejecutivo debe haber prometido algo que mantiene encubierto para ganarse el favor de los nacionalistas.
Podemos sostiene que la negociación del Gobierno con Bildu y ERC no es transparente, y que los nacionalistas están aceptando la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana porque obtendrán algo más a cambio de su sí. Pero para los morados la posición conciliadora de los nacionalistas representa un problema político. Hasta ahora, Podemos había reivindicado su papel de primer interlocutor de ERC y Bildu y señalado a Yolanda Díaz por su incapacidad de acercarse a los nacionalistas. Esta vez, sin embargo, Sumar está sacando pecho del acuerdo, y todo apunta a que ERC y Bildu no mantendrán una posición frentista en el Ejecutivo.
Los de Belarra e Irene Montero creen que ERC y Bildu están girando hacia el centro en el marco de una estrategia dirigida a ganar votos en sus territorios. El caso vasco es emblemático, según valoran desde el partido. Bildu estaría lanzando un órdago al PNV como principal fuerza política en el País Vasco, y para ello habría apostado por matizar y suavizar su propuesta política. ERC estaría en una posición semejante, máxime porque dentro de unos días los republicanos celebrarán un congreso que definirá los próximos equilibrios internos.
Presiones de Sumar
Pero para Podemos el giro de los nacionalistas no se justifica únicamente por la búsqueda de una nueva centralidad en sus Comunidades Autónomas, sino que responde a otras cesiones encubiertas que el Gobierno de Pedro Sánchez habría hecho a los separatistas. Los morados afirman desconocer cuáles son estas cesiones, pero sí creen que la negociación con ERC y Bildu no se limita a la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana.
Podemos, por su parte, deberá decidir su posición parlamentaria, y amenaza con rechazar la norma por su escasa ambición. Aunque sabe que recibirá las presiones de Sumar, que ha pedido a los morados no tumbar la propuesta. Enrique Santiago, el líder del PCE y fontanero de Díaz en la Cámara Baja, lo dejó claro en su intervención desde el hemiciclo. Santiago afirmó que esta es «la segunda oportunidad» de reformar una ley aprobada por el ejecutivo de Mariano Rajoy en 2015. «No creo que haya muchas más», lanzó Santiago como aviso a Podemos y Junts per Catalunya.
«Uno de los principales objetivos que nos hemos planteado en esta legislatura se ha acordado. Un objetivo prioritario para recuperar las libertades públicas y todos los contenidos democráticos que fueron limitados por el Partido Popular», añadió Santiago el jueves. Y mostró su confianza en que «todos los grupos parlamentarios democráticos acaben firmando esta proposición de ley, en la que se lleva trabajando desde hace meses y que es de todos y de todas».
Una propuesta «de todos»
Sumar sabe que Podemos tiene la tentación de tumbar la reforma para ganar focos mediáticos. Pero confía en que Belarra no rompa la baraja después del visto bueno de los nacionalistas. Al igual que ocurrió en la pasada legislatura, cuando el Gobierno decidió llevar la reforma al Congreso aun sin tener amarrados los apoyos (y acabó perdiendo la votación), Sumar quiere poner contra las cuerdas a los morados, forzando a Belarra e Irene Montero a aceptar una reforma que los de Díaz elevan ya como un legado de su trabajo en el Gobierno.
«Se ha podido atender, por fin, el clamor de la sociedad española que lleva años pidiendo la derogación de los aspectos más lesivos de la ‘ley mordaza’, y eso lo hemos conseguido», apostilló Santiago en su intervención ante los medios en el Congreso. Pero Podemos asegura que no dará su brazo a torcer, y que si la reforma no incluye una prohibición inmediata de las devoluciones en caliente y de las balas de goma, no cederán. Si Podemos decide votar en contra de la iniciativa, la reforma podría caer en el Congreso. Pero el temor de Podemos es que si Sánchez ha prometido a los nacionalistas cesiones de calado, aunque mantenga secreto el acuerdo, estos acabarán señalándoles por su voto en contra y por alinearse con la derecha.